Legua York

Surgido en una de las comunas más pobres de Santiago, el grupo Legua York (también presentado como Leguayork) es uno de los referentes chilenos de un hip-hop político y combativo, y uno de los primeros en conjugar la carga ideológica de movimientos como la Nueva Canción Chilena con el registro de la cultura de calle. Cultores de un perfil opuesto al de bandas súperventas como Tiro de Gracia o Makiza, Legua York se nutrieron de las raíces de la música negra para musicalizar sus rimas marcadas por la denuncia y la crítica social, las que han sido ampliamente difundidas por medios de la izquierda política.

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Años

La Legua, San Joaquín, 1997 -

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Legua York

Integrantes

Lulo Legua (Gustavo Arias), voz (1997- ).
Burgos (1997 - 1998 / 2004 - ).
B-Reck, rimas (1997 - 2001).
Seiser, rimas (1997).
Reween (Marcelo Gómez), voz (2000 - 2005).
Unocerocero (Ricardo Cabezas), voz (2002 - ).
Kabro Hoomer, voz (2005 - ).

Guillermo Tupper

Más allá de la subjetiva factura de sus discos, la banda liderada por Lulo Legua (Gustavo Arias) constituye un ejemplo de meritocracia. Su exploración en distintas áreas audiovisuales y políticas ha probado el carácter multifacético y de fuerte compromiso social del grupo, desde colaboraciones en documentales hasta la organización de festivales y talleres autodidactas, por medio del colectivo Agosto Negro. La banda mantiene, además, un intercambio permanente con el extranjero, con numerosos viajes de trabajo a Europa.

Las primeras rimas
La historia de la banda comenzó a gestarse a mediados de 1997, cuando un grupo de raperos de la población La Legua, en la comuna santiaguina de San Joaquín, se juntó para diseñar graffiti, bailar breakdance e intercambiar música. Uno de los miembros más avezados era Lulo Legua, integrante de diversos proyectos hip-hop desde fines de los años '80.

Interesado en el sonido de bandas estadounidenses como Beastie Boys y Public Enemy, Lulo reclutó a tres de sus amigos, Burgos, Seiser y B-Reck, con el propósito de improvisar rimas sobre temas instrumentales de artistas españoles. "Comprábamos los cassettes en el Persa Bío-Bío e inventábamos letras encima de la música. Si la canción duraba cuatro minutos, estábamos obligados a rapear ese tiempo", recuerda.

Tras la pronta salida de Seiser, la banda quedó alineada como trío, y en ese mismo formato se presentaron por primera vez en peñas y tomas bajo el nombre de Impulso Latino de la Legua York. En un comienzo, la única intención era lograr notoriedad entre sus pares: "No teníamos más recursos que una radio vieja y cassettes que regrabábamos un millón de veces. Lo único que nos importaba era ser conocidos dentro de la población". Cuando un animador los presentó involuntariamente como Legua York, sus integrantes decidieron mantener para siempre ese apelativo.

Tras dos años de rodaje y un sostenido ritmo de tocatas dentro del segmento más subterráneo del hip-hop, la banda editó su primera grabación casera, Legua York (1999). Pese a la precaria calidad de sonido, éste logró un tibio reconocimiento gracias al contenido de sus rimas, buen preámbulo de la fuerza que tendrían después. Al año siguiente, el grupo ganó el concurso "Reconstruyendo la historia de La Legua en dictadura" con una versión muy propia para el himno "El pueblo unido", de Sergio Ortega. Por esa época, ya se había integrado de manera estable Reween, un adolescente que era invitado frecuente en las presentaciones en vivo.

En el verano de 2001 se produjo el primer hito en la carrera del grupo. Trabajando en una tienda del centro comercial Eurocentro, Lulo Legua tuvo un casual encuentro con el rapero francés Tea, del grupo Paradise Apokalistik. Tras una improvisación free-style a dos idiomas, Tea fue invitado al estudio para grabar algunas pistas, que quedaron plasmadas en Este kon mayo (2001), la primera cassette del grupo, con dos mil copias para su distribución. Durante la grabación, sus integrantes debieron afrontar la salida de B-Reck, quien pidió un receso indefinido para tratar su adicción a las drogas. Reducidos nuevamente a dúo, Lulo y Reween lanzaron a fines de ese año Remasteriza'o, disco donde reemplazaban las pistas pregrabadas del demo inicial por sonidos propios.

El salto a la masividad
En diciembre del 2002 ingresó a Legua York otro de sus integrantes reconocidos, Unocerocero (Ricardo Cabezas), también llamado Cien o 100, proveniente del grupo Métrica. El trío inició entonces un período de transición desde los reducidos círculos poblacionales a presentaciones con mayor exposición.

En ese año obtuvieron el primer lugar en el Festival de Todas las Artes Víctor Jara con "El pueblo unido". El certamen representaba un enorme desafío para la banda, dada su reconocida admiración por la obra del cantautor. "Es uno de los pocos artistas al que seguimos a ojos cerrados desde niños", afirma Lulo. En los dos años siguientes Legua York volvió a quedarse con el primer lugar, gracias a las canciones "Vida y muerte" y "No quiero mártires".

Dichos triunfos les permitieron aparecer en un compilado del sello Alerce y firmar un contrato por tres discos con esa disquera. En julio de 2003, y poco después de su actuación con el músico español Fermín Muguruza (en mayo, en el Teatro Providencia), lanzaron su primer disco oficial, Antología underground 1997-2003, una recopilación de los mejores temas de sus grabaciones previas. Al año siguiente fue editada la compilación Hip-hop sin fronteras (2004), una variopinta selección de canciones donde los miembros de la banda participan como solistas junto a varios exponentes del rap en Chile.

Con la idea de experimentar nuevos sonidos, Legua York se encerró por un año a grabar un álbum con temas nuevos. A fines de 2004 la banda editó Huelga de hambre, el disco que terminó por consolidarlos. Éste contó con la participación de músicos como Claudio Narea, Anita Tijoux y el trovador Francisco Villa. Si líricamente es su trabajo más punzante, en lo musical muestra una apertura al acercarse a ritmos como el dub. La prensa local destacó a Huelga de hambre como uno de los mejores discos del año, y el diario argentino "Página 12" nombró al grupo entre los siete mejores proyectos emergentes de América Latina.

2005, el mejor año
Con esos pergaminos, en agosto del 2005 Legua York se presentó en el 16º Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, en Venezuela, junto a decenas de grupos pertenecientes al colectivo Hip-Hop Revolución. En una de sus actuaciones más memorables, el grupo comprobó los alcances de su popularidad cuando más de treinta mil personas los despidieron coreando la letra de su clásico "Vida y muerte". Fue un buen preludio de su gira “Europa, non stop!", que entre septiembre y octubre los llevó por distintos escenarios de Alemania, Francia y España.

En el segundo semestre de ese año, Lulo fue reconocido por El Mercurio como uno de los cien líderes jóvenes del país. En paralelo, Reween congeló sus funciones en la banda para retirarse a estudiar, y en su reemplazo llegó el cantante y estudiante de música Kabro Hoomer. Como una forma de contrarrestar los altos precios de los discos, el trío se sumó a las nuevas fórmulas legales de distribución de la creación artística, bajo la licencia libre Creative Commons. El 24 de diciembre, y de regalo de navidad a sus fans, la banda editó un disco de 29 minutos titulado No somos santos, descargable sin costo desde la red.

Siempre fiel a una línea ideológica de izquierda, la banda ha mantenido su activismo político constante. Desde 2000, Legua York forma parte del colectivo Agosto Negro, que agrupa a diferentes entidades y personas en apoyo a causas como las de los presos políticos y los artistas de países que sufren embargos, como Cuba e Irak. Entre sus actividades se encuentran la convocatoria a marchas y la organización de talleres poblacionales y eventos como el Festival Agosto Negro. Hitos más recientes del trío han sido su activa participación en la franja presidencial y parlamentaria del conglomerado de izquierda Juntos Podemos Más en 2005, y su histórica presentación en el court central del Estadio Nacional con motivo de la visita del presidente boliviano Evo Morales, en marzo del 2006, además de giras a Europa (2005, 2007, 2010). Esta tendencia se afianzó aún más con la decisión de Lulo Arias a presentarse en el 2009 como candidato a concejal por San Joaquín (no resultó electo).

Actualizado el 07 de mayo de 2020