Daniela Medel

Daniela Medel
Foto: Daniela Ubilla / La Casa de Todos

Daniela Medel

Inicialmente reconocible como guitarrista, acordeonista, pianista o tecladista en bandas de música tan distinta como las de Javier Barría, Camilo Eque o Mauricio Barraza, Daniela Medel alcanzó su dimensión solista a través de Sincronía (2017), disco con el que puso en circulación un primer cancionero autoral que la respaldó como compositora y que presentó como propuesta un pop intenso, de bordes íntimos y auténtica poesía existencialista juvenil, en el siempre insondable desencuentro de los pensamientos y las emociones.

Fechas

Santiago - 19 de mayo de 1987

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2010 |2020 |

Géneros

Con estudios de guitarra clásica en la Universidad Católica y de Teoría de la Música en la Universidad de Chile, Medel derivó en el piano como instrumento propio. Así accedió, por ejemplo, a los talleres de improvisación libre impartidos en la U por el pianista Martin Joseph. La voz como instrumento apareció después, cuando Medel tenía 21 años y entonces tomó lecciones con Arlette Jequier. Más adelante sumó estudios de improvisación con los jazzistas Jorge Díaz y Carmen Paz González, además de composición y arreglos con Marcello Martínez. Todo ello le significaría contar con amplias herramientas para su aparición en la música popular.

Incursiones en distintos estilos musicales, funk, soul, gospel, música latinoamericana y un dúo de bossa nova con el guitarrista Gabriel Rammsy, marcaron esa primera etapa de su trayectoria. En 2013 comenzó a tocar con el trovador valdiviano Camilo Eque, con quien grabaría los discos Matriz (2014) y Aurora (2016), a la par de una participación en la banda de Javier Barría, que presentó en una serie de conciertos el disco Folclor (2014). Luego se sumó como pianista al octeto de fusión del clarinetista Mauricio Barraza para grabar Baladí (2017).

La emancipación llegó hacia 2015, cuando Daniela Medel comenzó a escribir sus canciones, verdaderas reflexiones de la vida interio, que serían parte de ese debutante Sincronía. El disco fue producido por el propio Barría (en ese período con trabajos para álbumes de Dulce y Agraz y de Benjamín Walker), y grabado en parte en el subterráneo de un antiguo edificio de Ñuñoa conocido como Czecoslovaquia.

Actualizado el 30 de octubre de 2020