Omar Nahuel

Omar Nahuel
Foto: archivo Misty Nahuel

El pianista y líder Omar Nahuel no sólo representa la piedra fundacional de la generación modernista en el jazz chileno: también es una leyenda oculta de la música nacional. En en el breve lapso de diez años de vigencia, dejó instaladas las bases para la propagación de la escuela del jazz contemporáneo en sus más diversas formas, fueron los músicos de sus cuartetos los primeros en encabezar estos cambios.

Ficha

Fechas

Rancagua - 28 de septiembre de 1936
Santiago - 19 de junio de 1969

Región de origen

Libertador General Bernardo O'Higgins

Décadas

1960 |

Géneros

Omar Nahuel

El pianista y líder Omar Nahuel no sólo representa la piedra fundacional de la generación modernista en el jazz chileno: también es una leyenda oculta de la música nacional. En en el breve lapso de diez años de vigencia, dejó instaladas las bases para la propagación de la escuela del jazz contemporáneo en sus más diversas formas, fueron los músicos de sus cuartetos los primeros en encabezar estos cambios.

Iñigo Díaz

Nahuel fue el músico que congregó a la nueva generación de jazzistas que estaban hechizados con los nuevos héroes del jazz, desde Charlie Parker hasta Lee Konitz, consolidó el primer conjunto estable del jazz chileno que ingresó al estudio para registrar un LP iniciático y demostró que era posible vivir de esta música. Su muerte a los 33 años, en un accidente automovilístico, terminó por convertirlo en la gran leyenda de nuestro jazz. Como apunta el musicólogo Álvaro Menanteau en su libro La historia del jazz en Chile, los años '60 nacen y mueren con Omar Nahuel.

omarnahuel02

Foto: archivo Misty Nahuel

Estudió piano clásico en su natal Rancagua, donde adquirió notable técnica y un toque elegante frente al instrumento, de la misma manera en que en Nueva York Bill Evans señalaba el rumbo para los nuevos pianistas de jazz a partir de la primera mitad de los '50. Tal vez no fue un grandioso pianista, pero sí un artista en toda la dimensión del concepto.

En 1958, Nahuel irrumpió en el circuito capitalino con un set de discos del mismo Evans (y de Lennie Tristano, Bud Powell y Wynton Kelly) bajo el brazo, confirmando que su punto de vista jazzístico iba a ser revolucionario frente a un panorama dominado por los músicos de jazz tradicionalista. Para él, el jazz moderno era una expresión artística sublime y avanzada, comparable a la música docta de cámara, que no levantaba a las masas y la ubicaba lejos de las nuevas corrientes.

Siempre vestido de traje y corbata, con la mirada profunda, un cigarrillo entre los dedos y la actitud de un sofisticado hombre del cool jazz, generó un magnetismo inmediato entre quienes lo escucharon tocar desde sus primeras apariciones. Su lenguaje frente a las teclas distaba de todos los pianistas de tendencia modernista existentes hasta entonces, y era mucho más lejano aún para aquellos músicos afines al jazz clásico.

La década del quartet
En 1959 formó su primer conjunto, un trío acústico en la línea de las agrupaciones de Bill Evans, con Alfonso Barrios (contrabajo) y Sergio Meli (batería). Con esta banda actuó permanentemente en Radio Cooperativa, integrando a la lady crooner Sophie Brown a sus números en directo en los que desarrollaba un portafolios de standards modernos. Un año después tomó contacto con el saxofonista alto Patricio Ramírez (ex miembro de The Six & Seven) e integró al joven y ya muy resonante baterista Orlando Avendaño (ex Dixielanders). El conjunto adquirió el nombre del líder, la línea estética y su formato instrumental (Nahuel Jazz Quartet) y se convirtió en un ensamble de tendencia cool jazz que fue comparado sonora y estructuralmente con el famoso grupo de Dave Brubeck.

Con el tiempo este cuarteto pasó a ser la primera agrupación jazzística de fisonomía consolidada, tras largas jornadas de taller musical (realizadas en la legendaria casona de calle Villavicencio) y las temporadas de actuaciones como banda incidental de la obra teatral “Sabor a miel”, de la Compañía Ictus.

Un trabajo de conexión musical inédito hasta entonces, que se tradujo finalmente en la primera grabación de un LP por un único conjunto de jazz nacional (Nahuel Jazz Quartet, 1963), y en el viraje hacia el nuevo perfil profesionalizado del jazzista chileno. Nahuel y su conjunto fueron además punto de partida para nuevas agrupaciones modernas que utilizarían el formato de trío acústico más saxofón alto: los Chilean Jazz Messengers (del pianista Miguel Sacaan) y el Village Trío (del entonces también pianista Roberto Lecaros).

omarnahuel03

Foto: archivo Misty Nahuel

En 1963 su cuarteto triunfó en el Festival Internacional de Jazz de Mar del Plata, y bajo la gestión de Nahuel se levantó un nuevo club en calle Agustinas, un escenario alternativo a los programas de jazz tradicional que efectuaba aún a tiempo completo el Club de Jazz. Las puertas del Nahuel Jazz Club estarían abiertas entonces para el desfile de una generación de músicos jóvenes involucrados con la expresiones jazzísticas de vanguardia.

Desde ese año, Omar Nahuel comenzó a modificar las alineaciones de sus conjuntos, incorporando a los bateristas Waldo Cáceres y Jaime Farfán, al tenorista Mario Escobar Jr y a los contrabajistas Boris Castillo, Nelson Gamboa y Roberto Lecaros (por entonces de regreso al contrabajo). Nahuel continuó con su brillante trayectoria de gestor cultural, creador, pianista y líder generacional desde 1964. Mientras viajaba a la filial de su club de jazz en Viña del Mar, un accidente automovilístico en las cercanías de Valparaíso acabó en 1969 con la vida de quien fue el más importante músico de jazz moderno de todos los tiempos.

Actualizado el 08 de abril de 2021