Los Galos

Existe un sonido de Los Galos, que es el de esas canciones melódicas popularizadas desde fines de los años '60 no sólo por este grupo, sino también por conjuntos como Los Golpes, Capablanca, Punto Seis y sobre todo Los Ángeles Negros, el grupo de mayor éxito internacional en la historia de la música chilena. Pero existe un éxito de Los Galos, y ése es sólo de ellos: la canción "Cómo deseo ser tu amor", original de Carlos Baeza e identificada por la interpretación sentida del cantante Lucho Muñoz, es la marca registrada de este grupo chileno, que desde su inicio en 1963 se mantiene activo tras una historia de viajes, éxitos continentales, cambios de integrantes, conflictos y perseverancia.

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Años

Santiago, 1963 -

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1960 |1970 |1990 |2000 |

Géneros

Los Galos

Integrantes

Roberto Zúñiga, batería (1963 - •)
Luis Tamblay, acordeón (1963 - 1965)
Juan Bocaccio Méndez, clarinete (1963 - 1967)
Mario Darigo, trompeta (1963 – 1971)
Julio Espinoza, voz (1963 – 1964)
Carlos Baeza, guitarra (1965 – 1971 / 1974 - 1975)
Luis Muñoz, voz (1966 - 1973)
Jorge Deij, órgano (1968 - •)
Nicolás Parra, clarinete y saxo tenor (1968 - 1974)
Wilson Morales, guitarra (1970 - 1974)
Leonardo Núñez, trompeta (1971 - •)
Carlos Villadiego, voz (1974)
Humberto Salse, voz (1974 - 1975)
Héctor Podea, voz (1975)
Toscano Vidal, bajo (1974 - )
Patricio González, órgano (1974)
Carlos Peña, voz (1975 - •)
Eladio Tato Farías, bajo (1975 - •)
Manuel Antonio Matta, saxo (1990 - •).
Juan Sazo, guitarra (1995 - 2001 / 2007 - •)
Rodrigo Jones, guitarra (2001 - 2007).

David Ponce

Éramos un sonido: los años de fama
El internado de la escuela industrial Don Orione, en la comuna santiaguina de Cerrillos, fue la cuna del conjunto cuando en 1963 se reunieron bajo el nombre inicial de The Douglas los alumnos Luis Tamblay (acordeón), Juan Méndez, conocido como Bocaccio (clarinete) y Roberto Zúñiga (batería).

"Empezamos en un dormitorio. Tamblay con el acordeón y yo que tocaba la caja, y después el Bocaccio con un clarinete. La pasábamos chancho", recuerda Zúñiga, hasta hoy baterista y director de Los Galos. Mario Darigo (trompeta) entró el mismo año, seguido por el cantante Julio Espinoza, también del internado, y por Carlos Baeza (guitarra) en 1965, quien a su vez trajo al cantante Luis Charrito Muñoz para cumplir un contrato en el hotel Continental del balneario de Cartagena, en el verano de 1967.

Tras una primera etapa colegial entre 1963 y 1967, a instancias del baterista Patricio Salazar el conjunto llegó al sello Caracol, dirigido por el disc-jockey radial Antonio Contreras. Allí grabaron un primer single con las canciones "Tímido" y la instrumental "El gringo", y continuaron con otros como "Israel" y "Ven que estoy hirviendo", un cover del popular grupo uruguayo Los Iracundos. La llegada del organista Jorge Deij en 1968, como comenta el músico Javier Olivares, especializado en este repertorio, dio al grupo un nuevo carácter sonoro plasmado en su primer LP, Tu nombre al viento (1970).

"No pasó nada con ese long play. Y después grabamos de chiripa "Cómo deseo ser tu amor", y pegó", cuenta Zúñiga. Esa canción fue el impacto histórico de Los Galos, compuesta por Carlos Baeza en 1970, en la voz de Lucho Muñoz y con la instrucción "entre Favio y Sandro" para la interpretación. "Carlos (Baeza) era el creador de la letra, el arreglo, la música, todo. Así era Carlos", retrata el baterista. "Nos sobraron como dos horas de grabación, él dijo que tenía una canción, le hizo un arreglo pequeño, veamos cómo sale, y salió, poh. Se grabó y cambió todo. Ahí fue como que se inició nuestra carrera".

Con ese impulso el grupo grabó discos como el propio Cómo deseo ser tu amor (1970), que apareció sobre la marcha con las canciones "Un minuto de tu amor", "Por temor" y "Te esperaré en el parque aquel…", entre otras. El sonido de Los Galos (1971), con retrato del conjunto entre las palomas de alguna calle de Santiago, trae dentro "Que esperas de mí", "Perdona si me ves llorar" y "Te amo de noche, te extraño de día", e Historia de un amor (1972) contiene "Detalles", "Me permito aconsejarte, corazón" y "Ay, qué lindo es poder decir que te quiero". El repertorio era una mezcla de canciones propias y éxitos de Roberto Carlos, Armando Manzanero, José Alfredo Jiménez y otras estrellas latinoamericanas.

El primero de esos discos fue grabado por la formación entre Lucho Muñoz (voz), Carlos Baeza (guitarra), Mario Darigo (trompeta), Nicolás Parra (saxo), Jorge Deij (órgano) y Roberto Zúñiga (batería). Para el siguiente el guitarrista Wilson Morales tomó en 1971 el lugar de Baeza, quien se dedicaría más tarde a Capablanca y a grabaciones para otros artistas. En el mismo año se incorporó Leo Núñez en la plaza de Mario Darigo. Y la particularidad de estos primeros long play está en el nombre completo del grupo, inscrito en todas esas carátulas setenteras como El Sonido de Los Galos.

"El grupo siempre se llamó, desde que grabamos, El Sonido de los Galos", corrobora Zúñiga. "Porque lo que tenía este pequeño grupo era el sonido. Ése es el nombre que estaba en el registro de las marcas y todo eso. La diferencia que tenían Los Ángeles Negros con nosotros es que ellos eran una voz con unos músicos. Y nosotros éramos un sonido instrumental con alguien que cantaba".

Hijos de la radio, no de la tele
En 1971 cumplieron una primera gira internacional rumbo a Argentina, Uruguay, Paraguay y Perú, y hacia 1973 habían grabado unos diez discos, según estima el baterista. Centroamérica fue otro destino en esos años, y en una gira a Guatemala, con fecha exacta el 1 de enero de 1974, Lucho Muñoz se alejó del conjunto, lo que dio inicio a una sostenida discrepancia en torno al uso del nombre de Los Galos.

"Lucho decidió dejarnos. Firmamos un acuerdo que ya no seguía en el grupo. Le dijimos: Si te quieres ir, te vas, pero el nombre tienes que cederlo. Ningún problema, dejó un  papel firmado y cedió la parte del nombre. Nosotros dejamos de grabar el primero de enero del '74. Se paró el asunto de la grabación", dice Zúñiga. Pero iba a ser una decisión momentánea. Los Galos acudieron al cantante Carlos Villadiego para cumplir con el resto de esa gira, y en 1975 reanudaron su carrera y con Carlos Peña en la voz.

Te extraño tanto, amor (1974) es no sólo el primer disco del grupo sin Lucho Muñoz, sino también el que concentra la mayor cantidad de composiciones de Carlos Baeza, quien entonces retornó brevemente al conjunto, como refiere Javier Olivares. Luego, en Te quiero cada día más (1979) grabó por primera vez Carlos Peña, el cantante de más larga asociación con Los Galos.

"Ahí empezamos con el bajo perfil que queríamos. Empezaron a crecer los hijos, ya el éxito lo habíamos alcanzado… Si un chileno no puede llegar más allá. Ya nos conocía toda América. Habíamos recorrido, vendido discos en todos los lugares y como somos chilenos nadie quería irse. Nosotros no nos radicamos en México", define el baterista, cuyo grupo, al revés de Los Ángeles Negros, no quiso abandonar Chile.

"Conocimos mucho afuera, y cuando conoces afuera quieres más esto", explica, "y todavía no tenemos ambiciones. Somos un grupo de amigos que la pasan bien y andamos bien. Como somos así, ¿qué hacemos?: tocamos. Nosotros somos más de provincia y somos hijos de la radio, no somos hijos de la tele. Y en la época de la radio los disc-jockey estaban más atentos de la música que estaba pasando".

Actuaciones en Perú, Ecuador, Bolivia y visitas a Miami, donde han tocado en sitios como el hotel Fontainebleau o la radio Clásica 92, figuran en los registros recientes de Los Galos, que además han editado y reeditado gran cantidad de discos en la era del CD, con títulos genéricos del tipo de Álbum de oro, Ídolos de siempre o Grandes éxitos. En ellos aparecen canciones de sus primeros años como "Perdona si me ves llorar", "Un minuto de tu amor" o "Qué esperas de mí" con otras como "Él o yo", "Canción para un esposa triste", "Perdóname los celos" y "Entrega total".

También han grabado versiones de "Sabor a mí", "Amada amante", "Sabrás que te quiero" e "Historia de un amor", entre baladas y boleros, y discos de su última época son Declaraciones y Mejor que nunca. A más de cuarenta años de sus primeros discos, Los Galos siguen activos y suelen compartir espectáculos con boleristas, cantantes de la Nueva Ola y astros locales como Zalo Reyes, en los que sus señas siguen siendo esas canciones melódicas, ese sonido de bolero eléctrico con saxo y trompeta y, ahora, el pelo blanco que Roberto Zúñiga se ha resistido a teñir.

Actualizado el 31 de julio de 2016