Trigal Violeta

Trigal Violeta
Foto: Fernando Prado

La música ha sido para ella un proceso íntimo, minucioso, cargado de significado; que por decisión propia ha llevado adelante combinando la formación académica, con la búsqueda personal y autodidacta. Cantante, guitarrista y compositora, dice vivir en diálogo musical constante, con la tradición y con su propia creatividad. Suele confundirse su nombre con un seudónimo artístico, pero no: Trigal Violeta es la identificación civil para quien, habiendo trabajado ya en la grabación de cantos recopilados en terreno, en el segundo semestre de 2025 se apresta a debutar como autora.

Ficha

Fechas

Santiago - 06 de enero de 1999

Décadas

2020 |

Géneros

Trigal Violeta

La música ha sido para ella un proceso íntimo, minucioso, cargado de significado; que por decisión propia ha llevado adelante combinando la formación académica, con la búsqueda personal y autodidacta. Cantante, guitarrista y compositora, dice vivir en diálogo musical constante, con la tradición y con su propia creatividad. Suele confundirse su nombre con un seudónimo artístico, pero no: Trigal Violeta es la identificación civil para quien, habiendo trabajado ya en la grabación de cantos recopilados en terreno, en el segundo semestre de 2025 se apresta a debutar como autora.

Marisol García

Creció en una familia vinculada a las artes. Su madre, actriz, y su su padre, pianista y compositor, le fomentaron tomar clases de canto (popular y lírico) desde la adolescencia, las cuales la pusieron en contacto con profesores como Pedro Foncea. Fue desarrollándose así en ella un profundo interés por la música y la guitarra, que primero la orientó hacia el canto latinoamericano joven y la bossanova. Cimentó esa inquietud más tarde con el estudio universitario (es licenciada en Teoría de la Música por la Universidad de Chile), pero también por la decisión de llevar adelante un trabajo personal y en terreno, junto a las fuentes vivas de la tradición, principalmente por la influencia a distancia de Margot Loyola y, más cercanamente, de la cantautora e investigadora Carola López. Así, su primer álbum, Las antiguas flores de mi jardín (2023), muestra su interpretación para catorce piezas recopiladas del canto tradicional campesino. «Fueron cinco años de sumergirme por completo de en la vida y cosmovisión de las cantoras de Quirihue (Ñuble)», cuenta, sobre un valioso trabajo en parte apoyado por Patricia Chavarría, referente de la investigación folclórica, y los músicos José Pablo Catalán y Felipe Ramos.

"Yo nunca lloro ni siento", "Qué glorioso el angelito", "Bendita la Cruz de Mayo": Ya los títulos de esas piezas hablan de universos propios, en otra dimensión que los de la música en circulación de mercado. Hoy su desafío está en integrar saberes teóricos y vividos, como una «investigadora del canto y la cultura tradicional que busca mantener un vínculo con las personas, por acercarse a sus oficios y sus saberes», según define, y advierte: «Creo que estaré en eso hasta el final de los días: ¡hay tanto que aprender!». Un EP de seis temas la mostrará durante 2025 con sus propias canciones, trabajadas hasta ahora junto a catorce instrumentistas en el desafío de integrar códigos diversos, como jazz, folclor, canción popular e, incluso, música docta.

Actualizado el 09 de mayo de 2025