Eduardo Carrasco

Compositor y nombre clave para la tradición popular chilena de los años '60, Eduardo Carrasco fue el pilar de Quilapayún desde sus inicios y hasta bien entrados los años '80, lo que significó acompañar su trabajo incluso en las turbulencias propias del exilio. Fundó el conjunto junto a su hermano Julio y el cantautor Julio Numhauser cuando aún era estudiante de Filosofía del Pedagógico de la Universidad de Chile. De ahí en adelante, Carrasco se convirtió casi en un símbolo del carácter disciplinado, creativo, generoso e investigativo que distinguió a Quilapayún, sin contar, por cierto, el de su férrea militancia comunista. Abandonó el conjunto entre 1988 y 2003, y en ese período su trabajo musical público fue más eventual que regular.

Fechas

Santiago - 02 de julio de 1940

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Grupos

Jorge Leiva

En 1988 Eduardo Carrasco renunció al Quilapayún. Ese año el grupo había regresado a Chile ante el fin del exilio, pero tras algunas presentaciones los músicos resolvieron no establecerse en el país. Todos retornaron a Francia, excepto Carrasco que, impulsado por razones familiares, resolvió radicarse definitivamente en Chile. Quilapayún perdía así a su fundador y su histórico director quien, como Willy Oddó el año anterior, dejaba el histórico grupo.

Carrasco, entonces, retomó su carrera académica. Había estudiado Filosofía antes de ser músico, incluyendo algunos años en Alemania, y nunca dejó de estudiar ni escribir sobre el tema. En 1988 se ocupó, entonces, como profesor de filosofía en la Universidad de Chile, y además en otros oficios: Desempeñó varios cargos gubernamentales ligados al tema cultural, y a fines de los '90 fue director de la escuela de música de la SCD.

Como filósofo ha escrito más de 20 libros, y es un nombre bastante respetado en su disciplina, a la que considera su auténtico oficio en desmedro de su condición de músico. "En la academia es mal visto que un profesor ande por ahí cantando en escenarios no siempre prestigiosos, y, para colmo, vestido con un poncho negro" dice en el libro Conversaciones conmigo mismo, tercer volumen de una serie de conversaciones con artistas y pensadores que ha publicado desde los años '90,  y que incluye una entrevista  a sí mismo (o una  suerte de autobiografía) publicada en el 2010.

Su retiro de la música tras su salida de Quilapayún, sin embargo, nunca fue total. En 1990, tras presentar algunas canciones a festivales con el cantante Osvaldo Díaz, el intérprete editó un cassette solo con canciones de Carrasco, y que dirigió junto a Miguel Zabaleta, ex integrante de los Red Juniors y director de orquesta desde los '80. El cassette se llamó Amar amor, e incluyó una canción que antes había grabado con Quilapayún ("Todo tiene que ver"), pero el sonido se acercó más a los parámetros de la balada de esos años, que al trabajo con su viejo conjunto.

En 1996 tuvo una incursión solista con el disco Carrasco. Producido por Carlos Cabezas, el álbum tuvo algunos intentos de difusión, con el tema "Me gusta Chile", pero no alcanzó una resonancia mayor. Ironías sobre la historia,  canciones de amor (algunas incluidas en el disco con Osvaldo Díaz) y una canción a su hija, fueron los ingredientes del disco, que -al final- no se materializó en un regreso de Carrasco al camino musical.

Pero el 2003, su vieja agrupación lo hizo definitivamente cambiar de opinión. Impulsado por la renuncia de varios de sus compañeros a Quilapayún, y ante la necesidad de lo que llamaron "recuperar el nombre del grupo", Carrasco se sumó a otros seis músicos y encabezó el proceso de reunión del conjunto, en una historia que terminó judicialmente en 2016, en favor de la facción que encabezaba él, y que artísticamente se tradujo en varios discos y una permanente agenda de presentaciones en vivo.

La producción de los discos de su hija Manu Carrasco, y la composición de canciones para el también Quilapayún Ismael Oddó, han sido dos desvíos solistas de su carrera musical, simultáneas a su segunda epoca en su conjunto, pero que el 2018 tuvo un hito más personal: El segundo disco solista, Carrasco 2. Con la producción de Fernando Julio, en el disco exploró otros ritmos, como la guajira y hasta el rap, e imprimió sus características críticas e ironías en sus letras. "La porquería que canto es pura imaginación", dice en la canción "Yo canto desafinado".

Actualizado el 17 de noviembre de 2023