Matorral

La alianza de Matorral no sólo ha probado ser extensa, sino también rigurosa y de alto vuelo, firme en el trabajo de un rock esencialmente emparentado con la tradición de rock psicodélico (anglo y latinomericana) y la raíz folclórica chilena. El grupo se mantuvo como una entidad, más allá de sus cambios de integrantes y de los proyectos paralelos de sus musicos, entre los que destaca el trabajo solista de Felipe Cadenasso. Desmarcándose del sonido rockero que identificó sus primeros tiempos, ya en la década de 2010 Matorral exploró otras narrativas, en una música experimental de profundidades que definió la época posterior. Su sonido ha dado muestra de una vistosa evolución a lo largo de su historia.

Leer más

Años

Santiago, 2001 -

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |2020 |

Géneros

Integrantes

Felipe Cadenasso, guitarra (2001 - •)
Iván Molina, batería (2001 - 2005)
Fernando Nano Stern, bajo (2001 - 2002)
Gonzalo Planet, bajo (2002 - •)
Esteban Espinosa, batería (2005 - 2011)
Antonio del Favero, guitarra (2012 - •)
Ítalo Arauz, batería (2012 - •)

Marisol García

Bandas previas
Sus tres integrantes fundadores acumulaban suficiente experiencia musical al momento de reunirse. La más relevante era la del baterista Iván Molina, un penquista que había sido parte de la formación clásica de Emociones Clandestinas durante los años ochenta y, luego, de Los Santos Dumont. El guitarrista Felipe Cadenasso, en tanto, participó del grupo Los Precarios y de la última etapa de Fruto Prohibido. Precisamente, fue en paralelo a su trabajo junto a este último grupo que acordó con Molina la formación de Matorral, al que se unió un año más tarde Gonzalo Planet, un guitarrista de reconocidas colaboraciones en vivo con Los Santos Dumont y Fruto Prohibido, y que había animado durante aproximadamente un año la banda Planeta Gato (también con Mauricio Melo, de Los Santos Dumont y Mauricio Basualto, de Los Bunkers).

Luego de reunir sus primeros singles en el EP Antejardín (2003), el trío publicó su primer álbum en noviembre del 2003 bajo el título Voces del rincón. La escena independiente chilena volvía por entonces a agitarse con la intensa electricidad de bandas como Guiso y The Ganjas, pero Matorral se distinguió con ese disco por su innegable raigambre folclórica. Se escuchaban en esas canciones reminiscencias de Pink Floyd y The Who, pero también de Los Jaivas y Embrujo: un estilo «flocks» mezcla de folk y rock como graciosamente lo definió el presentador de un concierto suyo en Puente Alto.

«Nos gusta que la parte folclórica, la Nueva Canción Chilena y todo eso que ahora está de moda, nos haya salido espontáneamente», explicaron entonces.

Pero su mirada a la tradición chilena excede lo sonoro. En mayo del 2004, Gonzalo Planet consiguió publicar con la editorial independiente Beatgurú la tesis que había desarrollado para obtener el título de periodista. El libro Se oyen los pasos es una valiosa revisión de los primeros ensayos rockeros en Chile hasta el Golpe de Estado, que no sólo aporta información vital para la escasamente documentada historiografía musical chilena, sino que sirvió de excusa para que en su lanzamiento en la capitalina Sala Master se reunieran antiguos integrantes de bandas como Los Vidrios Quebrados, Aguaturbia, Los Mac’s, Embrujo, Los Jockers y los Beat 4, para un concierto nunca más repetido.

¿Conoce usted a Matorral? (2004) es un maxi EP con siete títulos, que sirvió para mantener el ritmo de publicaciones antes de la edición de un álbum que el trío grabó ese año en Santo Domingo pero que no apareció sino hasta el 2007 (el extenso Rezonancia en la zona central).

Matorral se ha ganado un merecido prestigio en vivo por conciertos de electricidad evocadora y profunda; organizados muchas veces de modo colectivo (destaca su participación en los festivales Pulso y B, en junio y diciembre del 2004). En agosto del 2005 un comunicado de prensa oficializó la salida del grupo del baterista Iván Molina (quien posteriormente reaparecería en el proyecto Wipala), y en el puesto se ubicó inicialmente Esteban Espinosa, otro antiguo Fruto Prohibido. El minidisco Formación (2005, en vivo) fue la última grabación de la banda junto a Molina, e incluyó el tema "Golpe en plena cara", antes inédito.

En junio del 2006, Felipe Cadenasso realizó su debut en vivo como solista, con un concierto en el cual presentó canciones propias que había ido desarrollando en paralelo a su trabajo con la banda y que cristalizaron a fines del año 2009 con su primer álbum. Del mismo modo, Gonzalo Planet se ha ocupado esporádicamente como bajista de apoyo del cantautor Leo Quinteros y del propio Cadenasso. Además, en 2012 llegó a publicar el disco experimental Agua en polvo, junto al poeta Enrique Winter. El documental Estamos bien (2009), de Sebastián Páez y Cristóbal Olivares, puso en perspectiva las visicitudes del esfuerzo independiente de la banda, cuyos integrantes se asumen en un trabajo por fuera de los estándares promocionales impuestos por el nuevo pop:

«Sentimos que nuestra música no está separada de nuestras vidas, y esa relación no ha cambiado con los años más allá de la natural evolución sonora», le explicaban hace un tiempo a la web Sonido Colectivo. «Nos enorgullece que cada disco responda a las distintas experiencias y momentos que hemos vivido en el Chile de la última década. En ese sentido, vivimos de Matorral. Pero si la pregunta alude al sentido práctico de pagar nuestras cuentas y arriendos con las actividades de la banda, tal como sucede con la gran mayoría de los músicos chilenos la respuesta es no. Al contrario de lo que podría pensarse, esto nos acomoda porque nos entrega un ilimitado espacio de libertad artística».

Giro de sonido
Los cambios en batería y guitarra decididos en 2012 fueron significativos para el rumbo sonoro del grupo. Sus discos Remoto control (2013) y Gabriel (2015) evidenciaron el aporte de los nuevos integrantes Ítalo Arauz y Antonio del Favero, llevando su sonido a nuevos territorios de exploración, con un mayor control de su antiguo desate eléctrico y una flexibilidad en las pautas rítmicas que le dieron una inesperada identidad a su propuesta. «Pocas veces se asiste a una transformación musical tan radical, y aún menos frecuente que esa metamorfosis no haga extrañar el pasado —se escribió en La Tercera a propósito de Gabriel, elegido en varias listas como el mejor disco chileno del 2015—. Es como si hubiera nacido una nueva banda llamada Matorral, tan buena o mejor que la anterior».

Actualizado el 04 de septiembre de 2023