Armisticio

La experimentación con herramientas del pop y la electrónica caracteriza la música de Armisticio. Iniciado como compositor cuando todavía era menor de edad, en pocos años dio a conocer una numerosa cantidad de canciones y se posicionó en el circuito de música independiente surgido a mediados de la década de 2010.

Fechas

Décadas

2010 |

Géneros

Pop

Criado en Renca, al norte de Santiago, Matías Soto tenía 16 años cuando abandonó la educación formal para centrarse en la música. Sus primeras composiciones caseras las compartió en plataformas digitales y así fue contactado por el sello estadounidense Lick Records para editar su primer disco, Decay dreams (2014). Timbres sintéticos y ensoñadores se escuchaban en sus primeras canciones, una búsqueda profundizada en 2016 con un segundo álbum, Espiral, lanzado con su propio sello 1000 Cometas y concebido entre Santiago y Buenos Aires.

Las diez pistas de ese disco llamaron la atención de medios especializados y también del sello Quemasucabeza (Congelador, Gepe, Pedropiedra), que lo sumó a su catálogo y editó Superficial 3, a mediados de 2018. Poco antes, de manera mucho más sigilosa, publicó de manera autónoma y en internet otro registro, Aural bitácora, firmado con su nombre real. Ese gesto ya lo había hecho con Exploraciones (2016), un EP en el que recopiló sus primeras aproximaciones a las herramientas digitales para hacer música. 

En paralelo a esa prolífica producción, Armisticio comenzó a actuar con distintas alineaciones en el circuito de música independiente de Santiago e hizo sus primeras presentaciones en el extranjero. En Perú tocó en 2016, con su propio proyecto, con Poder Fantasma y con el local Chico Unicornio. En México fue parte del festival Neutral, a fines de 2018, y giró como tecladista ocasional de Niños del Cerro, con quienes grabó también en su disco Lance.

Actualizado el 25 de mayo de 2019