Eduardo Peña

Tres nuevos nombres del bajo eléctrico en torno al jazz-funk estallaron a mediados de los 2000: entre Jaime Ferrada (en Alüzinati) y Roberto Trujillo (en LaMonArt), el único que se pasó al contrabajo de manera determinante fue Eduardo Peña, conocido en los círculos jazzísticos como Crespo. Un músico solvente e inquieto que se abrió paso en la escena con una pulsante propulsión de líneas de soporte, composiciones personales y un inédito liderazgo de agrupaciones entre una partida de emergentes contrabajistas de esa década: Alonso Durán, Nelson Vera, Sebastián Gómez, Pablo Vidal o Milton Russell, son algunos de sus contemporáneos.

Fechas

Santiago - 27 de marzo de 1984

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |2020 |

Géneros

Grupos

Eduardo 'Crespo' Peña

Su estreno en el Club de Jazz en 2003 lo mostró como una promesa del bajo eléctrico, cuando apareció en el quinteto soul-jazz de la cantante Rossana Saavedra. Peña mantuvo su modelo activo de seis cuerdas amplificadas tocando en esa misma primera época con el guitarrista Raimundo Santander, quien vería in situ la transición al instrumento acústico de pie en 2007 en un trío junto albaterista Andrés Celis . Con cada vez más intensidad se establecería como solista del contrabajo. Primeroliderando un octeto al que llamó Ayecantún (con trombón, tenor, soprano, piano, guitarra, batería y percusiones), y luego como activo sideman.

En poco tiempo alternó apariciones en el cuarteto moderno del bajista Christián Gálvez (como sustituto de Pablo Menares), los tríos de los pianistas Gonzalo Palma (que viajó a México en 2009), Tomás Krumm (que tocó en Haití en 2008) y Antoine Alvear, el quinteto del tenorista Maxi Alarcón y el sexteto del saxofonista Claudio Rubio. En paralelo a su trabajo al mando de cuartetos acústicos de jazz, Peña se unió al elenco llamado Criminal Jazz, encabezado por Nicolás Vera y el rapero Tea Time, y también al trío que colideró con Sebastián Jordán y Roberto Dañobeitía.

Actualizado el 07 de octubre de 2022