Karaxú

La resistencia musical a distancia a la dictadura impuesta en Chile con el Golpe de Estado de 1973 fue la motivación principal de ¡Karaxú!, conjunto iniciado y mantenido por chilenos exiliados en Francia, de estrechos lazos con el MIR, y que tuvo un tiempo entre sus filas al destacado músico y escritor Patricio Manns. Con cambios en su formación, el grupo se mantuvo activo hasta inicios de los años noventa, con presentaciones por varios países de Europa y la grabación de un total de cuatro álbumes. Su trabajo se limitó al viejo continente y tuvo escasa difusión en nuestro país.

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Años

París (Francia), 1974 - 1990

Décadas

1970 |1980 |

Géneros

Karaxú

Integrantes

Patricio Manns, voz (1974 - 1975).
Carlos Smith, guitarra y charango (1974-1975)
Franklin Troncoso, (1974 - h.1990).
Bruno Fléty, (1974 - h.1990).
Negro Salué, (1974 - 1975).
Mariana Montalvo, voz (1974 - 1975).
Negro Larraín, (1974 - 1975).
Simón Morales, (1976 - h.1990).
Philippe Jobet, (1976 - h.1990).
Rosalía Martínez, (1976 - h.1990).
Luis Pradenas, (h.1985 - h.1990).
Fernando Muñoz, (h.1985 - h.1990).

Marisol García

Izquierda revolucionaria
Justo a un año del Golpe en Chile, ¡Karaxú! nació en París, con una mayoría de chilenos en el exilio decididos a recaudar fondos para la resistencia en Santiago y a concientizar en Europa sobre la represión militar en marcha. En septiembre de 1974 se agruparon Patricio Manns, Franklin Troncoso, Negro Salué y el francés Bruno Fléty, a quienes se sumaron meses más tarde Negro Larraín y la cantante Mariana Montalvo. Por militancia y/o simpatías, se autodefinieron como «el conjunto musical del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)», cuyos principales líderes aún resistían en Santiago.

En realidad, el grupo era un peculiar «brazo artístico» de ese movimiento revolucionario, creado por encargo de la dirección y que durante un tiempo incluso recibió recursos de ésta. Su primer álbum, Etendard de la lutte des opprimes. Chants de la résistance populaire chilienne (1974), tenía por eso una carátula ilustrada por el logo del MIR y un retrato de Miguel Enríquez, asesinado por la Dina dos días antes del comienzo de la grabación (hubo a su vez canciones para otros fundadores caídos, como Luciano Cruz y Bautista van Schouwen). Gran parte de este repertorio inicial fue obra de Patricio Manns, con letras escritas también por el actor Nelson Villagra. El disco incluye también la canción "Trabajadores al poder", que ha sido investido como el himno oficial del MIR.

A mediados de 1975 se alejaron Manns y Montalvo, y a comienzos de 1976 se consolidó la formación más duradera de ¡Karaxú!, con Fléty, Troncoso y los nuevos integrantes Philippe Jobet, Simón Morales y Rosalía Martínez. Manns diría más tarde que «fue una bella experiencia, y ella me dio un conocimiento fabuloso de Europa, para quien desea ganarse la vida con la música allá».

El grupo editó nuevos LPs avanzados los años setenta, y si con el tiempo buscó alejarse del folclor y la contingencia política, el destierro se mantuvo como uno de los motivos centrales de sus canciones (en títulos como "Canción para una presencia"), además del saludo a grandes figuras del canto latinoamericano, con versiones para canciones de Violeta Parra, Daniel Viglietti, Osvaldo Gitano Rodríguez y el propio Patricio Manns.

En 2014 parte de la historia del grupo quedó registrada con detalle en un libro escrito por Franklin Troncoso. Historia del grupo musical ¡Karaxú!... Perder la paciencia fue editado por Lom e incluyó un CD con grabaciones del conjunto. Una iniciativa valiosa, por cuanto la música del grupo nunca pudo estar disponible en Chile en su momento, pese a haberse editado en varios países extranjeros. Así le resumió el autor a El Mostrador el legado del grupo que integró durante unos años:

«El grupo tuvo la mística y el coraje para representar a aquellos que estaban dispuestos a todo, incluso a perder la vida como tantas veces sucedió, levantando una luz de esperanza a los que luchaban en el interior y a los que los apoyábamos desde el exilio. Musicalmente es un grupo que fue emergente, con una sonoridad fuerte en las letras y en los textos, fue valiente al tener en su composición a mujeres como parte del grupo. Fuimos un apoyo político, moral, espiritual, personal, un orgullo para muchos militantes de la izquierda que se definía como revolucionaria, y del MIR en particular».

Actualizado el 25 de septiembre de 2021