Iñigo Díaz

Aurelio Silva era un adolescente cuando asistía a los conciertos de MediaBanda en la época de la primera generación de músicos y el álbum Entre la inseguridad y el ego (2004). Por entonces estudiaba guitarra con maestros de distintos círculos, como el héroe de la guitarra de la guitarra eléctrica Alejandro Silva y más adelante el solista de jazz Jorge Díaz. En 2007 comenzó a estudiar composición en la U. Católica con Cristián Morales y Pablo Aranda, además de orquestación con Aliosha Solovera. Fueron los pasos previos a trabajar con Federico Schumacher, compositor e investigador central en la historia de la música electroacústica chilena tras el resurgimiento en los años 2000. Autor muy joven, Silva llegó a pertenecer a la Comunidad Electroacústica de Chile y a estrenar obras en festivales en México, Cuba y el reconocido Festival Ai-Maako, en Chile.

Sa música alcanzó un primer momento divisorio en su propio catálogo con el citado Cuadríptico, el proyecto de los álbumes Nigredo (2020), Albedo (2021), Citrinitas (2022) y Rubedo (2023), para el que Aurelio Silva convocó no solo a solistas clásicos sino a músicos vinculados a las vanguardias en la música no docta, el rock, la fusión e incluso el hip-hop, demostrando la diversidad y los cruces sonoros que se dieron sobre todo en sus tiempos. Una de obra del ciclo de ocho partituras fue "Signos III", que obtuvo el Premio Pulsar en la categoría Música Clásica o de Concierto. En su participación como músico de MediaBanda aparece en los discos Bombas en el aire (2017) y Maquinarias (2021).