Los Jaivas
Por historia y por creación, se puede considerar a Los Jaivas como la banda chilena de rock más importante de todos los tiempos. Su vigencia los iguala cronológicamente a unos Rolling Stones activos desde 1963, pero sobre todo es la propuesta de un cruce entre ese rock esencial y la incorporación de elementos del folclor que marcó la jerarquía de la banda viñamarina desde comienzos de la década de 1970. Los Jaivas fueron los impulsores de una escuela musical que unió el lenguaje natural de las guitarras eléctricas con la mística de las raíces latinoamericanas, andinas y sureñas. El gesto estético practicado por los hermanos Eduardo, Claudio y Gabriel Parra, junto con Mario Mutis y el carismático Eduardo Gato Alquinta desde comienzos de los '70, se transformó en el rasgo distintivo de la banda ciento por ciento chilena y que el mundo conoce como Los Jaivas. Esto es el estallido resultante de la fusión entre la tradición musical ancestral de Latinoamérica, las formas de la música docta y la electricidad de los instrumentos del rock. Sus caminos musicales se mantuvieron trazados durante los tiempos y aunque la muerte de dos integrantes haya obligado a renovar los nombres del quinteto original, su huella es la misma iniciada en 1963.
Años
Región de origen
Décadas
1960 |1970 |1980 |1990 |2000 |2010 |2020 |
Géneros
Integrantes
Eduardo Gato Alquinta, voz, guitarra, flauta, bajo y percusión (1963 - 2003).
Mario Mutis, voz y bajo (1963 - 1975 / 1979 - 1985 / 1996 - •).
Claudio Parra, piano (1963 - •).
Eduardo Parra, teclados y percusión (1963 - 2009).
Gabriel Parra, batería y percusión (1963 - 1988).
ver más
Julio Anderson, bajo (1975).
Alberto Ledo, quena y zampoña (1975 - 1980).
Carlos Pájaro Canzani, bajo, guitarra (1975 - 1979 / 1985 - 1988).
Fernando Kraka Flores, bajo (1988 - 1995).
Minino García, batería (1989 – 1990).
Juanita Parra, batería (1990 - •).
Carlos Cabezas González, voz y charango (1998 - •).
Aurora Alquinta, voz (2003).
Ankatu Alquinta, guitarra (2003 - 2013).
Eloy Alquinta, saxo y flauta (2003 - 2004).
Juan Pablo Bosco, batería (2004 - 2005).
Francisco Bosco, saxo, flautas (2004 - •).
Alan Reale, guitarra (2013 - •)
ver menos
Ver también
Los Jaivas
Por historia y por creación, se puede considerar a Los Jaivas como la banda chilena de rock más importante de todos los tiempos. Su vigencia los iguala cronológicamente a unos Rolling Stones activos desde 1963, pero sobre todo es la propuesta de un cruce entre ese rock esencial y la incorporación de elementos del folclor que marcó la jerarquía de la banda viñamarina desde comienzos de la década de 1970. Los Jaivas fueron los impulsores de una escuela musical que unió el lenguaje natural de las guitarras eléctricas con la mística de las raíces latinoamericanas, andinas y sureñas. El gesto estético practicado por los hermanos Eduardo, Claudio y Gabriel Parra, junto con Mario Mutis y el carismático Eduardo Gato Alquinta desde comienzos de los '70, se transformó en el rasgo distintivo de la banda ciento por ciento chilena y que el mundo conoce como Los Jaivas. Esto es el estallido resultante de la fusión entre la tradición musical ancestral de Latinoamérica, las formas de la música docta y la electricidad de los instrumentos del rock. Sus caminos musicales se mantuvieron trazados durante los tiempos y aunque la muerte de dos integrantes haya obligado a renovar los nombres del quinteto original, su huella es la misma iniciada en 1963.
Iñigo Díaz / Jorge Leiva
La historia se inició a principios de ese año, cuando los adolescentes hermanos Parra, y sus compañeros de colegio y vecinos Mario Mutis y Eduardo Alquinta actuaban originalmente como orquesta de fondo en fiestas, bailes y kermesses escolares, Su repertorio era la moda de la época: Nueva Ola chilena, y boleros, rumbas, chachachá y bossa nova.
Para cierto público, el nombre de la orquesta —High-Bass— obedecía a la espigada estaturas de los Parra versus la menuda impronta de Alquinta y Mutis. Para los músicos, simplemente, High-Bass sonaba muy chic, y los trajes brillantes junto a los peinados de misa de domingo fueron la fachada perfecta de esa etapa del quinteto viñamarino.
Eran los tiempos en que también alternaban escenarios con Los Masters (orquesta de la que pronto se fundaría Congreso) y cuando el influjo del rock and roll recién aparecía por Chile. Por eso, la banda vivió hasta 1968 esta prehistoria como orquesta de baile, hasta que al año siguiente, mientras trabajaban un verano en el club nocturno Las Bahamas, su vida se remeció para siempre.
Tres hechos fundamentales motivaron el cambio: El conocimiento del rock que comenzó con el Álbum blanco de los Beatles, el acercamiento de los músicos a la marihuana y la decisión de Gato Alquinta de viajar por Sudamérica "sin gastar un centavo". Todo eso puso fin a la convencional orquesta High Bass y dejó sembrado el germen de lo que nacería poco después.
Nacen Los Jaivas
Al regreso de Gato, que recorrió hasta Colombia cumpliendo su promesa de no gastar dinero, el grupo se rearticuló con un propósito distinto al de ser meramente un conjunto de baile. Las influencias de Jimi Hendrix y el alejamiento, sobre todo de Gato –antes militante comunista-, de la polarizada política de entonces, los llevó a abrir un camino propio, inexistente en la escena musical chilena. El trabajo consistió en largas sesiones de ensayo y experimentación, los que fueron mostrados públicamente por primera vez durante un acto por de celebración de la reforma universitaria en la Universidad Católica de Valparaíso.
Aunque aún se llamaban High Bass, el quinteto apareció en el escenario sin uniformes ni corbatas de humita, y con los cabellos y las barbas largas, en una apariencia poco frecuente en los escenarios locales. Su propuesta musical deslumbró a pequeñas audiencias, que los convirtieron en un mini fenómeno, y que los tuvo durante un largo tiempo deambulando por escenarios de Viña del Mar y Santiago.
Ese proceso de tocatas en vivo se correspondía con largas sesiones de improvisación que desarrollaban en su sala de ensayo. Entre 1969 y 1970, la banda creció con esta metodología. Así descubrió nuevos sonidos latinoamericanos, adquirió nuevos instrumentos y se comenzó a relacionar con otros músicos, como los que en Santiago formaban a los Blops. Es en ese tiempo cuando chilenizaron su nombre y, con una leve falta de ortografía, adoptaron la rúbrica por la muchos ya los conocían: Los Jaivas.
Recién el 2004, 25 años después, se pudieron conocer pasajes de esta etapa musical de los Jaivas. La edición del disco quíntuple La vorágine expuso categóricamente los propósitos originales y las reales dimensiones de su música, como la primera banda del rock experimental de nuestra historia. Improvisación libre y estructurada, rock avant-garde, música electroacústica, ruidismo y todo tipo de elementos “antinatura” dentro del rock and roll.
Pero, en su tiempo, este lenguaje de los Jaivas sólo fue visible para aquellos que los vieron en vivo o que accedieron a las 500 copias de El volantín, su primera grabación oficial, lanzada al mercado en septiembre de 1971. Registrado en los estudios de la RCA y editado en forma independiente, el álbum incluyó canciones de estructura más tradicional, como “Foto de Primera Comunión”, sin embargo contó con una escasa difusión. Muy pocos entendían a Los Jaivas entonces y los medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, solo se fijaban en su apariencia y en temas secundarios como su cercanía con las drogas o su mirada a las relaciones de pareja.
El volantín se convirtió en una pieza de colección, hasta el 2003, cuando fue reeditado por Sony Music. En su momento, fue el punto de partida de la tercera fase creativa de Los Jaivas. Después de la orquesta de baile y el ensamble de improvisación libre, se estructuró un nuevo lenguaje, que incluía las formas folclóricas tradicionales de América Latina (modernizadas por Violeta Parra) y la estructura e instrumentación de una banda de rock (descrita por la figura de Jimi Hendrix). La música de Los Jaivas pareciera nacer simbólicamente de una relación amorosa entre la artista chilena y el guitarrista afroamericano.
Todos juntos
Las presiones de los productores de discos, que pedían canciones en lugar de improvisaciones, y -sobre todo- la propia evolución musical del quinteto comenzaron ya en 1972 una historia musical que iría en camino de convertirse en leyenda. El sello RCA, nacionalizado por el gobierno de Allende como IRT (que dirigía el músico de Amerindios, Julio Numhauser), les ofreció grabar un disco sencillo. La canción escogida fue “Ayer caché” y para el lado B crearon un tema especial. “Todos juntos”, hoy considerada, por muchos, un segundo himno nacional chileno.
Concebido originalmente por Eduardo Parra, y trabajado colectivamente según las modalidades jaivianas, el tema se convirtió de inmediato en un fenómeno popular, y fue la antesala de su segundo disco, llamado originalmente La ventana, que, con los años, ha tenido reiteradas reediciones con otros nombres y con alteraciones en su listado de temas.
Lanzado originalmente en enero de 1973, el álbum incluyó “Todos juntos” y “Ayer caché”, y además el otro gran clásico de la banda: “Mira niñita”. La psicodélica cueca “La quebrá del Ají”, el tema grabado con parte de una orquesta sinfónica “Los caminos que se abren” y una especie de manifiesto indigenista, “Indio hermano”, fueron los otros ingredientes de este disco, que consagró definitivamente a la banda como un fenómeno musical.
El conjunto tenía entonces una actividad musical intensa, que se expresaba en sus giras y en la participación en festivales como en "Piedra Roja" (llamado “Woodstock chileno”, en octubre de 1970), en el internacional "Los Caminos que se Abren", desarrollado en febrero de 1973 en la Quinta Vergara, y en el trabajo conjunto con el cineasta chileno Raúl Ruiz para las canciones de la película Palomita blanca (1973), que la censura luego mantuvo en silencio. De hecho, esta banda sonora, la primera realizada en Chile especialmente para un filme, sólo llegó a las disquerías en 1992.
El cruce a Argentina
El cierre de espacios que siguió al golpe militar del 11 de septiembre de 1973 en Chile afectó directamente a la banda. Aunque ellos no tenían ninguna simpatía política, y no sufrieron a directa persecución como muchos músicos chilenos, el cierre de lugares para tocar y la represión que vivía parte de la ciudadanía dejó a Los Jaivas sin espacio para emprender sus vuelos.
Por ello, a los pocos días del golpe militar, y siguiendo los planes que se habían trazado desde mucho antes, el conjunto partió en pleno a Argentina, cuando ese país estaba revolucionado musicalmente con el dúo Sui Generis, el debut de David Lebón y la edición de uno de los clásicos de Luis Alberto Spinetta, Artaud. Al poco tiempo de vida en Zárate, a orillas del tropical río Paraná donde se instalaron, Los Jaivas se unieron a esta vorágine artística, grabando Los sueños de América (1974) en colaboración con el cantautor brasileño Manduka.
La unificación entre el rock y el folclor quedó de manifiesto abiertamente en esa obra, al igual que en los siguientes trabajos Los Jaivas (disco conocido como El Indio, de 1975, con el bajista Julio Anderson en sustitución de Mutis) y Canción del sur (1977, con la participación de nuevos Jaivas, el argentino Alberto Ledo y el uruguayo Pájaro Canzani, tercer bajista eléctrico y reemplazante de Mutis y Anderson).
Cuatro años en Argentina y temas como "Pregón para iluminarse" o "La conquistada" consiguieron que la banda chilena fuera respetada por su propuesta inédita hasta entonces, que un comienzo fue calificada un tanto despectivamente como folclor. Pero el espacio se ganó: La biografía de Los Jaivas aparece incluso en enciclopedias del rock argentino, y hasta hoy su sonido es un referente al otro lado de la cordillera. Hacia 1976, la consolidación de la banda se demostró en su traslado definitivo a Buenos Aires.
Pero el espíritu nómade de los músicos y su anhelo de vida en comunidad los sacó de Argentina en 1977, en una decisión que se precipitó por un hecho: la detención por casi tres meses que los militares argentinos sometieron a Eduardo Parra. Tras su golpe militar en marzo de 1976, un alcance de nombres llevó a una patrulla a tomar detenido y luego preso a Eduardo, quien fue sometido a torturas y estuvo varias semanas con un destino desconocido. Los detalles de esa etapa, un tema un tanto tabú para el grupo, aparecen narradas en la canción "Milonga carcelaria", editada en 2001 en el disco Arrebol.
Fue entonces cuando la banda terminó con las grabaciones del álbum Canción del sur, y partió a Europa, sin alcanzar a mezclar ese trabajo. Tres conciertos en el Teatro Coliseo y una intensa actividad para preparar el viaje (que además incluía a sus familias) precedieron a su partida, en la mañana del 11 de marzo de 1977. La llegada a Europa sería a fines de ese mes, cuando comenzaba otra etapa en la increíble vida de esa banda chilena.
París, Machu Picchu y Chile
El conjunto llegó al balneario de Biarritz, en la costa Atlántica al sur de Francia, a una casa (o más bien una mansión) facilitada por una acaudalada amiga de Alberto Ledo. De ahí se trasladaron todos juntos a una enorme casa en París, que si bien arrendaban, despertó por sus dimensiones no pocas suspicacias en la comunidad del exilio chileno, que incluso acusó a la banda de ser financiada por el gobierno militar.
Pero ese es un tema menor en el conjunto que comenzó paulatinamente a abrirse espacios en Europa. Primero en Holanda, donde Los Jaivas fueron acogidos con entusiasmo en los circuitos hippies, y luego en los países escandinavos, en Alemania, en Inglaterra y –en menor grado- en Francia, aunque allí llegaron a protagonizar conciertos a tablero vuelto en el mítico Olympia de París.
Terminaron las mezclas del disco Canción del sur, pero a comienzos de 1979 rompieron definitivamente con el sello EMI, ante la insistencia de la discográfica de hacer un repertorio más comercial, para lo cual incluso les asignó un productor y compositor, el holandés Eddie Owens. La respuesta del grupo a esa posible comercialización fue un no rotundo, lo que consolidó el independiente e intransable camino de la banda, cuyos buenos resultados confirmaban cada una de sus opciones.
Al poco tiempo, Mario Mutis regresó al conjunto y con la salida de Canzani, primero, y de Ledo después, el conjunto volvió a contar con su formación original. Una intensa actividad en vivo consolidó la alineación que en 1981 inició uno de sus proyectos más trascendentes: musicalizar parte del libro Canto general (1950), de Pablo Neruda. Alturas de Machu Picchu, un trabajo por encargo en el que -pese a no conocer la histórica ciudad andina- se convirtió en uno de los discos fundamentales de Los Jaivas.
Con ese flamante trabajo, el conjunto regresó a Sudamérica en agosto de 1981. En Argentina realizaron una gira, que incluyó un masivo concierto en el Estadio de Obras Sanitarias. En Santiago llenaron tres veces el Teatro Caupolicán y remecieron la música local. En Perú, en las mismas ruinas de Machu Picchu, protagonizaron un especial televisivo conducido por Mario Vargas Llosa, donde –como unos Pink Floyd del tercer mundo- reinterpretaron íntegramente su musicalización de los versos de Neruda.
Al año siguiente regresaron a presentarse en vivo en Argentina y Chile, tras un paso por París, donde registraron una especie de disco compilatorio bautizado como Aconcagua. Eso más un deslumbrante trabajo realizado con canciones de Violeta Parra (que en 1984 editaron bajo el nombre Obras de Violeta Parra) Los Jaivas estuvieron en el Festival de Viña del Mar de 1983, estableciendo nuevos parámetros para la música local. Su paso por Chile dejó profundas huellas una generación de seguidores locales.
Una extensa gira por la Unión Soviética, un nuevo regreso a Chile -marcado por algunos desacuerdos con productoras- los llevaron a París, donde su suerte fue cambiando. A la salida de Mario Mutis en 1985 (quien fue reemplazado nuevamente por Pájaro Canzani), se sumó el hecho que la actividad descendió y Gabriel comenzó a trabajar en otras cosas. En 1988 regresaron a Chile, y realizaron un histórico concierto en el Estadio Santa Laura. Histórico porque, a 25 años de su fundación, la banda se mantenía saludable y vigente y porque sería el último de Gabriel Parra.
Menos de un mes después de ese concierto, el 15 de abril de 1988, el baterista de Los Jaivas murió en un accidente automovilístico en Perú. Su partida –masivamente acompañada en Chile- marcó un largo receso en el grupo, interrumpido con el disco de tributo a Gabriel, Si tú no estás de 1989, y por la sospecha que la historia de la banda había llegado a su fin.
Unos nuevos Jaivas
En 1995 el aparente receso de Los Jaivas llegó a su fin. La banda puso en la batería a la hija de Gabriel, Juanita Parra, y en el bajo a Fernando Kraka Flores para editar Hijos de la tierra, un disco que se conjugó con la floreciente escena musical chilena de esos años y que tuvo una importante acogida popular.
En 1997, Mutis regresó nuevamente a la banda y un disco que revisitó su historia determinó una nueva etapa en el conjunto, que en sus filas tenía nuevamente a tres Parra, un Alquinta y un Mutis. La presencia de invitados como Los Tres, Illapu, Congreso, Eduardo Gatti, Isabel Parra, Florcita Motuda, además de ex músicos como Pájaro Canzani o Julio Anderson, se plasmaron en el disco El rencuentro, que fue seguido por un intenso calendario de actividades de la banda.
El remontaje de Alturas de Macchu Picchu, la grabación del disco Mamalluca (1999) en con una orquesta sinfónica, la edición del álbum En el bar restaurante “Lo que nunca se supo” (2000), una versión jaivística de cuecas y tonadas chilenas algunas previamente grabadas por el conjunto antecedieron a Arrebol (2001), un disco de canciones originales. La edición el 2002 de una biografía oficial (Los caminos que se abren, escrita por el periodista Freddy Stock) era parte de las actividades con las que la banda quería celebrar sus 40 años de vida.
Pero la tragedia regresó a esta historia. Cuando todo marchaba con intensidad, con el grupo activo y su residencia dividida entre Chile y Francia, en enero de 2003, el conjunto sufrió la más grande pérdida, comparable a la de Gabriel Parra, o si no mayor: a los 56 años sorpresivamente murió por un problema cardíaco Eduardo Gato Alquinta, la cara visible de Los Jaivas.
Gato no sólo era su líder nominal sino que por su figura pasaba también la voz característica del grupo, la particular ejecución de guitarra eléctrica y una pluma inconfundible en la composición musical. El dolor se apoderó de nuevo del conjunto, y una vez más se dudó de su continuidad. Pero los sobrevivientes supieron refundar la banda.
Los hijos de Gato, integrantes de Huaika, Ankatu Alquinta en guitarra y Eloy Alquinta en vientos (quien falleció tras su padre, el 2004), fueron los primeros músicos en incorporarse a la agrupación. La primera voz fue asumida por su hermana Aurora Alquinta, quien sin embargo dejó el proyecto a los pocos meses. Tras un período de vacilaciones, este rol fue tomado por el charanguista Carlos Cabezas –un músico que hacía varios años era parte de Los Jaivas- y el bajista Mario Mutis.
Francisco Bosco asumió los vientos, y así -como septeto- la banda retomó su historia. En abril del 2006 realizó un concierto en la isla de Pascua, lo que se convirtió en disco y DVD poco después. El 2009, por un tema de salud, abandonó los escenarios el fundador Eduardo Parra, que sigue regresando a eventos especiales, como fue el remontaje de Alturas de Macchu Picchu el año 2011 -a propósito de los cien años de descubrimiento de las ruinas- o las celebraciones de los 50 años, el 2013.
Ese mismo año, con algo de polémica, salió del conjunto Ankatu Alquinta, quien fue reemplazado por el guitarrista Alan Reale, reafirmando la continuidad del conjunto, que hoy sigue existiendo, como una leyenda transgeneracional y transtemporal dentro de la música en Chile, cuya continuidad no parece tener fecha de término.
Canciones
1. Cacho
2. La vaquita
3. Por veinticinco empaná
4. Tamborcito del milagro
5. Que o la tumba serás
6. Foto de primera comunión
7. Último día
8. Bolerito
Esta obra fundamental del rock chileno fue editada por IRT a fines de enero de 1973 con el título de Los Jaivas, pero más tarde se le conoció masivamente como La ventana, dado el arte de su cubierta. Los Jaivas moderan aquí su aproximación experimental para conducirse a través de piezas en formato de canción. De este modo señalan un paso evolutivo que va desde el avant-garde de su disco El volantín (1971), al brote de un naciente rock de raíz folclórica. Temas como “La quebrá del ají” o el himno latinoamericanista “Todos juntos” muestran una entonces muy original mezcla de cueca o huaynito con rock, manteniendo las sonoridades ambos dos mundos para generar un sello que será propio y definitivo para Los Jaivas durante más de cuarenta años. En la estructura original del disco, esta nueva estética de canciones apareció en la cara A del vinilo, mientras que en la B se dejó espacio abierto para la improvisación: “Ciclo vital” (reemplazada por “Cuero y piel”) es una de estas muestras. La otra propuesta musical incluye esa fusión de instrumentos y sonoridades del folclor en un contexto de rock (“Los caminos que se abren”). La ventana ha resistido el avance del tiempo con una categoría de imperscindible por su colección de canciones, que son la imagen de una época de liberación juvenil y hippismo con el clásico “Todos juntos” y otras como “Ayer caché” y “Marcha al interior del espíritu”. Pero además aborda temáticas como el indigenismo en “Indio hermano”, y el fragor con que se vivieron entonces los conflictos sociales y generacionales, con otra de sus más históricas canciones: “Mira niñita”. — Nicolás Carrasco Díaz
Canciones
1. Marcha al interior del espíritu
2. Todos juntos
3. Mira niñita
4. Los caminos que se abren
5. Ayer caché
6. La quebrá del ají
7. Cuero y piel
8. Ciclo vital
9. El pasillo del cóndor
10. Indio hermano*
11. Corre que te pillo*
*Estas dos canciones fueron editadas como un single a las pocas semanas de la edición del LP, y han sido incorporadas en algunas ediciones posteriores.
Lanzado de manera definitiva sólo en 1992, Palomita blanca contiene la música escrita y grabada durante el invierno de 1973 para la película homónima del director chileno Raúl Ruiz. La idea de los productores de este proyecto era reunir en un film tres elementos de impacto: la novela Palomita blanca del escritor Enrique Lafourcade, el renombrado cineasta radicado en Francia, y la “banda del momento”, Los Jaivas. El grupo se trasladó desde su sala de ensayo en la mítica casa en calle Viana en Viña del Mar a los estudios de Chilefilms para trabajar en los talleres creativos simultáneos al rodaje de las escenas. La manera de trabajar de Ruiz, sin guión y en colaboración creativa con los actores, se ajustaba a la idea de taller musical de Los Jaivas. Ruiz deseaba recrear en la película el ambiente social y cultural del año 1970, y también marcar la pequela historia de la cándida adolescente frente al abismo social que la separaba de su amor aristocrático. Desde entonces, y hasta 1992, la película y la música no pudieron salir al mercado debido a la censura del régimen militar. Destacan en este trabajo jaiviano la versatilidad frente a los estilos y clichés musicales, y la habilidad para representar al mismo tiempo lo abstracto y lo concreto que solicitaba el director en cada escena. Los “juegos obsesivos” solicitados por Ruiz llegan también de la mano de la música de estos Jaivas: desde el magistral bolero “Vergüenza ajena”, la “Cueca de los refranes”, la música ceremonial (“Verbo divino”) o el rock instrumental (“Tema del colegio”), hasta la reconstrucción de los titulares de la época en “Tema de los títulos”. Al igual que en la edición original de su anterior disco, La ventana (1972), Palomita blanca contenía en su cara B tres “temas libres” o improvisaciones, que le sirvieron a Ruiz para musicalizar momentos no específicos de la película. — Nicolás Carrasco Díaz
Canciones
1. Tema de los títulos
2. Huaynito de la mañana
3. Donde estabas tú
4. Vergüenza ajena
5. Tema de las clases
6. Tema del colegio
7. Himno del liceo Guillermo Rivera de Viña del Mar
8. Cueca de los rufianes
9. Verbo divino
10. Como el viento
11. Vergüenza ajena (orquestada)
12. Piedra roja
13. Disuación
14. Vete dolor
Llegados a Argentina en los últimos meses de 1973, Los Jaivas graban este primer álbum en el inicio de su diáspora entre mayo y junio de 1974 con la colaboración del cantautor brasileño Manduka, quien había vivido en Chile entre 1965 y 1973. Gracias a la recepción entusiasta del ambiente musical trasandino y el asentamiento en un clima y cultura rico en diversidad, en la ciudad de Zárate, a las orillas del tropical río Paraná, Los Jaivas comienzan un nuevo ciclo creativo. Aprenden nuevos ritmos y tocan nuevos instrumentos, aunque mantienen la célula musical básica de sus inicios: la improvisación. Tanto en la voz y los instrumentos como en la composición de sonoridad brasileña y textos en portugués (“Tá bom tá que tá”), el músico brasileño Manduka impone su presencia. Pero Los Jaivas profundizan también en una búsqueda sobre la cueca (“Date una vuelta en el aire”), o en el trabajo a partir de ritmos folclóricos argentinos (“La centinela”). Nuevamente se manifiestan la experimentación sonora y las atmósferas enrarecidas (“Traguito de ron”), y aparece en un disco el último de los llamados “temas libres” (“Los sueños de América”). —Nicolás Carrasco Díaz
Canciones
1. Don Juan de la suerte
2. Date una vuelta en el aire
3. Tá bom tá que tá
4. La centinela
5. Traguito de ron
6. Los sueños de América
7. Primer Encuentro Latinoamericano de la Soledad
Disco editado en Argentina, conocido como El Indio y pieza clave de la discografía de Los Jaivas.
Canciones
1. Pregón para iluminarse
2. Guajira cósmica
3. La conquistada
4. Un mar de gente
5. Un día de tus días
6. Tarka y ocarina
Grabado en Argentina la misma semana de su partida a Europa, y mezclado meses más tarde en París, Canción del sur es el disco más “argentino” de la trilogía que Los Jaivas registraron durante su estadía en ese país una vez que cruzaron la cordillera en 1973. Con nuevos integrantes en su formación (el bajista uruguayo Pájaro Canzani y el multi-instrumentista Alberto Ledo), el grupo da un paso más adentrándose en una sonoridad selvática inspirada en la música litoraleña y los paisajes tropicales del río Paraná. Se advierte en la utilización de instrumentos de la tradición brasilera y rioplatense (berimbau, afoxé, caxixí) y en una lírica notoriamente ligada a estos parajes ("Canción del sur", "En la cumbre de un cerro"). Los temas instrumentales hace un explícito homenaje a las culturas precolombinas y coloniales que nutren el imaginario de la banda ("Canción para los pájaros", "Danzas", "Frescura antigua" y el clásico "La vida mágica, ay sí"), abriendo también un espacio de “modernidad” en la tecnología musical con el uso de un sintetizador Mini-Moog y un piano eléctrico Fender Rhodes. En ediciones actuales, Canción del sur ha sido acompañado por los singles que Los Jaivas lanzaron en 1976 y 1978: "En tus horas", "Mambo de Machaguay", "Inca dream" o "Bebida mágica". — Nicolás Carrasco Díaz
Canciones
1. La vida mágica, ay sí
2. Canción del sur
3. Canción para los pájaros
4. En la cumbre de un cerro
5. Danzas
6. Dum dum tambora
7. Frescura antigua
Canciones
1. Del aire al aire
2. La poderosa muerte
3. Amor americano
4. Águila sideral
5. Antigua América
6. Sube a nacer conmigo, hermano
7. Final
En su mejor momento creativo y de convocatoria popular debido al éxito obtenido con su anterior Alturas de Macchu-Picchu (1981), Los Jaivas rescatan aquí una serie de gestiones musicales. Desde el desenpolvamiento de antiguos temas provenientes de su época en la argentina Zárate (el romántico “Debajo de las higueras”), hasta nuevos arreglos para viejos temas de repertorio (“Mambo de Machaguay”, y la extendida y progresiva “Corre que te pillo”), pasando además por piezas que habían sido compuestas tras el retorno de Mario Mutis al bajo en 1979. Tal vez ensombrecido por el monumental trabajo musical realizado sobre el famoso poemario de Pablo Neruda, Aconcagua se ha llevado la peor parte de la historia. Ha sido calificado como menor en la trayectoria del grupo, olvidando el éxito que mereció en la época de su lanzamiento (y que coincidió con aquella legendaria presentación de la banda en el Festival de Viña del Mar de 1983). Además se ha negado históricamente el hecho de que este disco es una consistente fuente canciones, muchas de las cuales figuran entre las mejores que hayan escrito sus músicos. La emotiva “Aconcagua” y el fuego combativo de “Desde un barrial” destacan en el frente de la artesanía jaiviana y su sentido colectivo al momento de integrar en una única pieza tres elementos: la creación de un texto, el formato de canción, y unas amplísimas capacidades como instrumentistas. Aquí, como en pocos momentos dentro de su historia, es donde no resulta un descriterio adjetivar a Gabriel Parra como un baterista gigantesco. —Nicolás Carrasco Díaz
Canciones
1. Aconcagua
2. Desde un barrial
3. Debajo de las higueras
4. Takirari del puerto
5. Mambo de Machaguay
6. Huairuro
7. Corre que te pillo
Considerada por los mismos Jaivas como su obra cumbre, en su momento este álbum fue subvalorado por la crítica y rápidamente olvidado por el público. En especial por el hecho de que la banda no lo presentó en conciertos debido a un complicado asunto legal que mantuvo alejada por años a la banda de los escenarios nacionales. Las orquestaciones y arreglos sobre diez piezas escogidas de Violeta Parra surgieron de la participación del grupo en un homenaje a la compositora y folclorista chilena que organizó una radio en París. A partir de 1979, Los Jaivas trabajaron en este repertorio intermitentemente, entre giras y otros proyectos, hasta que la obra fue presentada en noviembre de 1980 en un concierto en el Gran Auditorio de la Radio-France. Las recreaciones de las canciones que en muchos casos Violeta Parra había grabado únicamente con una guitarra, un tiple o una percusión, se convirtieron en mutaciones del original. Con Los Jaivas, esas melodías engrosaron sus estructuras, incorporaron nuevas secciones, realzaron otras y se agregaron arreglos novedosos para el desarrollo de un material primitivo que la cantautora había dejado abierto a través de armonías, melodías y textos. La monumentalidad y el acercamiento al rock progresivo y a la música sinfónica (“Arauco tiene una pena”, “Un río de sangre”, “En los jardines humanos”), marcan el primer carácter del disco. Pero también lo describe la música clásica moderna de Stravinsky o Bartok (“El gavilán”) y las sonoridades sugeridas por la misma lírica de las canciones de Violeta Parra (la música mapuche en “El guillatún” o la música andina en “Mañana me voy pa’l norte”). — Nicolás Carrasco Díaz
Canciones
1. Arauco tiene una pena
2. El guillatún
3. Mañana me voy pa'l norte
4. Y arriba quemando el sol
5. Un río de sangre
6. El gavilán
7. Run run se fue pa'l norte
8. En los jardines humanos
9. Violeta ausente
10. Qué pena que siente el alma
Disco editado en homenaje al baterista Gabriel Parra, fallecido el año anterior.
Canciones
1. Si tu no estás
2. Rosas en el jardín
3. Pájaro errante
4. Solitarios de un beso
5. El dormilón imposible
6. Agua marina
7. Niña serrana (Raúl Pereira)
8. Como tus ríos te recorren
-
Canciones
1. Hijos de la tierra
2. Arde el Amazonas
3. Litoraleña
4. En el tren a Paysandú
5. Tan lejos del sol
6. Lluvia de estrellas
7. Virgen del amor
8. Bosques virginales
9. Nubecita blanca
Recorrido de Los Jaivas por su propia historia musical y por varios clásicos de la música chilena, con un auténtica selección nacional de músicos como invitados.
Canciones
1. Cholito pantalón blanco
2. Mira niñita (con Los Tres)
3. Indio hermano (con León Gieco)
4. Los momentos (con su autor Eduardo Gatti)
5. Guajira cósmica
6. La centinela
7. Atacama
8. Run-Run se fue pa'l norte (Con Isabel y Javiera Parra)
9. Valparaíso (con Congreso)
10. Date una Vuelta en el Aire (con Florcita Motuda y Pablo Ugarte entre otros)
11. Un mar de gente
12. Todos juntos
Poema sinfónico escrito por Eduardo Parra, con el nombre inspirado en una montaña del Valle de Elqui. Fue grabado junto a la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile.
Canciones
1. Alumno
2. Uva madura
3. Chaski
4. El tambo
5. Camino estrellado
6. Cerro de la virgen
7. Gabriela
8. Interludio
9. Elqui
10. Mamalluca
Primer disco de estudio con material inédito de Los Jaivas desde 1995.
Canciones
1. Arrebol
2. Milonga carcelaria
3. Alegría de mi amor
4. Todos los americanos
5. Por los niños del mundo
6. Libre albedrío
7. Vamos por ancho camino
8. Chile
9. Me encontré al diablo
10. Pololeo por computer
11. Amores de antes
12. Que suerte tengo
13. El residente nacional
Este disco fue grabado en vivo el 13 de abril de 1983 en el estadio Obras Sanitarias, en Buenos Aires, y solo fue editado en Argentina.
Canciones
1. Del aire al aire
2. Intro
3. Takirari del puerto
4. Cholito pantalón blanco
5. El gavilán
6. Mambo de Machaguay
7. Desde un barrial
8. Indio hermano
9. Corre que te pillo
Disco grabado en el cierre de la la gira de Los Jaivas por Chile en 1988, el 9 y 10 de abril de ese año. Grabado por Radio Tiempo, circuló en cassette y ediciones informales hasta su reedición en 2018. El disco tiene un valor especial: Es la última actuación en el grupo del baterista Gabriel Parra, que pocos días después emprendería el viaje Perú donde sufririá un accidente automovilístico. Por eso la carátula es una fotografía de su pie junto al bombo de la batería. Sus fanáticos llaman a este disco La bota.
Canciones
1. Takirari del puerto
2. Mira niñita
3. Arauco tiene una pena
4. Niña serrana
5. Pájaro errante
6. Solo de batería
7. Cholito pantalón blanco
8. Sube a nacer conmigo hermano
9. Diablada final (banda bandalismo)
Disco grabado durante el 18 de septiembre de 2001 en París. Incluye tres cuecas inéditas.
Canciones
1. Me encontré al diablo
2. Pololeo por compiuter
3. Amores de antes
4. Violeta ausente
5. Gabriela
6. La vida mágica iay, si !
7. La quebra del Ají
8. Cueca de los refranes
9. Date una vuelta en el aire
10. Desde un barrial
11. Cholito pantalón blanco
12. La conquistada
13. El gavilán
Completa compilación de las principales canciones de Los Jaivas, seleccionadas por la propia banda como homenaje a sus 40 años de vida.
Canciones
Disco 1
1. Foto de primera comunión
2. Todos juntos
3. Mira niñita
4. La quebrá del ají
5. Tema de los títulos
6. Dónde estabas tú
7. La centinela
8. Ta bom ta que ta
9. Pregón para iluminarse
10. La conquistada
11. La vida mágica ¡ay, sí!
12. Canción del sur
13. Frescura antigua
14. Antigua América
Disco 2
1. Sube a nacer conmigo hermano
2. Aconcagua
3. Mambo de Machaguay
4. Violeta ausente
5. Run Run se fue pa´l norte
6. Si tú no estás
7. Pájaro errante
8. Hijos de la Tierra
9. En el tren a Paysandú
10. Litoraleña
11. Mamalluca
12. El tambo
13. Arrebol
14. Todos americanos
15. Un mar de gente
Primer disco de una serie de ediciones con el material de improvisación grabado por Los Jaivas antes de la publicación de sus discos oficiales. El regreso del viaje-mochileo que Gato Alquinta realizó por Sudamérica con una guitarra terminó para siempre con la agrupación adolescente viñamarina llamada High Bass. Desaparecieron los trajecitos y aparecieron las barbas. Pero además ese salto de la edad hacia una primera juventud trajo un ánimo exploratorio en la música que no se iba a detener sino hasta que los productores discográficos impusieran al conjunto la instrucción de escribir y cantar canciones. Pan negro es el primero de cinco registros que reúnen las improvisaciones de Los Jaivas en el período 1969-70 (editadas como colección en 2004 bajo el título de La vorágine) y que separa la historia de la orquesta de kermesses escolares de la banda de "Todos juntos". Series libres como "Mañana cuando llegues" o "Te amo mujer" acercan a Los Jaivas a lo que durante la misma época hizo Aguaturbia en los escenarios underground capitalino, dado que la raíz de algunas de estas pasadas se encuentra en el blues más descarnado. En eso tiene que ver el intercambio de los músicos viñamarinos experimentaron con un armonicista norteamericano llamado David Fass ("el Gringo"), quien por algunas semanas llegó a ser el sexto jaiva (el grupo casi llegó a adoptar el nombre de Pan Negro durante ese tiempo). Predominan aquí las guitarras destempladas y los pianos eléctricos psicodélicos, además de la estupenda performance de Gabriel Parra a la batería, y en especial los improperios amenazantes de Gato Alquinta al público asistente a la Quinta Vergara para presenciar el Primer Festival de Música de Vanguardia, de 1970, en la sesión titulada "Tocamos música de vanguardia ¡y qué!". Es una montaña rusa de estados de ánimo en el desarrollo de estas improvisaciones, la matriz musical para esta nueva banda de rock chileno de 1969. —Iñigo Díaz
Canciones
1. Mañana cuando llegues
2. ¿Qué esperas? tanto tiempo sin verte
3. Te amo mujer
4. Canción del "Gancho"
5. Tocamos música de vanguardia ¡y qué!
Segundo disco de una serie de ediciones que incorporan el material de improvisación grabado por Los Jaivas antes de la edición de sus primeros trabajos oficiales. Tres momentos históricos se describen en este volumen, el segundo de la serie retitulada La vorágine. Uno es la primera actuación de Los Jaivas en Santiago, el 30 de diciembre de 1969, que no fue grabada pero sí habla abiertamente de lo subversivo que podía a ser esta música en una época donde la Nueva Ola ya había modelado a la juventud. La prensa alarmaba a la ciudadanía con el titular "Batalla campal entre hippies y carabineros". Los Jaivas fueron interrumpidos por la policía en el famoso concierto del Parque Bustamante sobre el final del año 1969 y al público no le pareció. Otro es la grabación del concierto ofrecido el 11 de mayo de 1970 en la antigua Sala La Reforma (conocida después como Sala Isidora Zegers), donde se ubica en la historia el momento en que el grupo se bautiza como Los Jaivas rociando un afiche con cerveza y zapateando sobre él. Y el último es el encuentro con un joven que acompañará a la banda por los siguientes cuarenta años: Jano Parra. La crónica describe que tras concluir a patadas la salvaje improvisación que Eduardo Parra ejecutaba en un tormento, regresó al órgano para continuar el concierto y se encontró con dos manos sobre el teclado que pertenecían a un tipo acostado en el piso bajo del instrumento y que tocaba libremente: era Jano Parra. La improvisación fue titulada más tarde "El día que conocimos a Jano", como el episodio más representativo de la época en que la banda abría el escenario a músicos anónimos que quisieran participar de los famosos "happenings jaivianos". —Iñigo Díaz
Canciones
1. La vorágine
2. Primitivo
3. Se arrancaron con los tarros
4. El día que conocimos a Jano
5. Encontrando de todo
Tercer volumen de una serie de cinco ediciones con el material de improvisación grabado por Los Jaivas antes de la edición de sus primeros discos oficiales. Una fotografía de los cinco jaivas en posición vertical, uno sobre otro, define el título de una de las más psicodélicas jams en esta serie de improvisaciones libres o estructuradas según el caso. "El tótem" se desarrolla a partir del influjo del órgano y el ritmo frenético de las percusiones a lo largo de 18 minutos y medio y es el punto de apoyo para este tercer álbum de la colección quíntuple que reúne la música de Los Jaivas en los casi olvidados años 1969 y 1970. El tótem captura una histórica presentación en el Cine Arte de Viña del Mar realizada una mañana de domingo de julio de 1970 y según los propios músicos no es sólo una muestra de música aleatoria y concreta: es también el mejor registro de este período. La música aparece entre jaiviana y floydiana, con acentos marcados en esa psicodelia dominada por timbres del piano preparado, el órgano lisérgico o el bajo eléctrico tocado con arco. Pero además en todo el largo aliento de las improvisaciones como "La verdad" y "Ahora soy una isla" y "Un domingo por la mañana" suenan cintas pregrabadas, los primeros scratchs de la historia en Chile y un aparato de radio que modifica la frecuencia azarosamente, sintonizando estaciones diversas. —Iñigo Díaz
Canciones
1. El tótem
2. La verdad
3. Ahora soy una isla
4. Gente
5. Un domingo por la mañana
Cuarto disco de una serie de ediciones con el material de improvisación grabado por Los Jaivas antes de la edición de sus primeros discos. En el cuarto volumen de La vorágine se describe un aspecto más en la historia del período 1969-70 para Los Jaivas. En el contexto ultrapolitizado, una banda así podía llegar a ser acusada de "traición" al pueblo, ya que los viñamarinos no eran ni de cerca parte de la Nueva Canción Chilena. Dado el impulso creativo que los movilizaba era muy poco probable ver al grupo tocando en actos para Salvador Allende. Los Jaivas siempre estuvieron en la izquierda, porque -así lo dijo Gato Alquinta- "las vanguardias no pueden ser de derecha". En estas grabaciones se define el acto poético y puro de la creación en tiempo real y sin mensajes involucrados. La improvisación "Mucha inmensidad" habla de esta alianza con mundos propios que se ubicaban más allá del enfrentamiento diario entre "upelientos" y "momios". Un poeta anónimo entre el público y sus versos de desgarro son además la columna vertebral de esta serie registrada en el Parque del Instituto Cultural de Las Condes, en mayo de 1970, y que comenzó con dos improvisaciones libres de 25 minutos ("Al aire libre") y de 39 minutos ("Música a pata pelá"). Cada tanto la voz de ese poeta aparece entre la música. Habla de abandono y de amor perdido: "¡esta hueá no puede ser!", "¡eres tú en todo momento!". Su grito definitivo determinará el título de este disco: "¡Mucha inmensidad!". —Iñigo Díaz
Canciones
1. Al aire libre
2. Música a pata pelá
3. Mucha inmensidad
Último disco de una serie de ediciones con el material de improvisación grabado por Los Jaivas antes de la edición de sus primeros discos. La quinta entrega de la colección La vorágine, que reúne las grabaciones de Los Jaivas durante el período 1969-70 en que se orientaron exclusivamente a la improvisación, evidencia un mayor grado de madurez en este lenguaje de creación en tiempo real. Los Jaivas ya han ingresado aquí en una fase "latinoamericanista" en su música sin abandonar la experimentación de sonido. Los hitos más determinantes de ¿Qué hacer? son la participación del músico norteamericano Country Joe en las grabaciones, la audición de un discurso de Fidel Castro, y un griterío permanente con frases lanzadas al aire entre la música: "¡orejea...!", "¡viva la gente que baila!", "¡no importa ná!", "¡más pasa’o que una liebre!". Los Jaivas manifiestan ahora una tendencia hacia las jams rítmicas por sobre las musicales y en esta línea una de las improvisaciones capturadas aquí terminó con el título de "Ankatu". Es el mismo nombre del primogénito de Gato Alquinta, para entonces un lactante que durante esa sesión de música colectiva dormía bajo el piano. Ésta fue la última experiencia de la banda frente a la música ciento por ciento experimental antes de ingresar en la época de las canciones. —Iñigo Díaz
Canciones
1. Viva la gente
2. Me voy pa'l norte
3. Árboles y agua
4. Neruda
5. Malambo feo
6. Ankatu
7. Cuequita
8. Bajo contínuo
9. Tema del rapto
Los Jaivas reúnen todas sus canciones de amor, desde sus períodos de improvisación hasta la actualidad, en este disco .
La compilación de todas sus canciones de amor conforman el último disco de Los Jaivas.
Canciones
1. Ayer caché
2. Debajo de las higueras
3. Lluvia de estrellas
4. Solitarios de un beso
5. Verguenza ajena
6. Bolerito
7. Agua marina
8. Como tus ríos te recorren
9. La conquistada
10. Si tu no estás
11. Virgen del amor
12. Alegría de mi amor
13. Huaynito de la mañana
14. In día de tus días
15. Niña serrana
16. Mira niñita
17. Elqui
Registro del concierto ofrecido en mayo del año 2006 en Isla de Pascua.
Canciones
1. Danzas
2. Canción del sur
3. Aguamarina
4. Tan lejos del sol
5. Ojos que miran al cielo
6. Cerro de la Virgen
7. Ka Reva Nei
8. Mira niñita
9. Tarka y ocarina
10. Todos juntos
Canciones
1. Te Recuerdo Amanda - Silvio Rodríguez
2. Vientos del Pueblo - Ana Belén & Víctor Manuel
3. Ni Chicha ni Limona - Joe Vasconcellos
4. Plegaria A Un Labrador - León Gieco
5. El Encuentro - Isabel Parra
6. No Puedes Volver Atrás - Patricio Manns
7. Paloma Quiero Contarte - Jorge González
8. Vamos por Ancho Camino - Los Jaivas
9. Cuando Voy Al Trabajo - Carmen Prieto
10. Lo Unico Que Tengo - Lucho Barrios
11. Caminando, Caminando - Sol Y Lluvia
12. Luchin - Schwenke Y Nilo
13. Manifiesto - Víctor Heredia
14. El Pimiento – Quilapayún
15. El Cigarrito - Javier Calamaros
16. El Aparecido - Ismael Serrano
17. Angelita Huenuman - Congreso
Compilado de artistas chilenos, con canciones incluidas en la serie televisiva Tierra Adentro.
Canciones
1. Divagaciones (Illapu)
2. Frescura antigua (Los Jaivas)
3. La vida mágica, ay sí (Los Jaivas)
4. Lluvia sobre Timanchaca (Arack Pacha)
5. Tus ojitos (Congreso)
6. Canción de boda (Congreso)
7. Norte y cal (Subhira)
8. Pehuen (Subhira)
9. Despedida (Ricardo Aguilera)
10. Cuando mires las estrellas (Manuel Sánchez)
11. Como agua en el molino (Isabel Parra)
12. Disyuntiva (Antonio Restucci)
13. Para ti, luces del puerto (Mario Rojas)
14. El mercado de Testaccio (Inti-Illimani)
15. La cueca (Horacio Salinas)
16. Cruz del sur (Andres Condon)
17. N'olviden (Joe Vasconcellos)
18. La Huillincana (Bordemar)
19. Cueca Tierra Adentro (Bordemar)
20. Huitauque (Henry Wilson)
21. Malay (Chilhué)
22. Mi tejedora (Chilhué)
Disco producido por Sony Music, donde se reúnen duplas de artistas de distintas generaciones para interpretar temas clásicos de uno de ellos. Es un registro único y que tuvo varios hitos masivos.
Canciones
1. Como deseo ser tu amor
2. En vano
3. Si me vas a abandonar
4. Un año más
5. Pasan sin mirar
6. Sueña
7. Vous et tu
8. Amor por ti
9. Pronto un doctor
10. Visión de verano
11. Al pasar esa edad / A tu recuerdo
12. Fue tu adiós
13. Como quisiera decirte
14. Tu cariño se me va
15. Circulación primaveral del sexo
Canciones
Disco 1
1. Yo canto la diferencia
2. Arauco tiene una pena
3. La carta
4. Gracias a la vida
5. Pericoma se ha muerto
6. Mi abuela bailó sirilla
7. Si somos americanos
8. Mocito que vas remando
9. Arriba en la cordillera
10. El andariego
11. Corazoó de escarcha
12. Al mar fui por naranjas
13. Mazúrquica modérnica
14. Al centro de la injusticia
15. Cuando amanece el día
16. Me gustan los estudiantes
Disco 2
17. Te recuerdo Amanda
18. El cigarrito
19. Plegaria a un labrador
20. Charagua
21. Juanito Laguna remonta un barrilete
22. El canelazo
23. Valparaíso
24. Aquel famoso tiempo de vivir
25. Me gusta el vino
26. El atrinque
27. Yo soy dueño del Barón
28. Chilenera
29. América mi amor
30. Ronda ronda
31. Camino a Concepción
32. Caliche
33. Sombrero De Sao
34. Todo cambia
35. El barco de papel
36. No nos moverán
37. Hemos dicho basta
Disco 3
38. El pueblo unido jamás será vencido
39. La muralla
40. La batea
41. Del volar de las palomas
42. Los momentos
43. Mira niñita
44. Todos juntos
45. La Quebrada del Ají
46. Doña Lucha por la vida
47. Sábado a la noche
48. La Nelly y el Nelson
49. Sin ti
50. Salgamos a correr
51. Maestranzas de la noche
52. Vuelta y vuelta
53. La muerte de mi hermano
54. Candombe para José
55. Canción y huayno
Canciones
1. Tema Machuca
2. Colegio
3. Y usted, cómo se llama
4. Bicicleta
5. Oye, Meter
6. Te perdí (José Alfredo Fuentes)
7. Mercado negro
8. Carrerón (Los Bunkers)
9. Black is black (Los Bravos)
10. Cierra los ojos
11. Dulce (Coni Lüer)
12. Adios, chico de mi barrio (Tormenta)
13. Canción de cuna
14. Se va / Allanamiento / Final
15. Mira, niñita (Los Jaivas)
-
Canciones
1. Madrid (Holden)
2. Mira niñita (Los Jaivas)
3. Alondra (The Ganjas)
4. Bebedor (Tiro de Gracia)
5. Watusa (LaKut)
6. Morder (De Saloon)
7. Canción desesperada (Orquesta Típica Fernández Fierro)
8. Iririsoso (Papanegro)
9. Cómo quisiera decirte (Funk Attack)
10. Callejero (Juana Fe)
11. Excavador de tumbas (Francisca Valenzuela)
12. Te enojai por todo (Sinergia)
13. Transpíralo (Pánico)