Santo Barrio

Santo Barrio
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Una marabunta es una población masiva de hormigas migratorias que devora todo lo comestible que encuentra a su paso. También un conjunto de gente alborotada y tumultuosa. Y además, una canción del primer disco de Santo Barrio, Tumbao rebelde (1997), que ilustra con propiedad el carácter del grupo: una banda de numerosos integrantes que, durante su historia, barrió con todo a la hora de presentarse. Sus shows en vivo fueron sinónimo de una jarana de largo aliento, pero, sobre todo, de una revisión atípica hasta entonces en Chile para sonidos aprendidos de la tradición ska, funk, salsa, jazz y de rock latino. Santo Barrio fue una banda enérgica y con contenido, cuyo recuerdo avivó una entusiasta reunión a fines de 2024.

Ficha

Años

Santiago, 1995 -

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1990 |2000 |2010 |

Géneros

Integrantes

César Farah, voz (1995 - 1999).
Iván Núñez, voz y bajo (1995 - ).
Cristóbal González, voz y batería (1995 - 2009).
Patricio Véliz, guitarra (1995 - 1999).
Alejandro Ramos, trompeta y coros (1995 - ).
Felipe Miranda, trombón (1995 - 2002).
Rafael Becerra, saxo alto y coros (1995 - ).
Ivo Fadic, saxo tenor (1995 - •).
Claudio Contreras, percusión (1995 - 2005).
Rodrigo Contreras, percusión (1995 - 2005).
Felipe Tapia, guitarra (1999 - ).
Álvaro Recabarren, batería (2005 - ).
Luis Lito Peral, rimas (2010-2013)
Pablo Alf Uzcategui, MC (2015 - •)

Santo Barrio

Una marabunta es una población masiva de hormigas migratorias que devora todo lo comestible que encuentra a su paso. También un conjunto de gente alborotada y tumultuosa. Y además, una canción del primer disco de Santo Barrio, Tumbao rebelde (1997), que ilustra con propiedad el carácter del grupo: una banda de numerosos integrantes que, durante su historia, barrió con todo a la hora de presentarse. Sus shows en vivo fueron sinónimo de una jarana de largo aliento, pero, sobre todo, de una revisión atípica hasta entonces en Chile para sonidos aprendidos de la tradición ska, funk, salsa, jazz y de rock latino. Santo Barrio fue una banda enérgica y con contenido, cuyo recuerdo avivó una entusiasta reunión a fines de 2024.

Paulina Cabanillas F.

Rock y política
Fue el encuentro entre César Farah y Cristóbal González, a mediados de los años 90, el que determinó la decisión de armar una banda alineada con sus intereses comunes: la mezcla de rock, ritmo latinoamericano y política que les escuchaban a bandas como Mano Negra o The Clash. Santo Barrio se planteó como un grupo con vocación de orquesta, con una formación inicial de diez integrantes, y un circuito de tocatas en colegios, universidades y centros culturales. Su carácter los hizo al poco tiempo acreedores del primer lugar en el Festival de Bandas Jóvenes de Balmaceda 1215, en 1996. El premio les permitió grabar maquetas en condiciones profesionales y acercarse como teloneros a grandes nombres locales, incluyendo a Joe Vasconcellos, Panico y Los Miserables. Una grabación suya era inminente, y ese debut surgió al alero de Bizarro, filial de Warner Music. El EP Tony Manero (1996) fue seguido del álbum Tumbao rebelde (1997), una combinación de ska, punk y salsa que llenó sus versos de referencias pop, con temas no sólo dedicados al héroe de Fiebre de sábado por la noche, sino también a Martín Vargas ("Pega fuerte") y a Víctor Jara, de cuyo catálogo grabaron una versión para "El hombre es un creador".

Durante 1998 y 1999, y gracias al éxito obtenido por singles como "Tony Manero" y "El toque", Santo Barrio realizó una gira nacional que buscó reafirmar el compromiso social presente en sus letras. Actuaron en cárceles y en encuentros por los derechos humanos, los pueblos originarios y el medioambiente, lo que dio pie para actuar en el país junto a grupos como los mexicanos Café Tacuba y Plastilina Mosh, los argentinos Todos Tus Muertos y Un Kuartito, y con el cantante Manu Chao, uno de sus indiscutidos ídolos.

Ahora es cuándo: la segunda época
Con el nuevo milenio llegaron los cambios. Bajo explicaciones confusas salió del grupo el carismático cantante y letrista Farah, quedando en la voz el bajista Iván Núñez, entre otros cambios de formación. El grupo se veía obligado a preparar su segundo disco en condiciones muy diferentes a las de su debut. Ahora es cuando (2001) se apoyó en invitados de gran prestigio, incluyendo a Ana Tijoux, Joe Vasconcellos y Lito Peral (Los Inkultos), entre otros. De ahí en adelante, Santo Barrio fue una banda sostenida en los shows y las giras, incluyendo entre estas últimas productivas salidas a Europa en 2001, 2005 y 2007, para presentaciones en Alemania, Holanda, Suiza, Austria y República Checa.

Plan maestro (2005) mostró un sonido nuevo y más depurado determinado por la mano del productor venezolano Gelson Briceño. Nuevamente destacaban sus invitados: Joe Vasconcellos, Karrumba (Cholomandinga), Feliciano Saldías, Tea Time, Boomer y un integrante del grupo venezolano de ska Desorden Público. Para entonces, Santo Barrio era una banda cómoda en las asociaciones, y en ese carácter se unió a discos colectivos relevantes de la época, como Greenpeace se hace escuchar (1997), Tributo a Pablo Neruda (1999), Rock delfín del mundo (1999) y Generaciones (2003; en una grabación junto a Buddy Richard).

Sin embargo, hacia fines de la década el conjunto mostraba un trabajo intermitente, y la impresión de pausa en su trayecto la alentó el hecho de que Cristóbal González se sumara en 2009 a Gandjarvas, un quinteto de vida breve en el que se reencontró con César Farah, formado también con integrantes de Sandino Rockers e Interdictos a Bordo. De todos modos, quedaban todavía discos por venir, conciertos conmemorativos y un cupo, cómo no, en el festival «La historia del ska», organizado en M100.

La historia del grupo fue contada al detalle por Cristóbal González en un libro que publicó en 2016: Tumbao rebelde. El rock mestizo de Santo Barrio. Para entonces, Santo Barrio era el nombre de un grupo inactivo, aunque con esporádicas reapariciones espontáneas, como en Plaza Ñuñoa, en el contexto de la revuelta social de 2019. La palabra «regreso» no se utilizó hasta octubre de 2024, cuando la banda ofreció un concierto en el capitalino Bar El Clan en el que figuraban nueve de sus diez integrantes originales (se sumaron Nicolás Becerra y Benjamín Monroy). Fue un show a sala llena que deja abierta la posibilidad de un trabajo creativo retomado.

 

 

Actualizado el 24 de noviembre de 2024