Marisol García

Entre continentes
Quince años de vida en Panamá y otros tres de residencia en Italia habían convertido a Jaime Fernández en un joven de excepcional formación musical al momento de su llegada a Chile, en 1988. En Roma, el joven ya había participado en un grupo de breakdance, con el cual realizó varias presentaciones en vivo, e incluso en televisión. Allá también tuvo sus primeras experiencias como MC sobre el micrófono y se expuso a influencias de intensidad inesperada: «En Italia, el concierto de Afrika Bambaataa fue algo que me impactó a tal nivel que luego comencé a bailar cuatro horas diarias para llegar a ser alguien en el break». A su llegada a Chile, ese background fue una ventaja evidente para su primer trabajo con De Kiruza, con quienes colaboró para la grabación de su tema más famoso, “Algo está pasando” (del disco De Kiruza, 1988).

Cuando en Santiago el hip-hop era una cultura de seguimiento muy minoritario, fundida con la cultura del breakdance, Fernández se propuso agitar de modo profesional las primeras aguas del género. Junto a Rodrigo Méndez fundó The Latin Posse, un duó que devino más tarde en La Pozze Latina, grupo de recitales y publicaciones constantes, y cuyo trabajo de una década —más tarde, rearticulado— pavimentó una valiosa senda para la venidera generación de raperos chilenos.

Tras su salida de La Pozze Latina, la carrera de Jimmy Fernández se ocupó de modo importante en asociaciones con otros músicos. Se cuentan aquí iniciativas como el proyecto Flaitergraun, mantenido brevemente junto a Margihuanero (ex Rezonancia) alrededor del año 2000, y grabaciones para álbumes de DJ Bitman (el célebre "Diablo" ) o los raperos peruanos Inka y Radikal People.

Tal es su convicción por las ventajas del trabajo en equipo, que incluso a su segundo álbum solista Fernández eligió darle un carácter colectivo. Con la participación de gente como Maka Melendez, Zebatack, Diezzinueve, CBA y OrigenBeats, Jimmy Fernández presenta: Raza de Caza volumen 1 (2007) fue el resultado de la intención del chileno por, en sus palabras, «reunir gente que ha colaborado conmigo, dedicarle música a quienes han estado cerca y unir talentos».

A principios de 2013, y tras destrabar legalmente su derecho al uso del nombre del grupo, Fernández anunció el regreso a los escenarios y las grabaciones de La Pozze Latina, su proyecto musical más exitoso, pero mantiene en simultáneo su carrera solista. Así fue como el año 2015 mostró un nuevo disco, The Icon, donde compiló grabaciones solistas de los ultimos años de trabajo, con seis videoclips incluidos en el disco, y un actividad en vivo que alterna con La Pozze Latina.