Alfredo Espinoza

Por el tiempo en que en Francia fue conocido como "el chileno del saxofón", Alfredo Espinoza estaba aún muy lejos de pasar a ser la leyenda viviente del jazz nacional que terminó siendo. Mientras en Santiago y Valparaíso (su ciudad natal) su nombre no significaba más que la asociación entre dos palabras, según narran las crónicas en Buenos Aires y París su figura era "mitológica". Su muerte a los 72 años, en 2015, tras un largo retiro de la música, golpeó a la comunidad musical que vio partir a una figura ineludible, la más importante del jazz chileno para muchos entendidos y para los propios músicos.
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Alfredo Espinoza
Por el tiempo en que en Francia fue conocido como "el chileno del saxofón", Alfredo Espinoza estaba aún muy lejos de pasar a ser la leyenda viviente del jazz nacional que terminó siendo. Mientras en Santiago y Valparaíso (su ciudad natal) su nombre no significaba más que la asociación entre dos palabras, según narran las crónicas en Buenos Aires y París su figura era "mitológica". Su muerte a los 72 años, en 2015, tras un largo retiro de la música, golpeó a la comunidad musical que vio partir a una figura ineludible, la más importante del jazz chileno para muchos entendidos y para los propios músicos.
Iñigo Díaz
Espinoza era dueño de una brillantez inventiva sobre el saxo alto como si hubiera sido un Charlie Parker perdido en el tercer mundo. De hecho una bitácora de erráticos zig-zags y la lucha frente a un trastorno mental fueron finalmente —como ocurrió también con Bird— razones válidas para entender cómo fue que Alfredo Espinoza llegó a tocar el saxofón de la manera en que lo hizo por cuatro décadas y a transformarse así en el genio del jazz chileno.
Valparaíso, Buenos Aires, París
Nació en el porteño Cerro Cordillera. Aprendía la armónica, flauta, guitarra o citarina "de oído" y con dotes evidentes. En 1954 su familia se trasladó a Buenos Aires y ahí comenzó un adiestramiento con el tubista clásico Rómulo Angel Díaz. Tenía diecisiete años cuando su maestro lo integró a un conjunto de jazz tradicional formado por escolares. Entonces Espinoza tocaba el clarinete siguiendo a sus ídolos Johnny Dodds y Buster Bailey.

Foto:
Su habilidad innata lo llevó a integrar simultáneamente conjuntos bonaerenses de música dixie siendo aún menor de edad: los Dixie Sincopators, los St. Louis Stompers y los Kansas City Stompers. Una función sorpresiva con esta última banda encontró a Espinoza sin su clarinete a mano. Le pidieron que tocara un saxofón alto que permanecía estático como elemento decorativo en una casa. En treinta minutos había comprendido y dominado las transcripciones de digitación del clarinete al saxo. Esa noche lo tocó con maestría. Fue el año cero para el solista único que muy pronto llegaría a ser en el saxo alto.
En el Buenos Aires jazzístico se hablaba del estilo fresco y melódico de Espinoza. No resultó extraño que fuera reclutado en 1965 por la Porteña Jazz Band (agrupación histórica, símil de la Retaguardia Jazz Band en Chile). En esta banda tocó todo el repertorio de Nueva Orleáns con su nuevo instrumento, ahora siguiendo al altoísta Frankie Trumbauer. Se mantuvo en la banda hasta 1969.
El 1 de enero de 1970 Espinoza buscaba departamento en el barrio latino de París. Se había lanzado en una misión de búsqueda de la Haricots Rouges Jazz Band, orquesta a la que quería integrarse. Pero se encontró de pronto viendo a la Pieds de Poule Jazz Band. Estos "pies de pollo" (traducción literal) eran los rivales de los "porotos rojos" (traducción literal), y cuando sus músicos vieron tocar a Espinoza se adelantaron a sus intenciones y lo contrataron. Su nombre se multiplicó en París y quien no conocía a Espinoza sabía de la existencia de "le chilien du saxophone".
La noche interminable
Pero los buenos años estaban por acabarse. En 1980 regresó a Valparaíso, donde se vinculó al trompetista Sergio Acevedo y al contrabajista Luis Basaure. Por primera vez, Espinoza abordaba temáticas del jazz moderno concentrándose en la figura de Charlie Parker y en velocísimos despliegues bop como en "Yardbird suite". En 1981 se integró al quinteto experimental de la Universidad de Valparaíso que comandaban sus nuevos compañeros, el UV5 (muy poco después se llamaría definitivamente UV6, con el ingreso del joven saxofonista Andrés Bonnet). Pero la vena clásica de Espinoza seguía muy viva. Después de una histórica aparición en el Club de Jazz, en la que dejó en evidencia el abismo entre él y los jazzistas chilenos, Espinoza fichó en la Retaguardia Jazz Band con la que permaneció por más de 25 años. Poco después llegó a La Banda del Jazz (1982-84), circunstancia que lo conectaría con el pianista Giovanni Cultrera, su futuro cable a tierra.

Foto: Cristián Soto López
Entonces fue cuando su salud mental empeoró. En sus momentos más críticos, un Espinoza golpeado por el alcoholismo llegaba a fumar hasta dos paquetes de cigarrillos por día y pasaba semanas sin levantarse de la cama. Si no perdía el saxofón, perdía la lógica de cualquier conversación en que estuviera participando. Dejó de tocar. Nadie sabía dónde estaba, salvo algunos que lo vieron vagar por las calles de Valparaíso. Los músicos de Santiago temían que Espinoza pudiera morir en cualquier momento, entonces grababan los mágicos solos —incluso en los ensayos—, para resguardar su arte. Su figura se hizo legendaria en plena vida. Cuando su madre falleció, Espinoza tenía 55 años y se trasladó a la capital.
Los nuevos cuidados jugaron a favor. Tras quince años de oscuridad, retomó su saxo alto y se reintegró a la comunidad jazzística actuando en los conjuntos del clarinetista Sergio Miquel. Después de una vida completa como sideman, Espinoza debutó como líder en el disco de standards Alfredo Espinoza y la Hot Swing Jazz Band (2000), registrado en vivo en junio de ese año con un quinteto que incluyó a Boris Ortiz (clarinete), Federico Dannemann (guitarra), Pablo Lecaros (contrabajo) y Antonio Gaete (batería). Fue la antesala de un nuevo disco grabado en las mismas condiciones del directo y en el mismo tradicional escenario y que lo pondría en la primera línea del swing a nivel fonográfico: Jam session en el Club de Jazz (2002), en formato de cuarteto.
En paralelo, Espinoza trabajó con un quinteto bop con Sebastián Jordán (trompeta), Roberto Dañobeitía (guitarra), Roberto Carlos Lecaros (contrabajo) y Félix Lecaros (batería), que abordó sobre el repertorio de sus desconocidas composiciones. El grupo realizó una grabación en directo desde el club El Perseguidor en 2002, que se convertiría en su álbum póstumo en 2015: Own's blues. Su música iba nuevamente hacia el cielo. Sus líricos y límpidos solos volvían a ser como en la gran época: cada vuelco sorprendía hasta los más críticos auditores.
Escape al silencio: la huella del saxofonista
Desde ahí Espinoza comenzó a componer piezas jazzísticas. Durante sus estadas en Buenos Aires y París había sido un creativo arreglador, pero en Santiago se consolidó como compositor. El cuarteto grabó "Own's blues" y "Swinging the new", mientras el quinteto estrenaba espléndidas piezas como "Melancholy stomp", "Minor tune swing" o "Jamming news". El músico alternaba su liderazgo con nuevas colaboraciones junto a grupos de jazz tradicional en la capital y el puerto, acompañanado esporádicamente a los grupos La Bix Band y Valparaíso Dixieland Jazz Band . Además, Espinoza apareció en reiteradas ocasiones como músico esteler en en La Piedra Feliz junto al cuarteto del baterista Moncho Pérez.

Foto: Carla Pinilla / Emol
A esa altura, Espinoza ya había encontrado en Cultrera a su máxima conexión musical. Desde 1990 ensayaban semanalmente repertorio swing en duetos de saxo alto y piano, y en 2003 este proyecto llegó a los escenarios del club Thelonious y de El Mesón Nerudiano. Una masiva audiencia seguía estas sesiones públicas, hasta que al dueto se integraron otras figuras del jazz clásico: el trompetista Daniel Lencina, el clarinetista Boris Ortiz o la cantante Danielle Gilson. Con este armado grabó en 2005 los álbumes Jazz! y Clásicos de Navidad en jazz.
En 2009 el documental Escape al silencio, de los realizadores Diego Pequeño y Ana María Lara, rastrearon la historia de Espinoza de Santiago a París y de Barcelona a Valparaíso, con un acento que omitía los aspectos biográficos. Se trataba de una historia en busca del mito del jazzista chileno, narrado por los coprotagonistas de su historia, principalmente sus amigos músicos, el baterista Marcelo de Castro y el trombonista italiano Duccio Castelli, además de los jazzistas europeos que lo conocieron durante los años '70.
La película fue presentada en el Festival In-Edit de ese año. Para entonces Alfredo Espinoza ya estaba en plena recuperación, pero aún así nadie supo con certeza qué ocurría en su pensamiento. En 2011, una biografía escrita por Castelli y editada en Italia con el título Alfredo Espinoza jazzman. Legendario y oscuro, tuvo en 2013 su traducción en Chile, mientras que Esteban Estay, el trompetista y líder de La Bix Band fue el gestor de la antología definitiva de Espinoza en Restrospectiva (2012), disco que reunió sus más importantes solos en el período 1975-2010. Del mismo modo, el sello Animales en la Vía recuperó las grabaciones del concierto que dio el quinteto de Espinoza en el club El Perseguidor en 2002, que descansaron en silencio por más de una década y que fue editado en 2015. El disco Alfredo Espinoza Quinteto es el único registro de esa formación, un testimonio de su intercambio con los músicos de una nueva generación.
Una larga vida de fumador le había cobrado al saxofonista una factura cara de pagar. En 2011, en plenas facultades creativas, se le diagnosticó un enfisema y un cáncer pulmonares, lo que lo obligó a retirarse progresivamente de la actividad musical. A inicios de 2013, Alfredo Espinoza estaba completamente retirado, cerrando de este modo su historia jazzística de grabaciones y actuaciones. Murió en abril de 2015, apenas unas horas después del fallecimiento del gran baterista Lucho Córdova. La música que brotó de su saxofón fue por siempre el reflejo de la compleja y adelantada mente del que ha sido investido como el más grande jazzista chileno de toda la historia.
Canciones
1. San
2. Poor butterfly
3. I found a new baby
4. Exactly like you
5. Avalon
6. Blue Monk
7. Tiger rag
8. Lulu's back in town
9. Sweet Giorgia brown
10. Los picapiedras
El segundo disco del saxofonista alto Alfredo Espinoza funcionó como una extensión de Alfredo Espinoza y la Hot Swing Jazz Band (2000), aunque ahora mucho más direccionado hacia un sentido bop y swing a diferencia del carácter hot jazz que tuvo en parte esa grabación predecesora. Nuevamente en las primeras tomas de una actuación en el mismo Club de Jazz de Ñuñoa, la noche del 8 de marzo de 2002, Espinoza salió al encuentro de diez standards de épocas dispares, considerando en su conjunto a un trío de respaldo formado por Federico Dannemann (guitarra), Felipe Chacón (contrabajo) y Antonio Gaete (batería).
Canciones
1. What is this thing called love?
2. Out of nowhere
3. Own's blues
4. Swinging the news
5. Moonglow
6. Limehouse blues
7. Jitterbug waltz
8. Just one of those things
9. Solitude
10. China boy
Disco editado por el saxofonista alto Alfredo Espinoza junto al pianista Giovanni Cultrera, tras las temporadas en que superaron las 120 actuaciones como dueto, más ensamble swing.
Canciones
1. Christopher Columbus
2. Just squeeze me
3. Like someone in love
4. Embraceable you
5. Easy living
6. Falling in love with love
7. Shine
8. I can't get sarted
9. What is this thing called love?
10. April in Paris
11. Sugar
12. How long has this been going on?
13. What a little moonlight can do
14. The nearness of you
Canciones
1. Love for sale / Easy living
2. April in Paris
3. Straighten up and fly right / When I fall in love / All of me
4. You'd be so nice to come home to / Old devil moon
5. The nearness of you
6. They can't take that away from me
7. I can't give you anything bu love
8. Route 66
Canciones
1. Love for sale
2. Willie de weeper
3. April in Paris
4. Fidgety feet
5. Jam session en Club de Jazz de Santiago
6. Blue Monk
7. China boy
8. Christopher Columbus
9. La estampida
10. Limehouse blues
11. Nagasaki
12. Owns blues
13. Variety stomp
14. Lester leaps in

El histórico registro del concierto de 2002 en el club El Perseguidor, de Bellavista, del quinteto del Alfredo Espinoza, agrupación que el saxofonista mantenía por entonces virtualmente en paralelo a un cuarteto que se presentaba habitualmente en el Club de Jazz, de Ñuñoa. Aquí, Espinoza reúne a músicos de la generación nueva, iniciados muy jóvenes en los años '90: Sebastián Jordán (trompeta), Roberto Dañobeitía (guitarra) y los hermanos Roberto Carlos Lecaros (contrabajo) y Félix Lecaros (batería). Salvo dos piezas standards, el repertorio se sostiene en composiciones originales de Espinoza, como "Melancholy stomp", la muy autobiográfica "Paris jazzing rememberings", "Jazz memories blues" y "Jammings news". Después de pasar más de una década archivado, fue editado por Animales en la Vía, poco antes de la muerte, en abril de 2015, de quien se ha señalado como el más grande solista chileno de jazz de la historia. —Iñigo Díaz
Canciones
1. Melancholy stomp
2. Paris jazzing rememberings
3. Jazz memories blues
4. Jammings news
5. In a sentimental mood
6. Cherokee
Canciones
1. Frosty the snowman
2. White Christmas
3. Santa Claus is coming to town
4. Baby i'ts cold outside
5. Le it snow!
6. Jingle bells
7. I'll be home for Christmas
8. Rudolph the red-nosed reindeer
9. Christmas time is here
10. Winter wonderland
11. My favorite things
12. Have yourself a merry little Christmas
Segunda edición de villancicos swing por la dupla Cultrera-Espinoza, ahora incluyendo la voz de Camila Meza.
Canciones
1. Sleigh ride
2. I believe
3. Santa baby
4. It came upon a midnight clear
5. I've got my love to keep me warm
6. Christmas is...
7. Christmas blues
8. Zat' you Sta. Claus
9. Christmas in New Orleans
10. Mistletoe & Holly
11. Silver bells
12. The Christmas song
Canciones
1. Frosty
2. Frente a la chimenea
3. Navidad, Navidad
4. Have yourself a merry little Christmas
5. Llegó la Navidad
6. El tamborilero
7. Estaré en mi casa esta Navidad
8. Blanca Navidad
9. Santa Claus llegó a la ciudad
10. Noche de paz
11. Va a nevar
12. Christmas song
Canciones
Canciones

Volumen compilatorio de la serie de trece capítulos con la historia del jazz universal, editado originalmente en España. Este disco doble corresponde al anexo del jazz chileno.
Canciones
Disco 1
1. April in Paris (Giovanni Cultrera y Alfredo Espinoza)
2. Ceora (Mauricio Rodríguez)
3. My funny Valentine (Fabiola Moroni)
4. Pal Joe (Alejandro Espinosa)
5. Tsunami (Emilio García)
6. You'd be so nice to come home to (Daniel Lencina)
7. Tiento (Lautaro Quevedo)
8. As long as I live (Camila Meza)
9. Tiger rag (Roberto Lecaros)
10. Patagón (Mario Feito)
11. 1764 (Nicolás Vera)
12. Dinah (Santiago Hot Club)
13. Ocaso de un amor (Contracuarteto)
14. Dahoud (Rodrigo González)
15. I'll remember april (Nexus)
Disco 2
1. So in love (Myriam O)
2. Santiago (Felipe Riveros)
3. F. (Esteban Sumar)
4. Infinito (Agustín Moya)
5. Stevedore stomp (Retaguardia Jazz Band)
6. Frankly (Jorge Díaz)
7. Panal (Jazzimodo)
8. Belah (La Marraqueta)
9. Do you know what it means to Miss New Orleans? (Santiago Stompers)
10. Flakes (Martin Joseph)
11. Sonftly as in a morning sunrise (Rossana Saavedra)
12. Four brothers (Conchalí Big Band)
Discos oficiales

Otras ediciones
Participaciones






Escape al silencio. Notas de vida de Alfredo Espinoza
Tráiler:

