Eugenio Rengifo / Catalina Rengifo
Sus fundadores habían sido solistas en distintas especialidades musicales y habían mostrado condiciones artísticas actuando en la misma radioemisora. Mario Oltra interpretaba música popular de moda, mientras que Alejandro Angelloni fue parte del trío Armonía. Ambos se conocieron en la Universidad de Chile: Oltra estudiaba Derecho y Angelloni Medicina Veterinaria. La segunda mitad del cuarteto inicial lo formaron Fernando Montero y Juan Padilla, quienes eran excelentes guitarristas. Este último había sido componente del popular dúo Gutiérrez-Padilla y también artista en la película Hombres del sur.
Año cero: Talca, Temuco, San Fernando, Rancagua
Uno de los ejecutivos de la estación de radio fue quien les solicitó armar un conjunto, ya que desde Radio El Mundo de Buenos Aires, con la cual Cooperativa mantenía un permanente intercambio, les pidieron que un grupo de música chilena enviara un saludo musical a los chilenos residentes en Argentina.
Para esa transmisión de Radio El Mundo el nuevo cuarteto preparó un arreglo especial de la canción “El copihue rojo” de Ignacio Verdugo Cavada y contaron con el apoyo de un destacado músico de la época, Juan da Silva. La emisión fue todo un éxito y ese mismo día el gerente de Cooperativa les pidió que se mantuvieran cantando como conjunto como artistas de la casa. El nombre Los Provincianos apareció en alusión a que todos sus integrantes provenían desde ciudades al sur de Santiago: Mario Oltra era de Talca, Alejandro Angelloni de Temuco, Fernando Montero de San Fernando y Juan Padilla de Rancagua.
Haciendo referencia al debut de estos artistas el diario Las Últimas Noticias, en su edición del viernes 14 de julio de 1938, publicó: “Hace poco tiempo, cinco jóvenes guitarristas acordaron formar un conjunto para actuar en radios y desarrollar ante sus micrófonos el extenso repertorio de canciones y tonadas chilenas que poseían. Acordadas las bases y demás condiciones, se organizó este conjunto que, con el nombre de Los Provincianos debutó en Radio Cooperativa Vitalicia interpretando en esa oportunidad cuecas, tonadas y zambas con gran acierto y admiración del auditorio. Este conjunto grabará, dentro de poco, algunos discos y participará luego en una película nacional. Esto se llama surgir”.
La prensa continuó destacando su rápido camino al éxito. En un artículo de diario del 2 de julio de 1940 se dice: “El repertorio de los muchachos es chileno como el ‘motemei’ y tiene más colorido que un paisaje del sur. Lo malo es que no tienen trajes de huasos y, a veces, interpretan con corbata de humita”. El 19 de septiembre de 1940, Los Provincianos se presentaron en vivo en el Teatro Santiago como parte del estreno del El pájaro azul de 20th Century Fox. Las emisoras de Otto Becker CB 89 y CB 1170 los contrataron como artistas exclusivos para los espectáculos desde su auditorio de Calle Estado 360. Más tarde, el ya existoso grupo se presentó en Radio La Americana CB 130, en Corporación CB 114 y en Radio Hucke CB 93.
Era la época de gloria de Los Cuatro Huasos. Los Quincheros comenzaron su vida artística profesional en radio el mismo año que Los Provincianos. Estos tres grupos, dice la prensa, “se pelean las simpatías de los auditores que gustan de nuestro cancionero”. Los tres conjuntos coincidieron en muchos espectáculos. Un ejemplo fue la velada ofrecida por Nicanor Molinare a la sociedad de Santiago el 23 de diciembre de 1940, a las diez de la noche, en el Teatro Victoria. El programa destacaba, entre otros números, la interpretación de sus composiciones por Los Provincianos con “Oro purito”, Los Cuatro Huasos con “Luna lunita” y Los Quincheros con “El yerbatero”. También participaron esa noche Las Hermanas Loyola con “Cantarito de Peñaflor” y Blanca Negri, que acompañaba Molinare, en su versión de “Chiu chiu”.
El éxito: Santiago, Buenos Aires, Montevideo
Hacia fines de 1941, Los Provincianos ya habían grabado 40 versiones de canciones chilenas en la RCA Victor. Entre ellas, “Corazón de mujer”, de las hermanas Lily y Mercedes Pérez Freire, hijas del compositor Osmán Pérez Freire, mientras que del popular Nicanor Molinare registraron sus arreglos vocales para “Oro purito” y “Catapún chin chin”. Además de inmortalizar la grabación de su primer éxito “El copihue rojo”, ofrecieron varias cuecas con la participación de los actores Pepe Rojas y Marta Ubilla. En abril de 1942 editaron la primera grabación de la tonada de Mario Oltra “Mi casa de campo”, la que junto a “Tu beso” (“…junto a los copihues del cerro Ñielol…”, dice su texto), se convertiría en uno de los más grandes éxitos de Los Provincianos.
En el mes de julio de 1942, Los Provincianos fueron despedidos por un público entusiasta en el Teatro Caupolicán con motivo de su gira a Buenos Aires y a Montevideo. A raíz de ello, el miércoles 22 de julio el conocido estudioso de las tradiciones chilenas Antonio Acevedo Hernández escribió el siguiente comentario en un diario capitalino : “Una emigración de arte. Los Provincianos se van. Son cuatro artistas, cuatro grandes artistas en los que se anida el alma nacional. Cantan nuestras tonadas, nuestra música vernácula sin falsearla, la cantan poniendo en su labor su alma de chilenos, su fe de hombres de esta tierra, celosos del patrimonio de arte que nos ha legado la tradición. Uno de ellos, Fernando Montero, fue el primero que allá por el año ‘20 cantó en los locales obreros la canción netamente chilena…Ahora son cuatro guitarras como cuatro corazones…”.
En 1944 aparecieron en la grabación del que hoy se considera una referencia de la música folclórica realizada en la ciudad: Aires tradicionales y folklóricos de Chile, editado por RCA Victor y con la participación de Derlinda Araya, Las Caracolito, Las Hermanas Loyola, el arpista José Molina, el guitarrista Luis Garrido y la recopiladora María Luisa Sepúlveda, entre otros. Ahí, Los Provincianos interpretaron la danza popular decimonónica "La luna estaba en el cielo".
Mario Oltra era la voz solista, Fernando Montero tenía avanzadas capacidades como la gutarrista y hacía la segunda voz. Alejandro Angelloni, además de componer muchas de las canciones del conjunto, cantaba la tercera voz baja y Juan Padilla tocaba la guitarra. Los éxitos del cuarteto siguieron en Chile y en Argentina. En 1945, Los Provincianos recibieron el premio al Mejor Conjunto Folklórico de la radio. Cantaron y grabaron con otros artistas famosos del momento, como Ester Soré, la estrella de la tonada urbana, conocida como la Negra Linda. Participaron en distintas películas criollas y pusieron sus canciones de fondo en filmes como La chica del Crillón, donde se les escucha su versión de “Río río”. En 1947 realizaron una gira por Magallanes en una misión cultural encomendada por la Dirección Artística General de Informaciones y Cultura del gobierno del Presidente Gabriel González Videla.
En los años ’50, Los Provincianos siguieron con sus giras y presentaciones, pero en 1953 se retiró Fernando Montero, quien volvió a actuar como solista y en su calidad de concertista en guitarra y compositor de conocidas piezas del folclor. Durante esa época, el conjunto contó con la colaboración de la cantora sanvicentana Chabelita Fuentes, discípula de guitarra de Moreno. Una vez que en 1954 Fuentes dejó de trabajar con Los Provincianos, formó en San Vicente de Tagua Tagua el conjunto de tonadas Las Morenitas.
Juan Padilla también dejó el grupo en 1953, y en 1955, luego de dos temporadas de receso, Mario Oltra y Alejandro Angelloni decidieron continuar con el grupo e invitaron a su amigo Sergio Vargas para que se incorporara a Los Provincianos. Entonces pasaron a ser un trío hasta el momento que dejaron de cantar, ya definitivamente, en 1966. Con esta segunda formación grabaron dos long play para RCA Victor con nuevas creaciones de Sergio Vargas y una recopilación de los éxitos de toda su trayectoria: Amanecer campero y Porque tengo pena.
Años después se formó una nueva agrupación de Los Provincianos bajo la dirección de Mario Oltra hijo, quien recuerda: “El 4 de octubre de 1974, para la fiesta de San Francisco, en la localidad Huerta del Maule, el alcalde invitó a Los Provincianos antiguos y cuando el tío Alejandro escuchó allí al grupo de música típica que yo había formado algunos años antes le dijo a mi papá: ‘Oye, por qué no le entregamos el nombre Los Provincianos al grupo de tu hijo’ y desde ese momento nos pusimos el nombre de los viejos. Fue muy emocionante”. Estos nuevos Provincianos grabaron en 1975 un long play llamado El embrujo del rodeo para el sello Alba, con canciones de la autora Clara Solovera.