Profetas y Frenéticos

La primera parte del camino solitario del ex Prisioneros Claudio Narea se llamó Profetas y Frenéticos, banda que tuvo varias formaciones y que, de alguna manera, fue el reflejo de las distintas etapas personales por las que pasó el guitarrista tras el fin de su proyecto más popular. A través de un rocanrol clásico, la banda existió en malos tiempos para la música local y, pese a contar con un miembro del trío sanmiguelino en sus filas, su impacto no fue más allá del disco debut. Tras su disolución, y luego de años de trabajo solista de Narea, el grupo anunció su rearticulación a mediados del 2008.

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Años

Santiago, 1991 -

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1990 |2000 |2010 |

Géneros

Profetas y Frenéticos

Integrantes

Claudio Narea, guitarra (1991 - 1996 / 2008 - •).
Luis Lucho González, voz (1991).
Juan Pablo Rojas, batería (1991 - 1996 / 2008 - •).
Dago González, bajo (1991 - 1992).
Jorge Narea, teclado (1991 - 1996).
Claudio Klein Guzmán, bajo (1993 - 1996 / 2008 - •).
Claudio Claxon Bravo, voz y guitarra (1992 - 1995 / 2008 - •).
Pablo Cerda, guitarra (1993 - 1996).
Fernando Otárola, teclados (1996)
Andrés Martínez, teclado (2008  - •).

Jorge Leiva

Narea, compositor
Claudio Narea se había retirado de Los Prisioneros en febrero de 1990. Poco después, alejado de la música, un grupo de amigos le propuso formar una nueva agrupación, con quienes se comenzó a reunir para tocar covers de Elvis Presley y los Ramones. En ese contexto, y empezando de cero, comenzó a hacer sus primeras composiciones.

Su primer tema fue “Profeta y frenético”, y le dio nombre a la banda, que debutó en agosto de 1990 en la Casa Constitución. El vocalista Luis González evocaba deliberadamente a Elvis Presley, y con su voz impostada consolidó el sonido del grupo, que en enero de 1991 grabó su primer disco con Alerce, llamado simplemente Profetas y frenéticos.

Letras con alusiones religiosas —Narea era entonces un displinado católico— y homenajes a la cultura televisiva fueron parte de ese disco, que congregó a un escaso, pero leal público, compuesto en buena parte por jóvenes del mundo punk. Los medios masivos, sin embargo, estaban cerrados al pop local tras la saturación de la década anterior, por lo que el trabajo de los Profetas se mantuvo siempre marginado, con presentaciones esporádicas y en lugares pequeños, además de resultados económicos bastante desalentadores.

Varios integrantes se retiraron tras el primer disco, y el propio Narea dejó de lado su banda para presidir la Asociación de Trabajadores del Rock (ATR), una plataforma que buscaba más difusión para el rock local, y cuyo primer proyecto fue la edición del compilado Con el corazón aquí (1992).

Ese mismo año, la naciente radio Rock&Pop puso en su parrilla el tema “Muévete, retuércete”, que contribuyó al esfuerzo de Narea por rearmar el grupo y grabar un segundo disco. Se editó así Nuevo orden (1992), que hoy el músico define como un trabajo “sin ideas ni buenas canciones”. El grupo regresó a los escenarios, pero a un ritmo cada vez más espaciado, que se detuvo definitivamente en 1996, cuando ofrecieron sus últimas presentaciones, ya con el propio Narea como vocalista. El músico retornaría años después en una carrera solista y en una temporal reunión de Los Prisioneros. Juan Pablo Rojas se hizo parte de González y Los Asistentes, y Klein Guzmán ha destacado en diversas bandas de blues y punk, tales como Los Revoltosos y Los Peores de Chile.

Alerce reeditó en el año 2004 el primer disco de Profetas y Frenéticos, con dos canciones de Nuevo orden, y un sonido mejorado, como lo merece una de las mejores grabaciones locales de principios de los años '90. Cuatro años más tarde, en junio de 2008, la banda volvió a presentarse en la discoteque Blondie junto a varios integrantes originales, anunciando una rearticulación de largo aliento.

Actualizado el 05 de marzo de 2020