Un incendio y otros episodios sorprendentes Teatro Municipal de Santiago Un incendio y otros episodios sorprendentes

Testigo de terremotos, siniestros, revueltas sociales y grandes triunfos musicales, el coliseo de calle Agustinas observa el paso de los tiempos desde 1857 como el espacio mayor de la música chilena.

Asistió esa noche el Presidente Manuel Montt acompañado de su célebre ministro Antonio Varas. Fueron los primeros que se pusieron de pie en el palco presidencial para entonar el Himno Nacional junto a los dos mil 500 asistentes que concurrieron el 17 de septiembre de 1857 al Teatro Municipal de Santiago. La voz principal fue nada menos que Sofía Amic-Gazán, figura central de la compañía italiana que interpretó la ópera “Ernani”, de Verdi, en la gran inauguración del coliseo de calle Agustinas 794.

Encargado en 1853 al arquitecto francés Francisco Brunet de Baines, el macizo edificio de líneas neoclásicas y un deliberado afrancesamiento exhibía una monumentalidad muy contrastante con la ciudad de adobe y un piso, que aún dormitaba la siesta colonial. Fue entonces parte de un circuito de casas de ópera en Sudamérica y se convertiría en un espacio para la pretenciosa aristocracia capitalina que intentaba emular prácticas sociales, bailes, tertulias y otras demostraciones de estilo como sucedía en Francia o Inglaterra. Mientras la zarzuela dominaba el espectáculo en escenarios populares como el Teatro de las Ramadas a comienzo del siglo XIX, la ópera fue hegemónica en el otro extremo social, con el Teatro Municipal de Santiago como su gran sede.

Ayer y hoy: el Teatro Municipal en el siglo XIX, en una imagen del archivo de Memoria Chilena. A la derecha, los tiempos modernos con todas las transformaciones arquitectónicas del edificio original de Brunet de Baines.


La polca de la risa
Si bien la soprano italiana Adelina Patti era una verdadera prima donna, su hermana Carlotta Patti figuraba de todos modos en el circuito aunque se encontrara en una posición menos estelar. Solía hacer circulaciones por teatros de Sudamérica. En Chile se presentó por primera vez el 1 de diciembre de 1870. Una semana después, el día 8, Carlotta Patti ofreció un recital en el Teatro Municipal. Aquella fue una noche histórica para el teatro.

Un incendio declarado en plena actuación de la soprano florentina destruyó dependencias del coliseo, y la leyenda dice que cuando comenzaron a advertirse las llamas en el escenario Patti se encontraba entonando la “Polca de la risa”, un habitual y muy popular número suyo de encore.

Al siniestro concurrieron bomberos de la compañía de Salvadores y Guardia de Propiedad. Fue el día en que murió el teniente Germán Tenderini, el primer mártir de Bomberos, cuya memoria se recuerda en el pasaje que bordea el lado oriente del Teatro Municipal y que lleva su nombre.

A la izquierda, la soprano florentina Carlotta Patti. Al centro, la ópera "La florista de Lugano", del chileno Eliodoro Ortiz de Zárate. A la derecha, el célebre tenor Ramón Vinay, quien labró su reputación en el escenario del Teatro Municipal.


Cronología de altibajos
Declarado Monumento Histórico recién en 1974, a lo largo de sus más de 160 años de vida el Teatro Municipal ha sido testigo de incendios como aquel de 1870 o el que se registró también en 2013 y afectó a dos salas de ensayo de ballet y bodegas de vestuario y maquillaje. También de terremotos, como el de agosto de 1906, que fue especialmente duro con el edificio, y de revueltas como la universitaria de 1987 y el estallido de 2019. Pero su escenario también acumula innúmeros episodios musicales, algunos triunfales y otros rocambolescos.

El 2 de noviembre de 1895 se estrenó en el Teatro Municipal la ópera “La florista de Lugano”, del compositor chileno Eliodoro Ortiz de Zárate, con textos en italiano por Tito Mammoli. Una década después, en 1905, las noticias eran de crónica roja: la dama Teresa Zañartu Vicuña, de 28 años, era asesinada allí al término de una función de la ópera “Poliuto”, de Donizetti.

La Orquesta Sinfónica de Chile dio en el Teatro Municipal su primer concierto el 7 de enero de 1941, interpretando obras de Bach, Mozart, Wagner, además de piezas de los chilenos Enrique Soro, Pedro Humberto Allende y Alfonso Leng. El teatro sería un campo fértil también para el tenor Ramón Vinay, quien en 1956 cantó “Otello”, de Verdi, en el mejor momento de su carrera, al punto que la función fue transmitida por radio. Otro tenor, esta vez español, hizo su debut cantando “Andrea Chénier” y “Carmen” en 1967. Plácido Domingo contaba con apenas 26 años.

En 1984, Claudio Arrau dio tres conciertos en el Teatro Municipal junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago, dirigida por Juan Pablo Izquierdo, donde interpretó música de Beethoven. Su nombre quedó inmortalizado ese año en un salón del teatro.

 

Una tarde, el Presidente Jorge Alessandri telefoneó personalmente al teatro para consultar sobre la programación del día. Al enterarse de que se daría la ópera “Sayeda”, del chileno Próspero Bisquertt, el mandatario habría dicho: “No voy, me carga”. En agosto de 1972, un elenco de extraños músicos para los estándares operáticos se reunieron en ese escenario: tipos como Daniel Lencina, Patricio Ramírez, Roberto Lecaros o Lucho Córdova dieron el primer concierto de jazz de la historia en el teatro, mientras en al año siguiente la controversial ópera rock “Jesucristo superestrella” —con Mario Argandoña (Jesús) y Juan Carlos Duque (Judas)— llegaría al Municipal luego de que una huelga imposibilitara sus funciones programadas en el Teatro Gran Palace. Al estreno asistió el Presidente Salvador Allende.

En 1977, el público de pie rindió un minuto de silencio a la fallecida soprano María Callas y en 1984 el Teatro Municipal se ornamentó especialmente para las tres actuaciones que ofreció Claudio Arrau junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago, dirigida por Juan Pablo Izquierdo. Es el mismo año en que el tradicional Salón Filarmónico del teatro cambió su nombre al de Sala Claudio Arrau.

Un año después, una bandada de murciélagos aterrorizaba con su sobrevuelo a la concurrencia en la sala principal, en medio de una función “La traviatta”. Se vio a la soprano Patricia Vásquez, vestida de blanco, huir de las alimañas por el escenario. En 1987, en el frontis del edificio, la estudiante de piano María Paz Santibáñez fue baleada en la cabeza por un policía durante las protestas universitarias con motivo de la designación de José Luis Federici como rector de la U. de Chile. Regresaría como reputada pianista desde Francia, en 2013, para dar un concierto en el mismo teatro. Y en otro momento de protesta social, en 1999 los trabajadores del Teatro Municipal salieron a la calle para manifestar su descontento con la dirección y obtener mejoras salariales. Organizaron conciertos para transeúntes e incluso realizaron una huelga de hambre.

Iñigo Díaz

 


En la ciudad fundacional