Iñigo Díaz

Nacida en Costa Rica pero criada en Chile desde los cuatro años, Daniela Sepúlveda Eljatib tomó como nombre musical el apellido sirio Alkhatib de su abuelo materno, inscrito incorrectamente en los registros civiles como Eljatib. La voz original jatib da cuenta de la persona encargada de leer el Corán, ese estatus de mensajero del que Dani Jatib también se inspiró para transmitir distintas ideas en su música. Arquitecta de profesión, construyó una carrera paralela en la música de manera independiente, con estudios de canto, interpretación, movimiento y producción: disciplinas que en conjunto definieron una propuesta musical que fue más allá de las canciones, incorporando diversos aspectos de lo visual, lo coreográfico, e incluso lo geométrico. Y en una trayectoria musical de cierto aislamiento, sin demasiado contacto con otros músicos, Dani Jatib realizó también colaboraciones con Sweet Pomelo (“Otro día”), Camaleón de Pantano ("Chocolate") y Daniela Amaya ("Free love").