Carlos Corales

A pesar de ser conocido masivamente como un músico de populares orquestas televisivas desde los años '80, la historia artística de Carlos Corales lo enviste con un título muchísimo más contundente que estas simples membresías. Corales es una de las llaves maestras en la instauración de la estética y la música psicodélica, el blues y el rock and roll en Chile desde fines de los '60, a través de su liderazgo del grupo Aguaturbia.

Fechas

Año de nacimiento: 1944

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1960 |1970 |1980 |1990 |2000 |2010 |

Géneros

Grupos

Iñigo Díaz

Un guitarrista hecho a través de los primeros discos de los Rolling Stones, los Yardbirds y los Bluesbrakers, que por esos años caminaba en una vereda paralela a las figuras pop agrupadas al alero de la Nueva Ola. A fines de 1968 Corales era algo así como el Jimmy Page chileno: un talento oculto que transitaba de set en set actuando como músico de sesión o reemplazando a los guitarristas estables de bandas beat como Los Jockers o Los Larks.

La dupla de la explosión rockera
Hacía poco tiempo que integraba la banda pop instrumental Los Tickets que acompañaba a la cantante nuevaolera Gina (Leslie Masserano), y además había compuesto una pieza que llegó a la inmortalidad a través de una grabación de Pat Henry y los Diablos Azules: "Te quiero". Entonces fue llamado a una sesión de grabación donde conoció a la emergente cantante Denise (Climene Solís), la chica que pronto sería la voz distintiva de su legendario grupo.

Con Aguaturbia, Corales expuso su categoría en la guitarra eléctrica líder (influenciado por las cuatro guitarras de la época: Clapton, Beck, Page y Hendrix), al mismo tiempo en que demostró que era posible tocar rock en su más puro estado sin pasar ni por el filtro de las sonoridades criollas, ni por la contingencia política que hacia 1970 encasillaba a la juventud en dos trincheras. Así pudo ocupar los espacios y competir por las preferencias con bandas de raíz folclórica como Los Jaivas en Viña del Mar o los Blops en Santiago.

Este cuarteto, cuyos orígenes Corales los detectaba en la psicodelia californiana, el blues afroamericano y el rock británico, vivió una rápida explosión dentro del underground capitalino, y dada la explícita irreverencia a través de sus sexis puestas en escena e insolentes carátulas de sus long plays, pronto sufrió una censura social que lo castigó directamente con el cierre de los espacios. Desde 1970, los miembros de Aguaturbia se refugiaron en Nueva York por tres años, sin conseguir éxito artístico, aunque para Corales la estadía significó una apertura hacia otras variantes de la guitarra popular.

El panal, la mezcla, la radio y la TV
Tras la disolución del grupo en 1974, Corales continuó al mando de nuevos proyectos. Junto al pianista Pancho Aranda, Corales se integró a Panal en 1976, un conjunto liderado por el bajista José Pepe Ureta que trabajaba sobre ritmos lainoamericanos diversos desde la perspectiva de la nueva fusión predominante y un rock "a la Santana". Se presentó en Viña del Mar y se disolvió rápidamente. Poco después, Corales fichaba en uno los grupos de culto en el surgimiento de la fusión latinoamericana: Latinomusicaviva. Un ensamble diseñado y dirigido por el vibrafonista docto Guillermo Rifo, que integraba en un mismo set a intérpretes clásicos, jazzistas y músicos de rock.

Pero el apagón cultural que llegó de la mano del régimen militar en la segunda mitad de los '70 terminó por suspender los sueños musicales vanguardistas del guitarra. Sólo un intento más en el grupo progresivo de tintes jazz-rockeros La Mezcla, logró que en 1984 Corales reencaminara en algunos pocos pasos sus intereses musicales. Corales mantuvo siempre su conexión con la naciente industria de la televisión, y vio ahí la posibilidad de mantenerse como músico. Ya había sido llamado por Juan Azúa para integrarse a la orquesta que trabajó en el histórico montaje de El hombre de la Mancha en 1974, por lo que pronto su rumbo estuvo en los sets televisivos.

Durante el resto de los '80 y '90 siguió en agrupaciones similares, como la del prestigioso conductor Horacio Saavedra. Su militancia en las orquestas de Azúa y Saavedra que actuaban en programas en vivo, le significó en parte una salida del mundo del rock desde el que se había forjado, pero de paso amplió su abanico de repertorio como músico popular y de sesión. Luego siguió con un activo trabajo como compositor pop, sesionista y productor musical, siempre estrechamente ligado a la cantante Denise, con quien obtuvo gran impacto tecno pop durante la versión 1989 del Festival de Viña del Mar con la canción "Sintonízame" (como a una radio).

Actualizado el 10 de mayo de 2017