Martín Pescador

Ostentando su plumaje azul grisáceo, corona negra y elegante cuello blanco, el Martín Pescador se reparte en Chile desde Concepción al extremo sur. A los de su especie —aves de la familia Alcedinidae— se les encuentra usualmente inmóviles posados en ramas o troncos cercanos al agua, esperando que un pez se acerque a la superficie para lanzarse sobre él y tragarlo casi de una vez. Es un pájaro particular que le inspira al cantautor Ariel Acosta ideas de naturaleza y supervivencia lo suficientemente atrayentes para identificarse con ese nombre sobre el escenario y en discos.

Fechas

Santiago - 22 de junio de 1982

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |

Géneros

Marisol García

Martín Pescador se inició siendo él, músico solista con seudónimo. Pero es hoy una banda completa, que mantiene a Acosta como principal compositor y a los tres músicos a su lado en apoyo de arreglos e instrumentos. Un pop de firme dirección melódica —ineludiblemente melancólico, aunque no por eso opaco— guía un cancionero repartido hasta ahora en tres discos, de interesante equilibrio entre cuidado en letras, acordes de guitarra y sutiles secuencias electrónicas.

Las bandas Baikonur y First Tiger —esta última, integrada por Acosta durante unos meses de residencia en Glasgow (Escocia)— fueron asociaciones que en la primera década del siglo ajustaron en Ariel Acosta la dirección que buscaba darle a su afinidad con sonidos de raigambre folk, rock y electrónica.

Sus actuales acompañantes —y que justifican a Martín Pescador como banda— son el guitarrista Arturo Ríos, la bajista Karime Grez y el baterista Leonardo Araneda. Al frente del grupo, Ariel ordena sobre guitarras, sintetizadores, sampler y secuenciador un canto personal y emotivo, entregado con intensidad pese a la intimidad de las emociones e imágenes que describe.

En conjunto, el trabajo para el disco Bitácora (2017) fue un despegue importante para el cancionero de Martín Pescador. La asistencia parcial en producción de dos integrantes de Matorral, el trabajo desprejuiciado en sonido y la acogida a reflexiones sobre los encuentros y desencuentros con otros («los amigos van y vienen, y creo que gran parte de este disco tiene que ver con la “volatilidad” de las relaciones interpersonales y del rol que cumple cierta gente en ciertos momentos de la vida», ha dicho el compositor) cargaron al álbum de una identidad propia.

«No es malo diferenciarse de lo que está sonando», clarificó Acosta en entrevista con radio Cooperativa al presentar el disco. En ese orgullo distintivo está parte de la esencia de su proyecto musical.

Actualizado el 10 de diciembre de 2018