Motete

El jazz eléctrico y el uso de ritmos latinoamericanos han sido dos vías musicales del grupo Motete, liderado en Copiapó por el saxofonista y flautista serenense Sergio Olivares. Su propuesta de un jazz fusión de carácter nortino quedó de manifiesto en discos como Tributo a Atacama (1999) y Evolución (2003), y así Motete apareció en un panorama que tuvo como antecesores a Alsur (1986), Apus Jazz Bank (1991) y La Marraqueta (1992).

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Años

Copiapó, 1995 -

Región de origen

Atacama

Décadas

1990 |2000 |2010 |

Géneros

Motete

Integrantes

Sergio Olivares, flauta, saxo alto, saxo tenor, guitarra acústica (1995 - •).
Oscar Arqueros, batería (1995 – 1997).
Guillermo Castellón, contrabajo, percusión (1995 – 1997).
Sergio Delard, guitarra acústica, voz ( 1995 – 1999).
Alexis Estay, guitarra (1995 - 1999).
Marco Villegas, batería (1998 - 1999).
Rodrigo Gorvín, bajo (1998 - 2000).
Tito Véliz, guitarra (2000 - 2011).
Luis Corón, batería (2000 - 2011).
Marcelo Lutz, teclados (2000 - 2004).
Omar González, bajo (2000 - 2004).
Carlos Neyra, bajo (2005 - •).
Patricio Varela, teclados (2005 - 2009).
René Tapia, teclados (2010 - •).
Orlando Rojas, batería (2011 - •).
Joaquín Olivares, saxo alto (2011 •).

Iñigo Díaz

Las primeras influencias de Motete llegaron con los héroes de la fusión: el tecladista Chick Corea, el guitarrista Pat Metheny o el grupo capital Weather Report, además de manifestaciones latinas como las del grupo cubano Irakere y los guitarristas Paco de Lucía o Egberto Gismonti, y también de un ensamble chileno de gran trascendencia en la música de fusión como La Hebra. Sergio Olivares fundó el grupo en 1995 junto al guitarrista Sergio Delard, el contrabajista Guillermo Castellón, el percusionista Óscar Arqueros y otros músicos que trabajaban como profesores en el Liceo de Música Copiapó.

Olivares comienza a componer material y definir el sonido del grupo luego de un activo período de presentaciones en vivo en la Tercera Región. Esa búsqueda culmina en el disco Tributo a Atacama (1999), ya con una formación más abierta en cuanto a timbres, con la participación de un segundo guitarrista, Alexis Estay, y sidemen y colaboradores como Sergio Contreras (trompeta), Hugo Rifo (violín), Rodrigo Gorvín (bajo) más la combinación batería-percusiones que describió a prácticamente todos los grupos de fusión de la época: aquí con Marco Villega y Evert Aguilera, respectivamente, en un microsistema de ritmo. Para ese primer disco, Delard aportó con las composiciones “Viejo pimiento” y “Origen”, y Olivares escribió el resto del material: “Totoral”, “Chasqui”, “Entre humos y rieles (al ferrocarril Caldera-Copiapó)”, “Alicanto”, “Nantoco”, “Ancestros”, “Poruña a Poruña” y la homónima “Motete”.

El primer quiebre llega después de la salida del disco debutante en 1999, y sólo un año después el grupo se reactiva para una segunda época, más cohesionada y definida en una música de fusión local que se concretó la participación de solistas de la zona provenientes de la música popular. En 2003 editan Evolución, con la participación de Marcelo Lutz (teclados), Tito Véliz (guitarra), Omar González (bajo) y un nuevo tándem rítmico: Luis Corón (batería) y Maykol Merino (percusión). Motete llega a actuar en Santiago (en el Palacio de la Moneda), y en Valparaíso (en los Carnavales Culturales) y se consolida como puntal del jazz local con apariciones en Copiapó, Vallenar y Huasco, instalándose además como un proyecto de edad mediana dentro del jazz fusión latinoamericano, el antecesor de agrupaciones como Mamblues, Sur, La Otra Tierra, La Pincoyazz, La Saga y Fusión Judá.

Actualizado el 24 de julio de 2018