Los Santos Dumont

Su mezcla de rock sicodélico, espíritu independiente y la decisión de superar el sinfín de baches prácticos con que los ha enfrentado su historia caracteriza a otra de las bandas importantes surgidas en Concepción. De su formación se escindieron destacadas carreras musicales paralelas, de entre las cuales destacan las del cantante Julián Peña, el baterista Iván Molina (Matorral) y el guitarrista Mauricio Melo, todos activos en diversos proyectos paralelos. Su trabajo conjunto, aunque intermitente, continúa sin embargo hasta hoy, en la composición y grabación, y en presentaciones en vivo.

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Años

Concepción, 1990 - 2002
reagrupados en 2008

Región de origen

Biobío

Décadas

1990 |2000 |2010 |

Géneros

Integrantes

Mauricio Melo, voz y guitarra (1990 - 2002 / •)
Alberto Rojas, voz y bajo (1990 - 2002 / •)
Iván Molina, batería (1990 - 2002 / ?)
Juan Carlos Medina, bajo (1990)
Marcel Molina, teclados (1991 - 1998)
Michael Cáceres, guitarra (1993 - 1995)
Julián Peña, voz y guitarra (1995 - 2002 / •)
Raúl Morales, teclados (1999 - 2002)
Rodrigo Otero, guitarra (2001 - 2002)
Nicolás Ferrada, teclado (•)
Marcelo Díaz, batería (•)

 

Marisol García

Dos experimentados músicos penquistas dieron inicio al grupo. El baterista Iván Molina y el guitarrista Mauricio Melo habían coronado junto a Emociones Clandestinas un interesante recorrido musical y, a fines de 1990, se unieron a Alberto Rojas y Marcel Molina para darle forma a un nuevo proyecto. Creyentes en el modo de trabajo independiente (incluso cuando la autoedición era aún una rareza en el país), publicaron primero un par de cassettes (Hipnotizándote, en 1991, y Santos city, en 1992) para luego gestionar Octopus: rock en Concepción (1994), un compilado de bandas penquistas que además de temas suyos incluyó títulos de Explanada, Orión, Matapasiones y Machuca.

Su capacidad de gestión y la madurez de su sonido rockero llamaron la atención en Santiago, y Los Santos Dumont (ya con el guitarrista Michael Cáceres a bordo) se convirtieron en la única banda de provincia integrada al disco colectivo Con el corazón aquí, de la Asociación de Trabajadres del Rock, ATR, en 1993. El tema "Me siento bien" los mostró a gran escala, en la antesala a un contrato con la multinacional EMI, la cual se comprometió a integrarlos a su "Proyecto de Rock Nacional”.

El grupo encontró entonces el momento adecuado para mudarse a la capital. Debutaron en disco compacto con Un día en el ático (y lo que encontramos ahí) (1995), un trabajo eléctrico, de largas canciones evocadoras y románticas, y producción de Carlos Cabezas. Entre esa colección de temas en inglés y español, destacaban los singles "Aprende a nadar" y "Esclavo de tus deseos". La banda se ocupó luego en una serie de presentaciones por Santiago y provincias, algunas de ellas como teloneros de sus conciudadanos Los Tres.

Cambio de vocalista
La salida de Cáceres, a fines de 1995, motivó la búsqueda de un nuevo guitarrista. Se integró entonces Julián Peña, valioso aporte en cuerdas y en voz. Junto a él la banda inició una nueva etapa de excepcional entusiasmo, pese a problemas comerciales que los dejaron fuera del catálogo de EMI. La disquera independiente Fusión se ofreció a financiarles un nuevo álbum y, con la producción de Mauricio Melo e Iván Quiroz, el grupo acometió a fines de 1997 la grabación de su obra más ambiciosa. Similia similibus fue una colección de quince composiciones rock de alto vuelo, con timbres hasta entonces inéditos en su trabajo (chelo, viola y un corno inglés), y una lista de invitados que incluyó a instrumentistas de la Orquesta Filarmónica de Santiago (Walter Jiménez, Claudio Morales y Ángel Cárdenas), y rockeros como Álvaro Henriquez, Samuel Maquieira (Yajaira), Cristián Schmidt (Elso Tumbay) y Michel Durot (ex Electrodomésticos). Fue la última grabación de la banda junto al tecladista Marcel Molina, quien al poco tiempo se retiró para ocuparse en diversos proyectos de tecno-pop (como Merlín y Amongelatina).

Problemas financieros obligaron a aplazar la publicación del álbum una y otra vez. Tanto así que, en junio de 1998, y cansados de tanto desgaste, el grupo anunció su separación. «Es, más que nada, por salud mental», advirtieron entonces. Pero la pausa no fue demasiado extensa. De algún modo, se coló a radios y luego a televisión el estupendo single "Ayer", el cual se convirtió en el tema más difundido de su carrera. Warner se interesó entonces en publicar al fin Similia Similibus, y Los Santos Dumont volvieron a trabajar a mediados de 1999 (con Raúl Morales como invitado estable en los teclados). El disco fue presentado en enero del 2000, tres años después de su grabación original, en un concierto con apariciones de Álvaro Henríquez, Carlos Cabezas, Jorge González, Roberto Titae Lindl y Gonzalo Planet; acaso como prueba de apoyo a una conmovedora cohesión y persistencia.

Mauricio Melo se ocupó al poco tiempo en la producción del disco debut de Los Bunkers. Grabaciones posteriores del grupo para una publicación de radio Rock&Pop, el documental Estadio Nacional y el compilado de tributo a Violeta Parra Después de vivir un siglo mantuvieron la actividad por un tiempo. Su cover para "Pasan sin mirar", de Los Bric-a-Brac —un curioso experimento registrado junto a Antonio Zabaleta y Paz Undurraga—, terminó siendo editado el año 2003 en el disco Generaciones, el cual reunía a nuevos rockeros y cantantes chilenos «del recuerdo».

Los Santos Dumont parecían entonces plenos de actividad e ideas, y es lógico que sus seguidores esperasen un disco nuevo. Pero la banda estaba cansada, la respuesta de radios y sellos era decepcionante, y los músicos no tenían la energía para continuar el esfuerzo por demasiado tiempo más. De común acuerdo y con varios planes musicales en mente, decidieron su separación en septiembre del 2002. Al mes siguiente, Melo y Molina participaron en la reunión de la formación original de Emociones Clandestinas, un trabajo temporal (en algunas tocatas también colaboró Julián Peña como cantante), por el cual alcanzaron a grabar un demo con tres canciones, antes de volver a separarse.

Cada integrante se desplegó entonces en direcciones alejadas entre sí. Mauricio Melo viajó a México, Iván Molina se ocupó en el trío Matorral y Julián Peña destacó pronto como cantante del combo Ángel Parra Trío (antes de presentar su propia banda, Casanova). Un concierto de fugaz reunión en La Batuta, en febrero de 2008, puede considerarse como el inicio de una tercera etapa en la vida de Los Santos Dumont, definida por trabajos esporádicos como banda, en paralelo a las actividades paralelas de sus integrantes.

Tercera vida
En esta fase más reciente han destacado la reedición de Similia Similibus, la publicación del EP Santosaurus (2013) y la muestra de nuevos singles, en medio de varias presentaciones en vivo. Fue un proceso coronado a mediados de 2017 con la publicación de Punta de lobos, el quinto álbum de la banda.

Actualizado el 02 de diciembre de 2017