Cómo Asesinar a Felipes

Rap experimental o rap fusión son términos que los propios músicos de Cómo Asesinar a Felipes incorporaron a su imaginario inmediatamente después de su resonante debut discográfico a mediados de 2008. El álbum se llamó simplemente —aunque nada de simple como concepto estético— Cómo Asesinar a Felipes y ahí reunieron en una misma plataforma la rima y el swing, y la tornamesa y el trío jazzístico. En 2020, el proyecto obtuvo el premio Pulsar en la categoría Música urbana por el sobresaliente álbum Naturaleza muerta (2019).

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Años

Santiago, 2007 -

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |2020 |

Géneros

Integrantes

Koala Contreras, voz (2007 - •)
DJ Spacio, tornamesas y efectos (2007 - •)
Marcos Meza, piano (2007 - 2013)
Sebastián Muñoz, bajo (2007 - 2022)
Felipe Salas, batería (2007 - •)
Gabriel Paillao, piano (2013 - 2015)
Cristián Gallardo, saxo alto y flauta traversa (2016 - •)
Raimundo Santander, bajo (2022 - •)

Iñigo Díaz

Desde la nueva propuesta y la inspiración de la música de The Roots o el pianista post-bop McCoy Tyner, el grupo se desdobló: fue un quinteto de jazz que reemplazó la trompeta y el saxo tenor por la tornamesa y la palabra como elementos solistas, y también fue un grupo de hip-hop que desplegó su poesía rítmica existencial sobre una base de loops producidos por instrumentos reales y no por máquinas.

Tres estudiantes de la Escuela Moderna, más interesados en la música intuitiva que en la académica, iniciaron el proyecto. En 2007 el pianista Marcos Meza (alumno del pianista de jazz Mario Feito y de sesión Pablo Bruna), el bajista Sebastián Muñoz (del bajista eléctrico Miguel Pérez) y Felipe Salas (del baterista y percusionista clásico Juan Coderch) elaboraron su propio conocimiento teórico sobre la música y la aplicaron a la lógica del loop. Después de escuchar el disco Homónimo (2004) del colectivo hip-hop FDA, Salas acudió a un concierto de Koala Contreras (uno de sus maestros de ceremonia) y le pidió integrarse al grupo. Luego se unió DJ Spacio (colaborador de Solo di Medina y Anita Tijoux) y la banda quedó configurada en dos frentes: piano, bajo (de sonido tipo contrabajo) y batería, además de MC y DJ.

Apenas una temporada después de la publicación del explosivo debut con Cómo Asesinar a Felipes (2008), el mismo sello Potoco Discos editó el álbum Un disparo al centro (2009), donde el grupo mantuvo la formación de quinteto e incluyó ensambles de cámara con instrumentos de la Orquesta Sinfónica Juvenil como flauta traversa, clarinete, fagot, trombón o tuba. Para el año siguiente, con Colores y cadáveres, Cómo Asesinar a Felipes impulsó un proyecto de colaboraciones, observando tres ámbitos predominantes en sus influencias musicales: el rap (con la participación de Epicentro de Calambre), el jazz (con el guitarrista Raimundo Santander, integrado años más tarde como bajista) y el punk rock (con el emblemático Álvaro España, de Fiskales Ad-Hok).

Viaje hacia California
Su álbum Comenzará de nuevo (2012) marcó entonces el inicio del trabajo con el sello a Koolarrow Records, de Bill Gould (productor de Faith No More), y al mismo tiempo una nueva experimentación musical con el uso de timbres del sintetizador Roland RS 202 y el piano eléctrico Fender Rhodes. La música del quinteto se hizo más densa y atmosférica.

Después de esta sesión, el pianista y compositor Marcos Meza se alejó del grupo para iniciar un trabajo propio. En su reemplazo se integró el pianista de jazz Gabriel Paillao, formado en la Conchalí Big Band, que grabaría el álbum V (2014), una nueva sesión en California con Bill Gould y una nueva búsqueda sónica con el Korg MS-20. Ya en 2015, el grupo terminó de trabajar con piano e incorporó al versátil saxofonista de jazz Cristián Gallardo, y con él proyectaron una revisita al trabajo que durante casi una década habían desarrollado en los primeros formatos y sus variaciones. Así grabaron el disco Perros viejos, nuevos collares (2017), editado por El Templo Rekords, donde reobservaron el repertorio de cinco discos predecesores, con el sonido del saxo alto y la flauta traversa.

Cómo Asesinar a Felipes marcó una diferencia y fue un simbólico modo de sobrepasar la música académica, entrenada y premeditada, a través de un asesinato irónico producido por el personaje protagonista de los inicios: Simón Temato. Una idea matriz que además quedó expuesta en algunos de sus versos: “cortar las cuerdas, hacer cagar el piano, rayar el vinilo”.

Actualizado el 13 de abril de 2023