Mauricio Valdebenito

Como concertista clásico, Mauricio Valdebenito ha orientado su propuesta hacia los repertorios latinoamericanos y chilenos para guitarra, grabando una serie de discos y explorando además la frontera entre la música escrita y la oralidad. Es un músico altamente dotado, perteneciente a esa generación pródiga de guitarristas chilenos que ganó espacios y créditos en los '90, luego de que Luis Orlandini obtuviera en 1989 el histórico concurso de la Radio ARD en Munich: Romilio Orellana (n. 1970), Wladimir Carrasco (n. 1972), José Antonio Escobar (n. 1973) y Carlos Pérez (n. 1976), entre otros.

Fechas

Nacimiento: 1967

Región de origen

Biobío

Décadas

1990 |2000 |2010 |

Géneros

Grupos

Mauricio Valdebenito

Iñigo Díaz

Nacido en Concepción y con un primer concierto de guitarra clásica ofrecido a los quince años, Valdebenito fue formado en la cátedra del maestro Luis López en la Universidad de Chile. En 1990 obtuvo el título de intérprete superior, y más tarde asistió a clases magistrales con José Luis Rodrigo en el curso “Música en Compostela”, en España; y con Leo Brouwer y David Russell en el Festival Internacional de La Habana.

En 1992 hizo una de sus grabaciones más determinantes: la obra de electroacústica mixta “Loop 2”, de la entonces compositora académica Francesca Ancarola, una pieza para guitarra amplificada y reberverada y cinta digital que fue el resultado del curso de composición que Gustavo Becerra dio en Chile ese año, en una de sus tantas visitas. Esa obra lo conectaría nuevamente con Becerra, quien le solicitó revisar su “Sonata III para guitarra”.

Tradición oral y música escrita
Poco antes, en 1994, el músico integró un grupo de investigadores que publicaron el libro Música para guitarra de Violeta Parra, donde llevaron a la partitura piezas de esta naturaleza como las cuecas valseadas, las cuecas punteadas, las anticuecas y los temas libres, además de los catorce minutos de “El gavilán”. Valdebenito había tocado una anticueca transcrita en 1987, lo que supone el estreno absoluto de una de estas piezas, antes del concierto con las cinco anticuecas que Eulogio Dávalos ofreció en Madrid en 1991.

En 1996, Valdebenito repetiría la experiencia de transcripción realizada con la obra de Violeta Parra, ahora con la música de Víctor Jara en el libro Víctor Jara. Obra musical completa. Luego, en 1998, grabaría su primer disco, Música chilena para guitarra, con la sonata dedicada de Gustavo Becerra, además la suite “Del tiempo ausente” de Horacio Salinas, los preludios para guitarra de Gabriel Matthey y las cinoc anticuecas de Violeta Parra.

Fue el momento en que el concertista consolidó su nuevo enfoque hacia la raíz latinoamericana. Luego publicó Guitarra latinoafroamericana (2002), con obras del brasileño Heitor Villa-Lobos, el paraguayo Agustín Barrios, Mangoré, el cubano Leo Brouwer y el chileno Osmán Pérez Freire , entre otros. Ese mismo año se integró al Ensamble Serenata, conjunto formado por académicos de la Universidad de Chile, con quienes exploró el campo de la música popular latinoamericana llevada al contexto camerístico. Así grabó los discos Puertas (2002), Ensamble Serenata (2005) y Por las calles (2009).

El músico amplió más tarde su espectro de mirada como guitarrista clásico, incorporando en el disco La guitarra (2005) repertorios de diversas latitudes, desde Japón a Cuba y desde Chile al Medioriente. Después de diez años enfocado a su trabajo como académico, Valdebenito volvería a cuestionar la tradición estricta de la guitarra clásica en Mestiza (2014), disco que contó con la participación de músicos como la soprano Patricia Cifuentes, el charanguista peruano Omar Ponce y la cantautora Magdalena Matthey, y para el que incluyó esa histórica grabación de 1992 de “Loop 2”, de Francesca Ancarola.

Actualizado el 27 de abril de 2017