David Ponce

"Soy Manuel Saavedra Orellana, aquí hago mi presentación", dice con voz añosa al inicio del precioso disco El guitarrón chileno, herencia musical de Pirque (2000), de donde están tomadas las siguientes citas. "Viví cincuenta años en Pirque. De 25 años aprendí a tocar el guitarrón y a cantar a lo divino. Ahora soy jardinero, corto pasto y soy agricultor".

Nacido en 1922 e hijo de padre agricultor, Manuel Saavedra estudió hasta el segundo año de la preparatoria. Tenía ocho años cuando llegó a Pirque, hacia 1930, y empezó a trabajar como inquilino en las trillas y los potreros, avecindado en el fundo de El Huingán de esa localidad. A los 25 años se casó con Laura Rosa Reyes Martínez, hija del eminente cantor y poeta popular pircano Juan de Dios Reyes, y con él aprendió el joven Saavedra a tocar el guitarrón desde los 22 años.

"Iba a los velorios de angelitos, los oía tocar (a los cantores) y veía el guitarrón. También veía a mi suegro, don Juan de Dios Reyes, él me enseñó también y yo aprendí mirando y ahí me gustó, y hasta hoy día he estado en eso", recuerda el cantor, quien décadas más tarde también conocería a una inquieta recopiladora del folclor chileno que llegó a investigar sobre el guitarrón en Pirque: Violeta Parra.

"Con el guitarrón tengo una historia con la Violeta Parra. A ella la conocí en Pirque, cuando me fue a ver a mi casa. Andaba en busca de mi suegro para ver cómo era el guitarrón, canté con ella cuando me iba a ver a la casa. Tengo una historia muy bonita con la Violeta (se ríe). Cantaba bien", recuerda. Además es uno de los cuatro guitarroneros que aparecen tocando en la película Largo viaje (1969), de Patricio Kaulen, junto a Joaquín Cantillana, Arturo Vera y Octavio Miranda.

Transformado en decano de la comunidad de guitarroneros de Pirque formada además por Osvaldo Ulloa, Santos Rubio, Juan Pérez Ibarra y Alfonso Rubio, don Manuel Saavedra se mantuvo activo al punto de haber actuado en jornadas pircanas como el quinto Encuentro Nacional de Guitarroneros en noviembre de 2006, a sus 84 años, o la undécima versión de la misma cita, en diciembre de 2012, a los noventa. Y otro testimonio postrero suyo es el que consta en el mencionado disco El guitarrón chileno, herencia musical de Pirque (2000), donde canta dos versos, por Adán y por el Alto Firmamento, entregados por su suegro y formador, Juan de Dios Reyes: canto a lo divino transmitido de un maestro a otro.