Carlos Dávila

Carlos Dávila
Foto: Detalle de un retrato de Raiza Vera Ugas (2007)

Carlos Dávila

Peruano de nacimiento pero porteño por adopción musical, Carlos Dávila Galarza es uno de los integrantes de La Isla de la Fantasía, elenco de Valparaíso que ha mantenido vivas las tradiciones de la canción popular del puerto. Hasta su muerte en 2011, este guitarrista y cantante aportó al conjunto la experiencia de más de medio siglo de música y vida compartida con la cantante Silvia Pizarro, más conocida como Silvia La Trigueña.

Fechas

Muerte: abril de 2011
Valparaíso

Décadas

1950 |1960 |1970 |1980 |1990 |2000 |

Géneros

Grupos

Carlos Dávila

Felipe Solís Poblete

Originario de la ciudad de Jauja, Perú, Carlos Dávila había aprendido a tocar la guitarra en su juventud. Cuando rondaba los dieciocho años el pianista Ramón Urízar lo llamó para integrarse como guitarrista y segunda voz al conjunto Los Mensajeros del Perú, con la primera voz del cantante Luis Abanto Morales. Con Felipe Coronel Rueda en la primera guitarra, el grupo inició una gira por el norte del Perú, con presentaciones en radios y diversos lugares, gira que más tarde terminaría en Iquique.

En esa ciudad fueron contactados por radio Cooperativa Vitalicia para seguir su recorrido por Chile, y terminaron su itinerario con actuaciones en Santiago y Valparaíso. En el puerto los escuchó el empresario Armando Canales, quien estaba inaugurando la recordada boite American Bar en la Plaza Echaurren, y en este local Los Mensajeros del Perú trabajaron alrededor de seis meses como grupo estable en jornadas diarias de seis a doce de la noche. También actuaron en radios y, como era costumbre dominical, en las quintas de recreo del cerro San Roque.

Después de pasar por Santiago y tocar en quintas de recreo capitalinas como el famoso Rosedal y en los cabarets Picaresque y Humoresque, Carlos Dávila y el grupo partieron a Buenos Aires hacia 1950, donde se presentaron en cafetines y en Radio Belgrano, además del canal de televisión de la misma radioemisora. Un año más tarde, el conjunto volvió a Santiago para tocar en el Rancho Grande, donde se encontraba trabajando Silvia La Trigueña. Hasta ese momento ambos se conocían sólo por las fotografías de los anuncios promocionales de los artistas que se presentaban en este local. Fue cosa de tiempo que se enamoraran, al inicio de una relación que fue consagrada en la Iglesia de San Francisco, en el natal Cerro Barón de la joven Silvia.

Con anterioridad al casamiento, Los Mensajeros del Perú se disolvieron durante su segunda visita en Santiago, luego de que por un tiempo Eduardo Zambo reemplazara a Luis Abanto Morales. A partir de esta época la vida de Carlos Dávila se trasladó definitivamente a Valparaíso, donde junto a Silvia y al acordeonista Eduardo Ossandón formaron el conjunto Chile Lindo. El siguiente grupo de la pareja iba a ser Silvia la Trigueña y los Huasos Ladinos, a comienzos de los años '70, el mismo que en el siglo siguiente se incorporó a La Isla de la Fantasía. Carlos Dávila murió en el puerto en abril de 2011, pero en los tres discos grabados por la Isla entre 2001 y 2009 siguen resonando su voz y su guitarra.

Actualizado el 08 de febrero de 2016