Ajayu

Ajayu
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Formado en su origen por jóvenes estudiantes de la U. Católica de Valparaíso, Ajayu se consolidó como ensamble acústico de fusiones diversas, que tomó su nombre de la imaginería del mundo aymara: Ajayu es "alma" o "espíritu", voz que vincula su propuesta con una sonoridad "cercana a lo inmaterial, a lo imaginable y a lo que es difícil de situar en un lugar", según describen sus integrantes. En una formación de septeto, o bien sexteto, Ajayu avanzó en ese camino, incoporando primeramente instrumentos de ese mundo andino, como la quena y el sikus, además de sonidos de una tradición clásica europa, como el chelo, el clarinete y la flauta traversa. Ello lo situó en una línea extendida de propuestas musicales de ensambles surgidos en los años '90, como Transiente en Valparaíso y Entrama en Santiago.

Ficha

Años

Valparaíso, 2007 - 2019

Región de origen

Valparaíso

Décadas

2000 |2010 |

Géneros

Integrantes

Luis Carrasco, flauta, quena, quenacho, sikus
Tomás Carrasco, flauta, quena, quenacho, sikus, clarinete
René Cortez, cello
Fabián Villalobos, bajo
Nicolás Aguirre: batería, percusión
Tomás Díaz, guitarra, charango
Antonio Monasterio, guitarra, charango, flauta, cajón peruano

Ajayu

Formado en su origen por jóvenes estudiantes de la U. Católica de Valparaíso, Ajayu se consolidó como ensamble acústico de fusiones diversas, que tomó su nombre de la imaginería del mundo aymara: Ajayu es "alma" o "espíritu", voz que vincula su propuesta con una sonoridad "cercana a lo inmaterial, a lo imaginable y a lo que es difícil de situar en un lugar", según describen sus integrantes. En una formación de septeto, o bien sexteto, Ajayu avanzó en ese camino, incoporando primeramente instrumentos de ese mundo andino, como la quena y el sikus, además de sonidos de una tradición clásica europa, como el chelo, el clarinete y la flauta traversa. Ello lo situó en una línea extendida de propuestas musicales de ensambles surgidos en los años '90, como Transiente en Valparaíso y Entrama en Santiago.

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Pero la fusión de Ajayu como manifiesto musical sobrepasó el solo intercambio entre ambos mundos, y por eso el grupo aparece también entre los proyectos cultores de las músicas del mundo, con una serie de percusiones africanas y aerófonos del Medio Oriente, lo que le valió la entrada al sello Mundovivo en 2013. Sus principales escenarios fueron las universidades porteñas como la de Valparaíso, de Playa Ancha y Católica. Su primer disco es el homónimo Ajayu (2012), que incluye obras instrumentales en una estética de la fusión latinoamericana con protagonismo de lo andino, aunque ya para Grieta (2018), su segundo y último trabajo, contó sonidos como el ney turco. Ello abrió la puerta hacia ese mundo de timbres nuevos que tendría impacto en los proyectos musicales posteriores de algunos de sus integrantes. Hacia 2019, varios de ellos comenzaron a tomar caminos propios, sobre todo el compositor Antonio Monasterio, quien en paralelo se encontraba trabajando en su proyecto de ensamble de fusión con las composiciones para el disco Centro y periferia (2018), además de otros como Tomás Carrasco, quien viajó a Nepal y de esa experiencia nacería Ser o Dúo.

Actualizado el 11 de junio de 2024