Iñigo Díaz

Con estudios de Composición en el Instituto de Música de la Universidad Católica, Menares se lanzó a la creación músical desde la espontaneidad e improvisación libre, como integrante del cuarteto experimental Dolores Fiuler (2002-05), surgido justamente como reacción a las doctrinas. Al mismo tiempo apareció como guitarrista de la Big Band UC (2000-04). Esta orquesta le abrió el acceso al jazz, género donde sería conocido musicalmente.

A mediados de esa década inició como acompañante, en el primer quinteto del tenorista Claudio Rubio, junto a la cantante swing Myriam O, el quinteto del clarinetista Mauricio Barraza que se presentó en el Festival de Jazz de Providencia de 2015 y donde actuó como bajista, y en los proyectos pop de Florencia Lira y de Lourdes Liss. Menares tuvo influencias que fueron desde los tradicionales Wes Montgomery y Barney Kessel hasta los vanguardistas Derek Bailey y Fred Frith, e incluso los guitarroneros de Pirque como Santos Rubio.

De este modo se movió en un frente de triple acción: su performance a la guitarra describió un péndulo desde los esquemas armónicos tradicionales del jazz, al rigor de la composición docta hasta llegar a la intuición total de la improvisación liberada. Y sobre los impulsos de la experimentación sónica debutó como solista con La bot sircle (2006), un trabajo de guitarras eléctricas y procesos.