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Tras una larga estadía en París, durante la que estudió composición y arreglos, en 1996 Ramiro Molina convocó a solistas provenientes del jazz y la música docta para consolidar la fisonomía de este primer cuarteto. El trompetista Patricio Pailamilla (hombre clave para la música de Molina), la contrabajista Alejandra Santa Cruz y el baterista Andy Baeza cerraron la primera alineación de Fedón, ensamble para el cual Molina escribió gran parte de su catálogo inicial de composiciones. La banda se movía desde una pujante improvisación bop y equilibradas texturas del cool jazz hasta el reordenamiento propuesto por el serialismo. Molina se inspiró igualmente en el abstraccionismo de los pintores de comienzos del siglo XX —sobre todo a través de la obra de Piet Mondrian— para transferir estos principios a improvisación jazzística.

Durante los años siguientes, diversos sidemen conformaron las sucesivas versiones de Fedón: los contrabajistas Daniel Navarrete y Eduardo Lalo Manzi, y los bateristas Daniel Cheúl y Rodrigo Pardo. Alternando estas formaciones, el cuarteto apareció en una serie de programas de música docta contemporánea y en espacios reservados a la música popular. Grabó su debut Fedón (1998), y un año después entró en receso para iniciar la carrera solista de Molina dentro de la música de vanguardia.