Vicente Bianchi
Bianchi fue el hombre que puso música a los versos en los que Neruda conjetura ‘‘Puede ser un obispo / puede y no puede / Puede ser sólo el viento / Sobre la nieve’’. Es ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’, su composición más escuchada. Y mostró de qué modo él llevó como nadie la música popular a otros campos: la poesía, el Conservatorio, la iglesia, el folclor y hasta el deporte están en sus obras completas. Después de 17 frustradas candidaturas, en 2016 obtuvo el Premio Nacionales de Artes Musicales, a sus 96 años. Así se convirtió en el primer compositor popular distinguido y en el segundo nombre de la música no docta en conseguirlo, tras la folclorista e investigadora Margot Loyola, que lo obtuvo en 1994.
Vicente Bianchi
Bianchi fue el hombre que puso música a los versos en los que Neruda conjetura ‘‘Puede ser un obispo / puede y no puede / Puede ser sólo el viento / Sobre la nieve’’. Es ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’, su composición más escuchada. Y mostró de qué modo él llevó como nadie la música popular a otros campos: la poesía, el Conservatorio, la iglesia, el folclor y hasta el deporte están en sus obras completas. Después de 17 frustradas candidaturas, en 2016 obtuvo el Premio Nacionales de Artes Musicales, a sus 96 años. Así se convirtió en el primer compositor popular distinguido y en el segundo nombre de la música no docta en conseguirlo, tras la folclorista e investigadora Margot Loyola, que lo obtuvo en 1994.
David Ponce
Vicente Bianchi compuso en géneros docto, folclórico, popular y religioso, y fue intérprete, compositor, arreglador, director de coros y orquestas. ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’, grabada por primera vez en 1956, es una de las dos célebres canciones dedicadas al guerrillero chileno junto a ‘‘El cautivo de Til-Til’’ (1968), de Patricio Manns, y en su catálogo hay composiciones instrumentales, canciones líricas tempranas en los años '40, tonadas típicas como ‘‘Chile compañero’’, los arreglos para el himno deportivo de Universidad Católica (1943), su trilogía nerudiana completada por ‘‘Romance de los Carrera’’ y ‘‘Canto a Bernardo O'Higgins’’ y sus obras religiosas: Misa a la chilena (1965), Te deum (1970) y Misa de la Cruz del Sur (1970). Éste es el músico que escribió canciones codo a codo con Pablo Neruda y el que determinó buena parte del modo en que se cantan las misas en Chile, entre otros hitos.
Los inicios: fantasías orquestadas
Vicente Bianchi Alarcón nació en Ñuñoa en 1920. El 27 de enero. ‘‘El día de Mozart. Muy importante haber nacido en una fecha así’’, sonríe. Hijo de Germán Bianchi y de Blanca Alarcón, creció junto al piano de la casa. ‘‘La gente cree que todos los italianos son músicos, y a mi padre le gustaba la música, pero mi madre era aficionada, entendía y me alentaba. Ella tocaba piano, como en ese tiempo todas las señoras cantaban, tocaban algún instrumento. Yo les pedía discos, escuchaba mucha música, y me cedió el piano, que se lo había regalado mi padre cuando se casaron’’.
Un año antes de iniciar sus estudios formales de música, ya a los diez años tuvo su estreno en el campo popular, en el programa para niños ‘‘El abuelito Luis’’ de la desaparecida radio santiaguina Otto Beckers, situada en la primera cuadra de calle Ahumada. Ahí sus padres llevaron al niño Bianchi Alarcón a tocar piano. Era 1930. Y tras esa actuación, mientras asistía al Conservatorio en las tardes, formó una pionera orquesta infantil con niños de su edad. ‘‘No era una orquesta clásica ni mucho menos: tenía un acordeón, una batería, un violín, un piano’’, recuerda. ‘‘Con este grupo dimos dos vueltas a Chile’’.
Bianchi había empezado a los seis años a estudiar con los maestros Daniel Julio y Olga Águila, y a los once, en 1931, entró al Conservatorio de la Universidad de Chile, donde cursó estudios completos de piano, composición y dirección orquestal. Se iba en tranvía desde su casa hasta el viejo edificio de San Diego con Cóndor. ‘‘En ese tiempo quién no quería ser un Arrau’’, explica, aunque su camino iba a ser otro. ‘‘Al final, a los veinte años, tocaba mucho piano pero dije ‘estoy perdiendo el tiempo’ y me dediqué a lo que me gustaba: orquestación, dirección de grupos. Así que me metí en la música chilena’’.
‘‘Fantasías orquestadas, tonadas rítmicas y variaciones con aire de cueca’’ son los nombres genéricos que acuñó para sus composiciones ‘‘al estilo chileno’’. A los dieciocho años empezó a escribir. Sus primeras piezas figuran en la película musical Amanecer de esperanzas (1941) de Miguel Frank, con la cantante María Eugenia Guzmán: el vals ‘‘Rayito de sol’’ y la canción lírica ‘‘Amanecer’’ que, arreglada luego por Donato Román Heitmann para coro y orquesta, fue empleada como cortina en el cine Rex y grabada por el cantante mexicano Pedro Vargas cuando visitó Chile en 1937. ‘‘Con todos los compositores de ese tiempo hicieron un almuerzo en la RCA Victor, e incluso me tocó acompañar a Vargas ahí’’, recuerda Bianchi. ‘‘Nos hicimos muy amigos, nos encontramos después en Buenos Aires, en varias partes’’.
Entre sus obras de esa época está ‘‘Abejorros’’, definida por el autor como ‘‘fantasía orquestal tipo americana’’, también usada como cortina musical en radio y TV y compuesta hacia 1942, durante una sesión con Malú Gatica. Además le pertenecen los arreglos del himno del club deportivo de la UC (1943). Sonia y Myriam, Lucho Gatica y Los Huasos Quincheros, con quienes grabó boleros, son algunos de los cantantes que trabajaron con Bianchi, quien en la época se perfiló como autor y director y abordó con su orquesta la floreciente escena radial en las emisoras Agricultura, Corporación, Minería y Cooperativa.
‘‘La radio iba creciendo y yo fui creciendo con ese movimiento. Tipo diecisiete años ya organicé la primera orquesta grande, con doce o catorce músicos profesionales’’, recuerda. A comienzos de la década del '40, con poco más de veinte años, ganó un contrato para dirigir una orquesta en la radio El Mundo de Buenos Aires, actuó en Uruguay y participó en grabaciones del sello RCA Victor argentino con Juan Arvizu y Pedro Vargas, entre otros. Por tres años trabajó alternadamente entre Argentina y Chile. Y en 1950 consiguió un segundo contrato, esta vez con la radio El Sol de Lima, Perú. Ahí llegó como director del Trío Llanquiray, integrado por la cantante Hely Murúa, con quien se había casado en 1947, y trabajó hasta 1954 como director musical.
A su vuelta a Chile, después de haber grabado para el sello RCA Victor, Bianchi se cambió a EMI Odeon. ‘‘Empecé a insistir en grabar música chilena. Porque había hecho un trabajo similar sobre la música peruana’’, recuerda: de su estada en ese país datan canciones como el vals ‘‘Peruanita bonita’’ y las tonadas típicas chilenas ‘‘Campito de mi tierra’’ y ‘‘Chile compañero’’. Y su regreso iba a quedar marcado sobre todo por su trabajo junto a Pablo Neruda.
Bianchi y Neruda: tonadas
En 1955, durante las Fiestas Patrias de ese año, el 18 de septiembre Vicente Bianchi se sentó al piano a concretar una idea que traía desde Perú: componer música para versos de Neruda. Escogió el poema ‘‘Manuel Rodríguez’’, del libro ‘‘Canto general’’ (1950): una cueca nerudiana dedicada la vida, pasión y muerte del guerrillero. Aunque cambió el ritmo original de cueca.
‘‘La forma que me parecía más lógica era como tonada y no como cueca’’, recuerda. En el mismo año, durante una velada entre Neruda y Bianchi en la casa del juez René Pica, Silvia Infantas y los Baqueanos llegaron a cantar esa noche por primera vez, para el poeta, la canción ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’.
‘‘Me junté con Neruda para presentarle las tonadas y se volvió loco con esta cosa porque dijo que era lo que había siempre soñado: tener la oportunidad de llegar al pueblo con sus versos cantados. Porque la gente lo leía, pero ahí quedaba todo’’, recuerda Bianchi. Fue el inicio de un trabajo sostenido: siguientes pasos fueron el ‘‘Romance de los Carrera’’ y el ‘‘Canto a Bernardo O’Higgins’’, escritos por Neruda para Bianchi. Grabadas por la propia Silvia Infantas y los Baqueanos, ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’ fue un hito de popularidad de la década de los ’50, comparable a los boleros de Lucho Gatica o los primeros discos de Los Huasos Quincheros.
En total Bianchi suma catorce canciones sobre versos del poeta. Además puso música a ‘‘A la bandera de Chile’’, ‘‘Salitre’’, el ‘‘Poema XV’’ o a cuatro de los ‘‘Cien Sonetos de Amor’’ como ‘‘Antes de amarte’’ y ‘‘Te quiero porque te quiero’’. Es un trabajo que se extendió más allá de la entrega del premio Nobel a Neruda en 1970. Bianchi visitó a su amigo en Isla Negra pocos días antes de la muerte del poeta, en 1973, y éste le entregó unos últimos versos, inéditos, bajo el título de ‘‘La noche de Chillán’’.
‘‘Fue una amistad como de veinte años. Incluso quiso grabar su voz, también. El problema era político. Como él era tan de izquierda, era un hombre siempre resistido. Costó, pero se hizo. Terminó haciendo cuatro o cinco long-plays’’, recuerda. Gracias a Vicente Bianchi, y un cuarto de siglo antes de que Los Jaivas consiguieran un efecto similar con su disco Alturas de Macchu Picchu (1981), Neruda traspasó por primera vez las fronteras de la poesía y llegó incluso a los ránkings de ventas de discos. Y con esos versos que Neruda le entregó en su lecho de muerte en 1973, y que Bianchi guardó por 25 años, volvió a hacerlo: ‘‘La noche de Chillán’’, interpretada por el grupo Santiago Cuatro, ganó la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar en 1998. Con música de Vicente Bianchi y letra de Pablo Neruda.
A la chilena: misas criollas
El siguiente hito en su carrera volvió a ampliar el alcance musical de Vicente Bianchi: esta vez fue una incursión en el repertorio religioso. En 1964, tras el Concilio Vaticano II, el Papa Juan XXIII permitió cantar y celebrar las misas, hasta entonces en latín, en el idioma de cada país. Bianchi ya había preparado una ‘‘misa chilena’’ que presentó al Cardenal Raúl Silva Henríquez. Con ritmos mapuches, cantos corales, danzas nortinas y una cueca al cierre, su Misa a la chilena fue presentada en 1965 en el programa ‘‘¡Aún tenemos música, chilenos!’’ de José María Palacios en Radio Cooperativa, y estrenada por el Coro Chile Canta en la capilla Santa Adela de Cerrillos.
‘‘Había que empezar muy suavemente porque era un movimiento demasiado arriesgado. La iglesia entró en un movimiento de cambio total con el Concilio Vaticano. Cambió la actitud de los curas incluso frente a la asamblea. Hasta ese momento ellos celebraban de espaldas, mirando hacia el altar’’, recuerda el autor. ‘‘Todo lo nuevo generalmente provoca oposición. Pero al final logramos imponernos. Viejitas llorando llegaban a comulgar, vinieron de la televisión francesa a filmar cómo era esta cosa de las misas criollas’’.
En 1968 el mismo Cardenal Silva Henríquez encargó a Bianchi otra obra religiosa: esta vez hacía falta una versión chilena del Te deum laudamus, el rito católico de acción de gracias celebrado cada septiembre y que por más de un siglo había sido oficiado en latín. Con letra del sacerdote Felipe Lázaro, fue estrenado en 1970, y en el mismo año Bianchi rubricó este repertorio con su Misa de la Cruz del Sur o Misa sudamericana, que se basa en ritmos de diez países del continente como el samba, la zamba, una danza boliviana, el triste, la guarania y la cueca.
La Misa a la chilena es una de las obras más difundidas de Vicente Bianchi. En octubre de 1990 el autor dirigió una versión con la Orquesta Sinfónica de Paraguay en Asunción, y en mayo de 1993 fue interpretada por el coro Ina-Naftaplin de Zagreb en la ciudad de Varadzin, Croacia. ‘‘Ha viajado más que yo. La he dirigido en Estados Unidos, en Brasil, casi en todo Chile. Y me la piden de todos lados: de España, de Italia, casi toda Europa, de Ucrania…’’, dice Bianchi. ‘‘Quién va a pensar en Ucrania’’.
El autor también reanudó su trabajo en el cine con la música de la película Ayúdeme usted, compadre (1968), de Germán Becker. En 1996 presentó la que fue una de sus últimas creaciones: ‘‘Danzas regionales de Chile’’, con bailes folclóricos en arreglos para orquesta sinfónica, que ya han sido estrenados por el director en Antofagasta, La Serena, Concepción, Temuco y también en Paraguay.
Bianchi compitió dos veces en el Festival de Viña antes de ganar en 1998: obtuvo el segundo lugar en el primer festival con la canción ‘‘Viña de mis amores’’ (1960), y llevó en 1973 la ‘‘Canción a la bandera’’, sobre otro texto de Neruda, interpretada por Los Fortineros. Su triunfo en 1998, a los 78 años, coincidió además con la época de los reconocimientos.
El Premio Nacional, las últimas obras y el adiós
En 1996 Bianchi recibió el Premio Nacional del Folclor de parte del Sindicato de Folcloristas de Chile. En 2002 obtuvo la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral, otorgada por el Ministerio de Educación, y el mismo año recibió el gubernamental Premio a la Música Chilena. En agosto de 2016, tras la insólita cantidad de diecisiete postulaciones previas, recibió por fin el Premio Nacional de Artes Musicales —a sus 96 años—, siendo el primer compositor popular y el segundo nombre de la música no docta en conseguirlo (tras Margot Loyola, que lo obtuvo en 1994). «Me siento entre los grandes de Chile», dijo al recibirlo.
Tras su premio, y revelando que estuvo activo hasta el final de sus días, editó dos trabajos más: en 2016 el disco Chile fértil, que grabó en tres jornadas, junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, a cargo del histórico ingeniero Luis Torrejón, y con un grupo especialmente armado para la grabación: el Ensamble Vicente Bianchi. Las canciones las había acumulado hacía varios años, y eran poemas unidos porque "hablan de Chile", como lo definió. Diez canciones de autores como Pepe Cornejo, Héctor Rodríguez, Humberto Tassara, y el propio Pablo Neruda, de quien incluyó "La noche de Chillán", con la que ganó el Festival de Viña del Mar en 1998.
Dos años después lanzó Bianchi inédito, con registros sinfónicos de obras de música folclórica nunca antes grabadas, e interpretadas por la Orquesta de Cámara de Chile, bajo la dirección de Alejandra Urrutia. Ese sería el último disco de su vida. En la madrugada del lunes 24 de septiembre de 2018 falleció en su casa en La Reina a los 98 años. Con honores oficiales, Bianchi fue velado durante dos días en la Sala Arrau del Teatro Municipal y su misa fúnebre tuvo lugar en la Catedral Metropolitana de Santiago, donde se le despidió con música. Ese 26 de septiembre participaron la soprano Verónica Villarroel, la Orquesta de Cámara de Chile, el Ballet Folklórico Nacional (Bafona) y el Coro Vicente Bianchi, formado por 80 voces.
Canciones
1. La refalaíta
2. Polvareda en el camino (adiós a Los Cuatro Huasos)
3. Abran quincha, abran cancha
4. Escenas campesinas
5. Abejorros
6. Tríptico sinfónico
7. Los amores de una pollita
8. Dos danzas de la Patria Vieja
-El aire
-El pequén
9. Danza de La Tirana
10. Remolienda
Reeditado en CD en 2007 como parte de la Colección Bicentenario/EMI-MusicaPopular.cl, con repertorio y carátula originales.
Canciones
1. Selección de temas de Nicanor Molinare
2. Diablito de Talamí
3. Al pie de una guitarra
4. Cantares chilenos
5. Selección de temas de Donato Ramón Heitmann
6. La tranquera
7. Así es mi suerte
8. La rosa y el clavel
Orquesta dirigtida por Vicente Bianchi. Solo de piano: Valentín Trujillo. Orquesta dirigtida por Vicente Bianchi. Solo de piano: Valentín Trujillo.
Canciones
1. Parti
2. Antofagasta
3. Vanidad
4. Pregúntale a las estrellas
5. Amanecer
6. Yo quiero tener un boite
7. Una pena y un cariño
8. El paso del pollo
Reeditado en CD en 2007 como parte de la Colección Bicentenario/EMI-musicapopular.cl, con repertorio y carátula originales.
Canciones
1. Señor, ten piedad de nosotros (Kyrie)
2. Gloria
3. Credo
4. Santo (Sanctus)
5. Cordero de Dios (Agnus Dei)
6. Aleluya.
Canciones
1. Si vas para Chile
2. El corralero
3. Amanecer
4. Matecito de plata
5. Río abajo
6. Bajando pa' Puerto Aisén
7. Cura de mi pueblo
8. Recuerdos de Santiago
9. Viejo pregón
10. Chiu Chiu
11. Camino agreste
12. La palomita.
Reeditado en CD en 2007 como parte de la Colección Bicentenario/EMI-musicapopular.cl, con repertorio y carátula originales.
Canciones
1. Canto de entrada
2. Señor, ten piedad (Kyrie)
3. Gloria
4. Credo
5. Canto de ofrendas (Ofertorio)
6. Santo (Sanctus)
7. Padre nuestro
8. Cordero de Dios (Agnus Dei)
9. Canto de paz y comunión
10. Canto de salida.
Canciones
1. Presentación
2. Tonadas de Manuel Rodríguez
3. Romance de los Carrera
4. Canto a Bernardo O'Higgins
5. Locución
6. A la bandera de Chile
7. Elegía para cantar
8. Locución
9. Salitre
10. Locución
11. Poema 15
12. No estés lejos de mí
13. Te amo y no te amo
14. Antes de amarte
15. No te quiero sino porque te quiero
16. Locución
17. La noche de Chillán
18. Locución
19. La nerudiana
-
Canciones
- Tonada rítmica.
- Tonada de Manuel Rodríguez
- Romance de Los Carrera
- Canto a Bernardo O'Higgins
- Preludio melancólico
- Variaciones en aire de cueca
- Gracias a la vida
- Sajuriana
- Amanecer
- Pericona
- Así es mi suerte
- Danzas de la tirana
- Esa chiquilla que baila
- Abejorros
Canciones
1. Chile fértil
2. Santiago del Nuevo Extremo
3. Estrofas a La Quintrala
4. Amanecer
5. Epopeya triste
6. Adiós al 7mo de Línea
7. Cigarra de la tierra
8. La noche de Chillán
9. Rancagua 1814
10. Farewell
A los 98 años de edad, y dos años después de ser distinguido con el esquivo Premio Nacional de Música, Vicente Bianchi asistió en persona al Teatro Municipal de Ñuñoa para ver el estreno de la serie de obras de carácter típico que mantuvo sin registrar fonográficamente por un largo período. Las partituras fueron grabadas por la Orquesta de Cámara de Chile, bajo la dirección de Alejandra Urrutia. Son ocho composiciones seleccionadas de ese catálogo histórico e inescuchado. Todas se mueven en esa intención de representar la panorámica de danzas y ritmos chilenos a través de la orquesta de cuerdas. Las obras de mayor antigüedad son “Scherzando” (1940), que Bianchi escribió a sus 20 años, y “Tonada rítmica” (1941), mientras que los distintos aires folclóricos se representan en piezas de su década de oro como compositor: “Momento andino” (1951) o “Zamacuecas” (1957). A ellas se suman otras obras, creadas en los años '90, como “Sajuria y sajuriana” o “Trote y cachimbo”. Bianchi inédito es el cierre de un proyecto de homenaje al gran autor chileno de música folclórica para orquestas, iniciado en 2017 con el concierto que la propia Orquesta de Cámara de Chile efectuó en el Teatro Municipal de Santiago. —Iñigo Díaz
Canciones
1. Tonada rítmica
2. Zamacuecas
3. Sajuria y sajuriana
4. Trote y cachimbo
5. A La Tirana
6. Rin y pericona
7. Momento andino
8. Scherzando
Extenso compilado de cuatro discos, con una selección de los registros de raíz folclórica en los archivos del sello EMI y EMI-Odeon, desde 1950 hasta 1980.
Canciones
Disco 1:
1. El cóndor pasa (Daniel A. Robles – M. Clavero – Jorge Milchber) – Kollahuara
2. Mi raza (Márquez) – Guamary
3. Condorcanqui (Roberto Márquez) – Illapu
4. La mariposa (Tradicional) – Inti Illimani
5. Cacharpaya de Pasiri (Andrés Márquez) – Illapu
6. Caliche (Calatambo Albarracín) – Tacora
7. Carnaval de Chiapa (Tradicional- Adaptación de Andrés Márquez) – Illapu
8. Alturas (Horacio Salinas) – Inti Illimani
9. Prenda querida (Gilberto Rojas) – Guamary
10. Subida (Ernesto Cavour) – Inti Illimani
11. Chaski (Juan Silva) – Kollahuara
12. Fiesta puneña (Eduardo Falú) – Inti Illimani
13. La cacharpaya (Tradicional) – Kollahuara
14. Nací por las salitreras (Richard Rojas) – Conjunto Lonquimay
15. Supay yocaya (Tradicional) – Guamary
16. Wiñai wayra (Tradicional) – Kollahuara
17. Plegaria nortina (D.R.) – Los Patricios
18. La guerrera del amor (D.R.) - Conjunto Lonquimay
19. Tinku (Tradicional) – Inti Illimani
20. El canto del cuculí (Eduardo Carrasco) – Quilapayún
21. Oración del minero (Eduardo y Gastón Guzmán) – Quelentaro
22. La canción del minero (Víctor Jara) – Quilapayún
23. Quiaqueñita (Del folklore argentino) – Inti Illimani
24. Arriba quemando el sol (Violeta Parra) – Violeta Parra
25. Vengo de Pozo Almonte (D.R.) – Los Hermanos Guzmán
Disco 2:
1. Tamarugo y yerbabuena (V. Lepe B.) – Dúo Coirón
2. Canción del sol (D.R.) – Víctor Sanhueza
3. Maldigo del alto cielo (Violeta Parra) – Violeta Parra
4. El corralero (Sergio Sauvalle) – Los Huasos Quincheros
5. Refalosa libertaria (Richard Rojas) – Conjunto Lonquimay
6. Huaso ladino (Luis Bahamondes) – Los Huasos Quincheros
7. Yo soy como la sajuria (D.R.)- Conjunto Millaray
8. La trastrasera (Folklore chileno) - Conjunto Millaray
9. Del cielo derramen flores (D.R.) – Conjunto Ancahual
10. Camino de luna (Luis Aguirre Pinto) – Cuarteto Llaima
11. La Violeta y la Parra (Jaime Atria) – Los Huasos de Algarrobal
12. Homenaje al huaso (D.R.) – Los Cuatro Hermanos Silva
13. Ay Agüita de mi tierra (Los Cuatro Huasos) – Los Huasos Quincheros
14. Estando mi pecho en llave (folklore chileno) – Conjunto Ancahual
15. La niña sin creito (Folklore chileno) – Conjunto Millaray
16. Manta de tres colores (Clara Solovera) – Los Huasos Quincheros
17. Los pajarillos (D.R.) – Conjunto Ancahual
18. Nostalgias colchagüinas (Raúl de Ramón) – Los Huasos Quincheros
19. Mi velorio (Nano Parra) – Los Patricios
20. La paloma (Folklore chileno) – Mira y Poncho
21. Chile (Jorge Infantas) – El mestizo Antihuala
22. Hotu Matua (Taina Vaikava) – Taina Vakava
23. Hanga Rahi (Lidia Pate) – Taina Vakava
24. He Maori (Nicolás Pakarati) – Taina Vakava
25. Sau Sau (Folklore pascuense) – Cuarteto Llaima
26. Adiós adiós (D.R.) – Los Pascuenses
27. La coquetona (Anónimo) – Anónimo
28. Huaso (D.R.) – Silvia Infantas y Los Baqueanos.
Disco 3:
1. Te juiste pa’ ronde (Clara Solovera) – Los Huasos Quincheros
2. Rosa colorada (Raúl de Ramón) – Los Huasos Quincheros
3. Pregón del diarero (Sergio Sauvalle) – Los Huasos de Algarrobal
4. Huasita regalona (D.R.) – Silvia Infantas y Los Cóndores
5. Camino de Luna (Luis Aguirre Pinto) – Los Huasos de Algarrobal
6. Mi banderita chilena (D. Román Heitmann) - Silvia Infantas y Los Cóndores
7. Mi caballo blanco (Francisco Flores del Campo - Los Huasos Quincheros
8. Si vas para Chile (Enrique Marín) - Silvia Infantas y Los Cóndores
9. Dos danzas de la patria vieja (D.R.) – Vicente Bianchi
10. La jardinera (Violeta Parra) – Violeta Parra
11. El roto chileno (D.R.) - Silvia Infantas y Los Cóndores
12. La burrerita (Sofanor Tobar) – Los de Las Condes
13. La pericona se ha muerto (Violeta Parra) – Violeta Parra
14. No sé qué tiene esta calle (Folklore chileno)- Quelentaro
15. Bajando pa’ Puerto Aysén (Diego Barros Ortíz – J. Bernales) – Los Huasos Quincheros
16. Zamba ay sí (Folklore chileno) – Conjunto Millaray
17. Pregones varios (Anónimo) – Pregonero Anónimo - José Olegario Ramos
18. En un pueblo del sure (Miguel Gutierréz) – Conjunto Graneros
19. Qué le hace el agua al pescao (Folklore chileno) – Héctor Pavez
20. El diablo (Folklore chileno) – Conjunto Graneros
21. Del cerezo (Eduardo y Gastón Guzmán) – Quelentaro
22. Anónimos Mapuches (4 temas de recopilación directa, en vivo) (Anónimo) – Anónimo
23. Para subir al cielo (Folklore chileno) – Caituy
24. Corazón de escarcha (Chilote Campos) – Héctor Pavez.
Disco 4:
1. Galambito temucano (Violeta Parra) – Violeta Parra
2. La pericona macho (Folklore chileno) – Conjunto Achao
3. La zorrita (Folklore chileno) – Conjunto Magisterio de Chonchi
4. Huincahonal (Álvaro Marfán) – El Mestizo Antihuala
5. Alma en pena (Eladio López) – Quelentaro
6. Pericona de Lemuy (Folklore chileno) – Conjunto Magisterio de Puqueldón
7. Pericona a Chiloé (Richard Rojas) – Conjunto Lonquimay
8. La pericona Huilliche (Del folklore chileno recogida por Gabriela Pizarro) – Conjunto Millaray
9. La nave (Folklore chileno) – Conjunto Magisterio de Puqueldón
10. Himno a Chiloé (Folklore chileno) – Conjunto Achao
11. Tristura (Eduardo y Gastón Guzmán) – Quelentaro
12. El lobo chilote (Andrade – Díaz) – Héctor Pavez
13. La seguidilla (Folklore chileno) – Conjunto Magisterio de Puqueldón
14. El tornado (Folklore chileno) – Héctor Pavez
15. El pavo (Del folklore chileno recogida por Héctor Pavez) – Conjunto Millaray
16. El gorro de lana (Jorge Yáñez) – Jorge Yáñez
17. Pericona de Cucao (Folklore chileno) – Conjunto Magisterio de Chonchi
18. Tucuquerere (Folklore chileno) – Conjunto Millaray
19. Cueca larga chilote (Folklore chileno) – Héctor Pavez
20. Las chicas de Huillinco (Folklore chileno) – Conjunto Magisterio de Chonchi
21. La huillincana (Folklore chileno) – Conjunto Millaray