Turangalila

Turangalila
Foto: archivo Ramiro Molina

No hubo ensayo más sobresaliente en torno a la música de cámara experimental y la exploración a través de la improvisación libre, como el que desde 2001 colideraron el guitarrista Ramiro Molina y el baterista Andy Baeza. Ambos solistas, provenientes del jazz, se iniciaron en esta variante de música anticonvencional muy poco cultivada en nuestro país luego de participar en los revolucionarios talleres de improvisación dictados por el pianista británico Martin Joseph. Turangalila marcó entonces una línea estética clara y aguda con respecto a las corrientes del jazz avant-garde chileno.

Ficha

Años

Santiago, 2001 - 2005

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |

Géneros

Integrantes

Ramiro Molina, guitarra (2001 - 2005)
Andy Baeza, batería y samplers (2001 - 2005)
Edén Carrasco, saxo alto (2001 – 2004)
Alejandro Rivas
, saxo alto y saxo barítono (2004 - 2005)
Nicolás Ríos
, batería (2005)

Turangalila

No hubo ensayo más sobresaliente en torno a la música de cámara experimental y la exploración a través de la improvisación libre, como el que desde 2001 colideraron el guitarrista Ramiro Molina y el baterista Andy Baeza. Ambos solistas, provenientes del jazz, se iniciaron en esta variante de música anticonvencional muy poco cultivada en nuestro país luego de participar en los revolucionarios talleres de improvisación dictados por el pianista británico Martin Joseph. Turangalila marcó entonces una línea estética clara y aguda con respecto a las corrientes del jazz avant-garde chileno.

Justamente a través de aquellos mismos talleres, pronto se unió al proyecto el tercer hombre del ensamble, el por entonces dieciochoañero saxofonista alto Edén Carrasco y quien iba a ser uno de los grandes hallazgos del nuevo free jazz chileno. La banda se bautizó como Turangalila en honor a la sinfonía homónima del compositor francés Oliver Messiaen, apuntando a su poética en torno al “amor y la muerte de los sonidos”.

Turangalila en formato trío se presentó en espacios reducidos ante público avanzado en apreciación musical, casi siempre universitario y vinculado a los conservatorios. Entonces expuso su extenso catálogo de improvisaciones abiertas, inciertas y sin contexto estilístico definido, desarrollando lo que sus músicos plantearon como “nihilismo activo”: el rechazo de toda estructura musical para la apropiación final de aquello que se negó. El resultado de tan compleja propuesta fue en sí mismo el trío Turangalila, una ventana abierta a las generaciones de músicos de los 2000 interesados en las posiblidades creativas de la improvisación libre: Dolores Fiuler, Prolapsus, LaKut, Sollec y otros proyectos.

Actualizado el 01 de diciembre de 2017