Iñigo Díaz

Conocida en el medio musical de los ’80 y ’90 como Nené Lecaros, se inició muy temprano en el núcleo familiar. Primero escuchando a su padre, el acordeonista Mario Lecaros Sánchez (integrante de la orquesta de su hermano, el compositor popular Fernando Lecaros). Luego a sus hermanos probando en el swing y finalmente como integrante del coro folclórico de niños que dirigía su madre, Inés Venegas. Así descubrió a Violeta Parra y el repertorio de raíz criollo y campesino.

Al mismo tiempo conoció la bossa nova al presenciar los ensayos del dueto entre su hermano Roberto y la cantante Rita Góngora a fines de los años ’60. Ahí se conectó con la obra de compositores como Tom Jobim, Joao Gilberto y luego con las voces modernas de Elis Regina y Flora Purim. Desde 1976 se inició además en una carrera como jinglista en los estudios dirigidos por Jaime de Aguirre (bajista de grupos de jazz como Kámara y Tercera Generación) que mantuvo hasta mediados de la década de los 2000.

Durante todo ese tiempo, Nené Lecaros escribió piezas de orientación bossa nova como una prolífica autora de material que permaneció en resguardo. Mientras escribía canciones y grababa jingles también apareció como lady crooner en las agrupaciones jazzísticas que formaron sus tres hermanos para cantar swing, bolero y bossa nova, ahora junto a nuevos miembros del clan como Rodrigo Galarce Lecaros (contrabajo) o Félix Lecaros (batería) y conocido como Lecaros Jazz Quartet.

En 2004 regresó a la composición y en 2007 editó su primer disco junto a otros músicos de jazz como el guitarrista Mauricio Rodríguez, el saxofonista Andrés Pérez y el bajista Pablo Lecaros, que se llamó Meus filhos, una representación de todas sus canciones y todos sus hijos, entre los que también estaba la cantante R&B Martina Valenzuela Lecaros.