Claudio Arrau

Claudio Arrau
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El pianista más importante nacido en Chile adquiere relevancia histórica en el recuento de los más destacados intérpretes del mundo en el siglo XX, y por eso su biografía es la de una figura de relieves únicos en el recorrido cultural de nuestro país. Aunque su formación la tuvo en Alemania y gran parte de su trayectoria la desarrolló en  Europa y Estados Unidos, Arrau mantuvo siempre un vínculo atento con su país natal, con viajes esporádicos para ofrecer recitales (el último de ellos, en 1984, cuando recibió el Premio Nacional de Artes) y el apoyo a diversas iniciativas de apoyo a pianistas locales. Por voluntad propia su tumba está hoy en Chillán, donde además gran parte de sus pertenencias pueden conocerse en el Museo Claudio Arrau, inaugurado en 2005 en el lugar que acogió su casa de infancia.

Ficha

Fechas

Chillán - 07 de febrero de 1903
Mürzzuschlag (Austria) - 09 de junio de 1991

Región de origen

Biobío

Décadas

1920 |1930 |1940 |1950 |1960 |1970 |1980 |

Géneros

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Claudio Arrau

El pianista más importante nacido en Chile adquiere relevancia histórica en el recuento de los más destacados intérpretes del mundo en el siglo XX, y por eso su biografía es la de una figura de relieves únicos en el recorrido cultural de nuestro país. Aunque su formación la tuvo en Alemania y gran parte de su trayectoria la desarrolló en  Europa y Estados Unidos, Arrau mantuvo siempre un vínculo atento con su país natal, con viajes esporádicos para ofrecer recitales (el último de ellos, en 1984, cuando recibió el Premio Nacional de Artes) y el apoyo a diversas iniciativas de apoyo a pianistas locales. Por voluntad propia su tumba está hoy en Chillán, donde además gran parte de sus pertenencias pueden conocerse en el Museo Claudio Arrau, inaugurado en 2005 en el lugar que acogió su casa de infancia.

Marisol García

La vida y las conquistas de Claudio Arrau estuvieron definidas entre otras cosas por su precocidad. Todas las biografías y notas sobre su talento en la música lo describen como un «niño prodigio», y no hay cómo negar la categoría de tal. A los tres años, ya podía leer partituras (mucho antes que palabras en un texto) y a los cinco realizaba su primer concierto (en el Teatro Municipal de Chillán). La beca de gobierno que lo llevó a estudiar al Conservatorio Stern de Berlín, en Alemania, la obtuvo a los nueve años, y un poco más tarde, en 1914, el chillanejo mostraba su talento en un primer concierto europeo.

Las primeras giras por el Viejo Continente, junto a grandes orquestas y directores, llegaron durante su adolescencia. Así, para cuando había finalizado su beca, Arrau regresó a Chile ya como un experimentado concertista, aunque aún no cumplía los 20 años. Su destino internacional estaba ya trazado, y en adelante sus visitas al país serían en hoteles y entre grandes expectativas públicas.

En el rápido avance de su formación como pianista hubo una influencia decisiva por un lado de su madre, Lucrecia León, profesora de piano y viuda temprana (el padre del pianista murió cuando su hijo menor tenía un año), que sin recursos propios ni contactos en la capital consiguió que el talento innato del niño pudiese perfeccionarse con maestros a la altura, gracias a una beca aprobada por el Congreso de Chile. La mujer partió a Berlín en 1911 junto a sus tres hijos, sin que ninguno de ellos supiese hablar alemán ni inglés, aún sin un profesor escogido para las lecciones de Claudio, y con una pensión calculada sólo para dos personas. Entra entonces el segundo gran pilar de la vida del chileno, tan importante que él mismo llegó a considerarlo como una figura paterna. El alemán Martín Krause (1853-1918) fue el único maestro que tuvo Arrau, y que como tal aplicó una filosofía única en la enseñanza, anclada en la convicción de que la interpretación excelsa de piano exige conocer las circunstancias en las que los compositores vivieron y trabajaron. Así, Krause fue para el niño no sólo un exigente formador en el instrumento sino también el hombre que lo introdujo a la literatura, la pintura, la ópera y la filosofía.

En una vida nómade, los más largos períodos de residencia los fijó Arrau en Berlín y, más tarde en Nueva York, a donde se mudó en 1941, incómodo con el alza del nazismo en Europa. En 1979 le fue otorgada la nacionalidad estadounidense. Su vasto legado musical —fruto de una vida completa dedicada a la música, sin interrupciones, incluso más allá de los 80 años— puede revisarse en más de cien grabaciones extranjeras apoyadas en el repertorio de los más grandes compositores, así como en varios libros biográficos, algunos de ellos escritos por alumnos. Destaca en esa bibliografía Conversaciones con Arrau, elocuente y diverso volumen de recuerdos, opiniones y definiciones que Joseph Horowitz registró en largas entrevistas junto al maestro en su hogar neoyorquino, y que fue publicado por primera vez en inglés en 1982. El sitio Arrau House (www.arrauhouse.org) es la más acuciosa fuente de consulta para datos biográficos y discográficos, así como para fotos y vínculos relacionados.

Actualizado el 09 de julio de 2017

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