Fresia Soto

Fresia Soto fue uno de los nombres fundamentales de la Nueva Ola. Hizo covers en inglés de éxitos del rock and roll, como era usual en la Nueva Ola, y luego grabó canciones en diversos estilos juveniles, entre los que algunos se convirtieron en éxitos, como su versión de “El martillo” o “Corazón de melón”. Ganó el Festival de Viña, actuó en una película, y a comienzos de los '70 tomó la audaz opción de probar como bailarina revistas en los espectáculos de la compañía Bim Bam Bum. Avanzada esa década, y ante la falta de escenarios  y trabajo para la músicos que sobrevino tras el golpe militar, se fue a Estados Unidos, donde trabajó en otros oficios. A la música, en todo caso, solo tuvo regresos muy esporádicos.

Fechas

Santiago - 27 de julio de 1946

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1960 |1970 |

Géneros

Jorge Leiva

Hija de padres peruanos, Fresia Soto creció en el barrio Vivaceta, y cuando estudiaba en el Liceo 4 de Santiago participó en festivales escolares. Así fue como en septiembre de 1961, a sus 15 años, debutó en el programa "Calducho", de Radio Portales, un espacio para aficionados en el que se presentaban jóvenes cantantes, y desde donde saldrían varios nombres de la Nueva Ola, como Luz Eliana, Pat Henry o los años como cantante  de Scottie Scott. Tras pasar al programa estelar de la emisora, el sello RCA la seleccionó para grabar un disco single con canciones de Brenda Lee, entre ellas, su célebre “Let's jump the broomstick”, traducida como “Saltemos el palo de escoba”. De esa manera, comenzó su carrera profesional en la música.

Fresia Soto figuró entonces en primeros lugares de rankings de popularidad, apareció en revistas y continuó grabando singles, pero en 1963, una vez que había finalizado su etapa escolar, decidió probar en nuevos estilos y una nueva compañía discográfica. Con el entonces naciente sello Demon, de Camilo Fernández, la cantante grabó varias canciones, acompañada por el conjunto de Arturo Giolito, donde estaba el chachachá cubano “Corazón de melón”, para muchos el mayor éxito de su carrera.

Ese mismo 1963 editó su primer (y único) LP, Fresia Soto, en cuyos textos de presentación, el productor Camilo Fernández narraba cómo la cantante había llegado a su sello el año anterior.

“Un día aparece. Hablamos. Quiere grabar para mi sello. Ha tenido problemas. Hay que empezar a trabajar por dentro. Empieza de nuevo a adquirir confianza en sí misma. Las nubes se disipan. Vuelve a cantar como antes, pero está más madura (…). Nace “Si tuviera un martillo” y arrasa con todo. El disco más popular, el disco más vendido… Fresia Soto sensación en el “Show efervescente” de Radio Corporación… Fresia Soto es ovacionada de pie por un público delirante en el temido Caupolicán. Contratos de todas partes… Llamadas telefónicas para que debute en la televisión argentina. Fresia Soto había vuelto”.

La canción “Si tuviera el martillo”, de Pete Seeger, y que ella cantó en inglés, se sumó a otros éxitos, como su versión de “La bamba” o “Yo vendo unos ojos negros”. Ello le permitió probar en el oficio de actriz en 1965, cuando se integró a un remontaje de La pérgola de las flores, producido por  Teatro de Ensayo de la Universidad Católica,  donde tomó el papel principal de la Carmela. La nueva temporada de ese popular musical - estrenado originalmente en 1960- comenzó en noviembre de ese año y recorrió varias ciudades hasta el final del verano de 1966.

En 1967, Fresia Soto alcanzó un nuevo hito: La canción “Cuando rompa el alba”, de Willy Bascuñán, intepretada por ella, ganó el Festival de Viña del Mar, y eso dio la posibilidad de grabar nuevos singles y mantener su presencia radial con temas como el a-go go “Bonnie and Clyde”. Sin embargo, como le ocurría a  casi todos los artistas de la Nueva Ola, su actividad musical estaba en claro descenso.

En ese momento, Fresia Soto probó nuevos oficios. En 1968 tuvo un fugaz debut como actriz de cine, con un papel secundario en la película chileno-argentina, de Diego Santillán, Ciao amore ciao, filme que fue severamente tratado por la crítica y que permaneció muy poco tiempo en cartelera. Entonces tomó una opción aun más osada y se convirtió en bailarina de revistas, o bailina vedettes, como se les denominó en Chile después.

Así describe su opción el libro Historia Social de la Música Popular en Chile |1950 – 1970 (2009):

La incursión de Fresia Soto en espectáculo revisteriles a comienzos de los años setenta puede ser entendida como un último intento de renovación como artista luego del fin de la Nueva Ola. Esta incursión será ampliamente comentada por la prensa, en especial porque se trataba una estrella de la canción juvenil, que incursionaba en un campo que no constituía precisamente un modelo para la juventud. Su debut fue la revista musical "Cómeme perro", presentada en 1961 en la por la compañía Bim Bam Bum del teatro Ópera Santiago.

Fresia Soto alternó ese trabajo en revistas con cada vez menos frecuentes presentaciones musicales. El golpe militar de 1973 y el toque de queda complicó aun más las cosas para sus trabajos como artista y tras escasas presentaciones en televisión, en 1984 resolvió emigrar y buscar trabajo en la ciudad de Boston, en Estados Unidos. Fue camarera, empleada de hoteles, y luego se dedicó a hacer aseo en casas particulares, actividad que con los años le permitió a montar una pequeña empresa del rubro. Vivió en Estados Unidos por 32 años, hasta 2016. Si bien en sus primeros años en ese país participó en algunos festivales, tempranamente abandonó el oficio de cantante.

Al año siguiente de su llegada a Chile, realizó un pequeño show en Santiago, pero en Chile tampoco volvió a la música. "Solo canto en el coro de la Iglesia" dijo en el año 2023, en una entrevista al programa "Cada día mejor", conducido por Alfredo Lamadrid, Allí también resumió las razones de su partida 40 años antes: “Yo era la jefe de hogar, mi padre falleció y me quedé con un hijo de ocho años que mantener, y mi madre viuda. Ya no había tantos contratos y trabajo, y decidí, como jefe de familia, que tenía que buscar otros horizontes y me fui a Estados Unidos por un trabajo normal”.

La carrera musical de Fresia Soto, en definitiva, duró poco más de una década. En ese tiempo, sus canciones y sus opciones artísticas la distinguieron como uno de los nombres más importantes y recordados de la Nueva Ola. Y en su voz, "Corazón de melón", una canción originalmente cubana, también se ha convertido en un clásico de la música popular chilena.

Actualizado el 11 de diciembre de 2023