Fernando Rosas

Fernando Rosas
Foto: Universidad Católica

Fernando Rosas

Director de orquesta, profesor, fundador de coros y creador de audiencias, además de Premio Nacional de Música de 2006, Fernando Rosas Pfingsthorn es una de las personalidades más importantes en la música chilena académica en la segunda mitad del siglo XX. Desde la creación de la afamada Orquesta de Cámara de Chile (1964), la Agrupación Beethoven (1976), la Radio Beethoven (1981), la Fundación Beethoven (1990), la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (1994) y sobre todo el trabajo que llevó a cabo hasta desembocar en el nacimiento de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (2001), lo describen como un incansable gestor cultural.

Fechas

Valparaíso - 07 de agosto de 1931
Santiago - 05 de octubre de 2007

Región de origen

Valparaíso

Décadas

1950 |1960 |1970 |1980 |1990 |2000 |

Géneros

Iñigo Díaz

Nacido en el cerro Alegre de Valparaíso en 1931, es hijo de Lautaro Rosas Andrade, capitán de fragata, alcalde del puerto y creador del Museo Naval. Al tiempo en que estudiaba piano en el Conservatorio Municipal de Música de Viña del Mar, se estaba convirtiendo en un joven coleccionista. Un día vendió la serie filatélica que había reunido para adquirir con ese dinero sus primeros discos, que lo marcarían para siempre: el “Concierto para dos violines”, de Bach, y la “Quinta sinfonía”, de Beethoven.

A fines de los años ’40 ingresó a estudiar Leyes la Escuela de Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso, carrera de la que egresaría en 1954. Vinculado sostenida y seriamente con la música, un año antes ya había formado el Coro de la Universidad Católica de Valparaíso, un proyecto donde también estaba trabajando la compositora Sylvia Soublette, una de las colaboradoras fundamentales en su futura historia.

Una vez que abandonó la vida de abogado Rosas comenzó a estudiar música, primero en 1958, como becado en las academias de música alemanas de Detmold y de Hamburgo. Sus maestros fueron el chileno Juan Allende Blin y los alemanes Gerd Zacher y Federico Heinlein. Más tarde, con una beca Fullbright, en 1968 pasó unos meses en Nueva York, donde estudió dirección orquestal con Jean Morel en la Juilliard School of Music, la disciplina donde destacaría notoramiente en Chile. En 1975, finalmente, completaría sus estudios de Licenciatura en Música en la Universidad Católica.

Primeras gestiones: un jardín de Rosas y Flores
Hombre profundamente religioso y con un oído absoluto cordal, Rosas fue un gran conocedor de las obras universales, sobre todo de la música sacra. Bach fue siempre su norte; Beethoven su brújula. En 1960 creó el Departamento de Música de la Universidad Católica de Valparaíso, donde ese año organizó su primera orquesta de cámara. Pero más determinante fue su llegada a la capital para dirigir en 1964 el Departamento de Música de la Universidad Católica de Santiago, como sucesor de Juan Orrego Salas y de Juan Pablo Izquierdo. Allí plasmó su idea de una educación musical de excelencia, en una escuela de pensamiento y de pedagogía. Esa experiencia lo llevó a formar la histórica Orquesta de Cámara de Chile.

Se trataba de una agrupación de cuerdas integrada por los músicos jóvenes más destacados de la época: Jaime de la Jara, Fernando Ansaldi, Pedro Dandurain, César Araya y Alberto Dourthe (violines), Aberlado Avendaño y Manuel Díaz (violas), Arnaldo Fuentes y Roberto González (violonchelos) y Adolfo Flores (contrabajo), entre otros. En 1967 la agrupación camerística realizó una primera gira por Uruguay, Argentina y Brasil, y en 1970 obtendría su prestigio definitivo durante la gira por Europa, con presentaciones en Italia, Francia, Alemania, Rumania, Hungría, Polonia, Checoslovaquia, bajo la dirección de Rosas. Su repertorio consideraba obras de compositores chilenos: "Andante para cuerdas" (Alfonso Leng), "Visiones para 12 cuerdas" (León Schidlowsky) o "Antaras para doble cuarteto y contrabajo" (del peruano radicado en Chile Celso Garrido Lecca).

La llegada de la dictadura trajo consigo secuelas. Algunos músicos fueron exonerados de la Universidad Católica. Fernando Rosas se mantuvo en un trabajo de gestión mancomunado con Adolfo Flores, unos diez años menor que él. En 1976 fundó la Agrupación Beethoven, que en 1990 adquirió la figura definitiva de fundación. Era una entidad independiente de difusión de la música. Juntos produjeron recordadas temporadas con programas académicos y visitas de músicos como el Cuarteto Amadeus, el Trio di Trieste o el I Musici, pero también conciertos populares que abrieron el campo de apreciación musical en tiempos de censura y represión. Entonces actuaron en Chile la cancionista francesa Juliette Greco, el compositor de tango Astor Piazzolla, el músico hindustani Ravi Shankar o el guitarrista flamenco Paco de Lucía. En 1984 sería, además, un actor importante en la visita final de Claudio Arrau a Chile.

Rosas y Flores llegaron a ser conocidos como dupla. Utilizando sus apellidos acentuaron una marca: la de un jardín. En 1981, crearon la Radio Beethoven, plataforma de difusión de música docta que con el tiempo quedaría en manos de Flores. Rosas, en tanto, continuaría su labor de de gestión cultural a la cabeza de la Fundación Beethoven con sus grandes temporadas de música. En 1982 se hizo cargo de la Orquesta Sinfónica de Profesores, también conocida como la Orquesta del Ministerio de Educación, que no era sino una de las tantas transformaciones experimentadas por la Orquesta de Cámara de Chile, a la que había dirigido bajo ese rótulo por doce años.

Música para todos: el legado de la FOJI
Invitado por el ministro de Cultura de Venezuela, José Antonio Abreu, en 1991 Rosas viajó a ese país para conocer el Programa de Orquestas Juveniles que había obtenido importantes réditos como proyecto educativo. Impregnado de sus logros y alcances, el músico chileno se enfocó a un trabajo de las mismas características localizado en Chile, tomando la posta del proyecto inicial que en los años ’60 había puesto en marcha Jorge Peña Hen en La Serena, a quien había conocido en 1961. Ese trabajo de una educación musical en distintos niveles con niños y jóvenes había sido aniquilado luego del asesinato de Peña Hen a manos integrantes de la Caravana de Muerte, en septiembre de 1973.

Al alero del nuevo Ministerio de Educación, en 1992 Rosas puso en marcha un programa a nivel nacional para fundar y crear orquestas sinfónicas juveniles. Como parte de estos resultados en 1994 se creó Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, un conjunto estelar formado por músicos de hasta 25 años, que Fernando Rosas dirigiría hasta 2001.

Fue el año en que se oficializó el mayor proyecto de Rosas como legado para el país: la Fundación de Orquesta Juveniles e Infantiles (FOJI), presidida por la Primera Dama del país, cuyo cargo inaugural le compitió a Luisa Durán de Lagos. La principal función de la FOJI era entregar herramientas y oportunidades para niños y jóvenes tuvieran una mejor calidad de vida, aprendiendo música e integrando orquestas promovidas por la fundación en cada región. La FOJI llegó a tener a más de 12 mil niños y jóvenes en orquestas dispersadas en 190 comunas de Chile.

Cuando Fernando Rosas murió en 2007, a los 76 años y víctima de un cáncer, se había puesto en funcionamiento 230 orquestas. Su misa de réquiem tuvo lugar en la Catedral de Santiago, donde se escuchó música de Bach y de Beethoven, y donde decenas de niños se congregaron en la Plaza de Armas con sus instrumentos para despedir al maestro con música.

Actualizado el 01 de mayo de 2017