María Paz Santibáñez

El tránsito entre Chile y Francia ha marcado la trayectoria de María Paz Santibáñez, una pianista que ha tocado en las principales salas del país, ha desarrollado una carrera internacional como concertista y ha grabado discos en los que autores europeos se encuentran con compositores chilenos. Habiendo sufrido la violencia de la dictadura militar en los años 80, su trabajo también ha tenido un foco en la promoción de los derechos humanos y un concepto que ella ha definido como “memoria y futuro”.

Fechas

Viña del Mar - 21 de agosto de 1968

Región de origen

Valparaíso

Décadas

1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

María Paz Santibáñez

Rodrigo Alarcón L.

María Paz Santibáñez Viani comenzó a tocar piano a los cuatro años y se formó como intérprete en la Universidad de Chile, donde tuvo como principal maestro a Galvarino Mendoza, quien a su vez había tomado lecciones con Claudio Arrau. Antes de iniciar su carrera como concertista, su nombre fue conocido públicamente como el de una estudiante que fue víctima de la brutal violencia de la dictadura militar chilena: el 24 de septiembre de 1987 fue baleada en la cabeza por el carabinero Orlando Sotomayor Zúñiga, durante una protesta estudiantil contra el rector designado en la Universidad de Chile, José Luis Federici, en el frontis del Teatro Municipal de Santiago. Aunque inicialmente fue acusada por las autoridades de atacar al policía, registros en video demostraron que fue agredida sin mediar provocación. Aun así, el uniformado solo fue condenado por el cuasidelito de lesiones en la justicia militar y no debió pasar por la cárcel.

Contra los pronósticos iniciales, Pachi Santibáñez -como se conoció también entonces- sobrevivió y tuvo que enfrentar un largo tratamiento para recuperar el movimiento en el costado izquierdo de su cuerpo. Mientras aún estaba hospitalizada recibió un teclado y comenzó a practicar un arreglo “para pulgar izquierdo y mano derecha” que Nino García había creado sobre “El derecho de vivir en paz”, de Víctor Jara. La pianista lo interpretó en vivo el 15 de enero de 1988 en el estadio Santa Laura, durante un concierto organizado por la Radio Umbral que también convocó a nombres como Huara, Quelentaro, Payo Grondona, Schwenke & Nilo, Sol y Lluvia, Pedro Yáñez, Mauricio Redolés, Raúl Acevedo, Ximena y Marcela y el propio Nino García; el compositor también le dedicó una canción, “La paz y la guerra”, que fue incluida en el cassette clandestino El camotazo (1988).

Memoria y futuro
María Paz Santibáñez se tituló como pianista en la Universidad de Chile en 1998, luego de una extensa rehabilitación y una estancia en Praga, República Checa. Al año siguiente se instaló en París, para perfeccionarse en la Ecole Nórmale de Musique Alfred Cortot con la pianista Odile Delangle, y en esa época también tomó lecciones con músicos como Yvonne Loriod-Messiaen, Roger Muraro, Jean François Antonioli y Bruce Brubaker. Desde 2001 estudió con el pianista francés Claude Helffer, quien fallecería tres años más tarde y se convirtió en uno de sus principales referentes, por su aproximación a la política y los hechos históricos desde la música de tradición escrita. Fue en esa etapa que acuñó el concepto “memoria y futuro”, que ha guiado su trabajo en términos musicales y sociales: así como ha abordado a autores del pasado y contemporáneos, también ha participado de actividades relacionadas con los derechos humanos, la demanda por una nueva Constitución y las reivindicaciones feministas.

A comienzos del siglo XXI abrió una discografía que ha tenido la música chilena como uno de sus principales ejes. En su primer álbum, Piano-piano (2003), abordó obras de autores como Andrés Alcalde, Alejandro Guarello, Pablo Aranda, Cirilo Vila y Eduardo Cáceres, además de Celso Garrido-Lecca, nacido en Perú pero vinculado históricamente con Chile. Desde entonces, en sus grabaciones ha conjugado compositores franceses, como Claude Debussy y Maurice Ohana; autores latinoamericanos, como el argentino Alberto Ginastera y el peruano Enrique Iturriaga; y chilenos como Pedro Humberto Allende, Mauricio Arenas-Fuentes y Miguel Farías. Además, fue una de las tres intérpretes que grabaron la Integral de las tres sonatas para piano (2019) de Enrique Soro, junto a Svetlana Kotova y Armands Abols.

En paralelo a su actividad discográfica, mantuvo una agenda de conciertos que se repartió entre salas de Europa y Chile. Ese itinerario tuvo un hito el 29 de octubre de 2013, cuando debutó en el Teatro Municipal de Santiago, con un programa basado en las obras del disco La caja mágica (2013). “Para un músico, tocar en el Teatro Municipal de Santiago es un pensamiento natural. A mí no se me había dado, pero ahora estaré en ese teatro donde también viví un momento terrible", dijo entonces al diario El Mercurio. Cinco años más tarde debutó con la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, junto a la cual interpretó el Gran concierto en Re mayor de Enrique Soro, bajo la conducción de José Luis Domínguez. Entre 2014 y 2018, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, compatibilizó ese trabajo musical con el cargo de agregada cultural en la embajada chilena en Francia.

Luego de las masivas manifestaciones ocurridas en Chile en octubre de 2019, María Paz Santibáñez volvió a vincular su actividad artística con sus inquietudes políticas, al ser una de las gestoras del colectivo Impacto Chile, que organizó una actividad de apoyo a la revuelta en el Teatro del Châtelet, en París. En ese contexto estrenó una primera versión de Impacto, una suite en la que el piano se combina con el uso de cacerolas y cucharas de palo, junto con elementos de performance y videos. Sus distintas partes fueron encargadas a compositores chilenos como Ramón Gorigoitía y Marco Pérez-Ramírez y extranjeros como Hèctor Parra (España), Esteban Benzecry (Argentina), Nicolas Tzortzis (Grecia) y Cristina Vilallonga (España).

Esa obra fue el germen del concierto Resistencia Femenina, que creó en colaboración con la coreógrafa Glyslein Lefever, la videísta Lorena Zilleruelo y el técnico en video Daniel Sandoval. Estrenado en Chile en el marco del festival Santiago Off, en enero de 2022, el programa combinaba la obra para piano y cacerolas con música de Claude Debussy y Béla Bartók y también incluía la pieza Vendajes (El violador es... eres... eras...), encargada a la compositora chilena Valeria Valle y basada en el trabajo del colectivo feminista Las Tesis. “Este proyecto reúne dos ejes de mi vida, que son los derechos humanos y la creación contemporánea”, explicó entonces en una entrevista con Radio Beethoven.

Actualizado el 31 de enero de 2023