Marisol García

Ni los escenarios ni la música eran ajenos a los dos integrantes de Villamillie al momento de asociarse en la composición de canciones a dúo. Desde 2006, Juan Pablo Villanueva —quien creció cerca de una abuela cantora que le enseñó un rico repertorio tradicional— era uno los fundadores del conjunto de cueca La Gallera, y más tarde integrante del grupo multinacional Hoppo (conocido, sobre todo, por tener como vocalista a Rubán Albarrán, de Café Tacuba). Marcela Millie, en tanto, había seguido estudios parciales de Sonido en la U. de Chile antes de asentarse en el Teatro, en una trayectoria como actriz que muchas veces ha estado cruzada por su interés en la música:

«Si estoy participando de una obra, me gusta pensar en qué canciones pueden adaptarse a la historia y en cómo hacerlo. Es algo que integro a mi tarea en la actuación».

Ese trabajo en sociedad, aunque no del todo escindido de los proyectos por separado de sus integrantes, es una particular gracia de la música que comenzó a mostrar Villamillie como dúo a partir de 2019. De hecho, a Marcela le acomoda la definición de «trabajadora vocal» para el total de sus proyectos, considerando que varios encargos suyos para teatro la han mostrado cantando. Eso incluye aplaudidos montajes de ficción con fuerte apoyo en la música (como Cabaret y Los papeleros, además de uno de los recientes remontajes de La pérgola de las flores), pero también obras sobre los mayores íconos de la investigación folclórica nacional: Violeta Parra al centro de la injusticia (2008) y Tal como llega la fruta. Las Hermanitas Loyola vuelven a la radio (2018). En 2015 fue, además, parte del elenco para la innovadora versión de Sueño de una noche de verano trasladada a poesía popular por un equipo dirigido por Héctor Noguera.

La primera grabación de Villamillie, la cueca experimental “Por las noches del invierno”, resultó ganadora del Concurso de Música de Raíz Margot Loyola 2019, organizado por SCD. De ahí en adelante, vinieron incesantes nuevos reconocimientos para su música, incluyendo el Premio Pulsar 2022 a mejor artista de música de raíz (por su disco La flor del anhelo) y el primer lugar en el Concurso de Composición Roberto Parra Sandoval 2023. En su recorrido, el dúo ha combinado la muestra de piezas originales con otras recogidas de la tradición del Valle Central chileno, incluyendo cuecas y corridos. Juan Pablo les agradece a sus estudios de Sonido los conocimientos técnicos para una mezcla y producción capaz de llevar las grabaciones a un cruce entre la raíz y las máquinas, en timbres no habituales para el folclor. Es como una experimentación creativa, que consigue encauzar lecciones aprendidas en las artes escénicas y narrativas.

«Cada canción tiene su lenguaje —advierten—, y hay diferentes herramientas musicales, electrónicas y técnicas para llevarlas adelante». Esta búsqueda será precisamente la tónica del disco que el dúo anuncia para 2025.