Cristián Mendoza

Cristián Mendoza
Foto: Sharing Cohen

Una historia de múltiples variantes musicales instalan al tenorista Cristián Mendoza como un exponente muy particular en la escena del jazz chileno. Su doble militancia en las escuelas de Miguel Villafruela (música contemporánea) y Marcos Aldana (jazz moderno), le dieron una categoría única en técnica y lenguaje, transformándolo en definitiva en uno de los más fuertes, agresivos y arrolladores solistas del bop en los 2000.

Ficha

Fechas

Talca - 29 de noviembre de 1976

Región de origen

Maule

Décadas

1990 |2000 |2010 |

Géneros

Cristián Mendoza

Una historia de múltiples variantes musicales instalan al tenorista Cristián Mendoza como un exponente muy particular en la escena del jazz chileno. Su doble militancia en las escuelas de Miguel Villafruela (música contemporánea) y Marcos Aldana (jazz moderno), le dieron una categoría única en técnica y lenguaje, transformándolo en definitiva en uno de los más fuertes, agresivos y arrolladores solistas del bop en los 2000.

Iñigo Díaz

Mendoza comenzó saxofonista en la banda de la Fuerza Aérea. En 1994 se reclutó únicamente para poder estudiar el instrumento. Pero no tardó demasiado en ponerse a las órdenes del cubano Villafruela, afinar su técnica y aproximación al saxofón clásico y tocar en su cuarteto de cámara. Por entonces ya formaba parte de las filas de saxofones de la Los Andes Big Band (1995) y más tarde en The Universal Orchestra (2000). Con esta orquesta encabezada por Juan Azúa grabó los álbumes Clásicos de siempre (2000), The Universal Orchestra en vivo (2003) y Concierto sabor a jazz (2004).

El cambio de rumbo definitivo lo dio al ingresar a los talleres del tenorista Marcos Aldana y alcanzó el lenguaje bop más expresivo que buscaba, impulsado principalmente por la performance de su máximo ídolo, Sonny Rollins. Mendoza se integró al grupo latin jazz Akimbao y a los cuartetos del pianista Mario Feito y del guitarrista Álvaro Zavala, demostrando la valía que luego, hacia 2005, lo llevaría a escribir sus propias composiciones.

Ese año, Mendoza estableció su residencia en México, donde comenzó a destacar por su ataque como solista y gran volumen de sonido. Para 2009 ya era todo un referente en la escena del jazz de Ciudad de México y un muy demandado improvisador y para 2011 ya había tenido la posibilidad de presentarse en Nueva York. Un año después, grababa en Times Square su primer disco solista, titulado Lost in New York, que fue estrenado en el Lower East Side de Manhattan con su cuarteto formado por jazzistas de esa ciudad.

Actualizado el 01 de febrero de 2016