Iñigo Díaz

Clara Löfell tomó como apellido de fantasía esa voz alemana que significa "cuchara", y como Clara Cuchara también se le ha conocido en los espacios de las redes sociales. En paralelo a su trabajo en la música, ha sido intérprete de lengua de señas y realizadora audiviosual.

Cuenta con una historia como adolescente sanfelipeña que la vincula primeramente al cantautor Nando García, con quien tomó contacto en el colegio. Juntos trabajaron en la autoría de canciones que llegaron a un EP, casero y testimonial, titulado Canción del té. Clara Löfell se definió por la canción folk de tintes pop, muy próxima a la Javiera Mena de los inicios. En Santiago grabó y produjo con el teléfono celular o el mocrófono de sus audífonos, descubriendo la producción en tiempo real en la lógica del ensayo y el error. Hacia 2019 tomó contacto con la comunidad de personas sordas y así aprendió el lenguaje de señas, que más adelante, durante la pandemia, llevó a una serie de videos autoproducidos con sus canciones narradas en paralelo con señas. La relación con esa comunidad quedó representada ampliamente en su canción "Yo tenía una hermana".

Clara Löfell recopiló una serie de canciones desperdigadas que publicó en el mixtape Compilado de la MonoNube Sonora (2020), considerado su segundo disco. Sus letras ha tocado temas acerca de la vida cotidiana en su amplio sentido, como queda expuesto en "Lentejas", los afectos, la tristeza, las relaciones de amistad, la diversidad sexual o el poliamiamor, en especial en "Poli trap", que aproximó a Clara Löfell al trap desde un ángulo distinto. La reunión con Nando García en Santiago posibilitó la gestación y producción del disco Lo que voy siendo (2025), un trabajo que vino a romper esa lógica autoral con un enfoque electropop.