Clarita Parra

Varios países han escuchado la voz y la guitarra de Clarita Parra, una cantautora e intérprete vinculada a la música desde la genética familiar, pues, como hija de Eduardo Lalo Parra, es parte de la segunda generación de parientes activos en la música. Ocupada primero en la recreación de repertorio ajeno, con el tiempo la autora fue desarrollando un cancionero propio, en parte cronístico y en parte folclórico. Su repertorio abarca sobre todo cueca, trova y fusión latinoamericana, y se cruza en varios momentos con el de su padre, con quien llegó a grabar varios discos.

Fechas

- 26 de agosto de 1951

Décadas

1970 |1980 |1990 |2000 |2010 |

Géneros

Marisol García

Infancia de circo y música
Como hija de un Parra Sandoval, para Clarita la música fue inquietud natural. Tanto así, que a los cuatro años grabó un disco-single en aluminio para RCA-Victor que la mostraba a ella cantando “La petaquita” y “Libertad, compañero” junto a sus padres, dos figuras del circo popular chileno. «Yo cantaba en las matinés del circo, arriba de una silla. En todos los circos chilenos encontrabas a grandes músicos. Como bien dice Nicanor Parra, si hay verdadero folclor en Chile es en el circo», asegura.

Tras el fallecimiento de su madre, Clara Moreno —ocurrida antes de que Clarita cumpliera los diez años de edad—, ella, su pequeño hermano Francisco, y su padre se instalaron por siete años en Argentina. Allí, padre e hija afianzaron su relación en el canto y la guitarra a dúo. De regreso en Santiago, grabaron juntos discos como Las cuecas choras del hombre nuevo (1970), de total ancla allendista. Luego de presentar sus primeros singles como solista (“Canto por amor”, “La sombra de un arbol”), la joven comenzó a colaborar también con otros músicos (es suyo, por ejemplo, el coro para la versión de “La piragua” grabada en Chile por Luisín Landáez).

Vendrían entonces sus primeros LPs en vinilo: Canciones de Violeta Parra, Cuecas con chicha en cacho (1972), Las cuecas de “Hogar dulce hogar” (inspiradas en el popular espacio radial) y el EP Pollagoleando con cuecas. Años más tarde, y en cassette, apareció su trabajo Mi canto y yo, en el que por primera vez su voz se aproximó a la trova.

Los Churi Churi
Con viajes más o menos largos al extranjero, pasaron varios años antes de su reincorporación triunfante a la actividad musical en 1996, cuando su interpretación para “Cueca tristona”, de Edson Guerrero, ganó el apartado folclórico del Festival de Viña del Mar. El premio reactivó sus grabaciones, y poco después apareció Navegante, un disco de definición «internacional», en el que Clarita grabó versiones para temas de gente como Eduardo Peralta, Fernando Ubiergo y Claudio Guzmán. Dentro de su discografía solista, cabe destacar también su álbum Tiempo de cantar (2004), un trabajo producido por Elizabeth Morris, en el que Clarita Parra se aplicó en un interesante estilo de composición cronística en torno a estampas diversas de la vida en la ciudad.

El álbum antecedió un nuevo período de trabajo musical junto a su padre. Como organizadora y parte del conjunto Los Churi Churi, Clarita coordinó los discos de Lalo Parra Estoy llegando a los 80 (1998) y 80 son las razones (2002), que entusiasmaron los últimos años de vida y trabajo del cuequero y cantor, fallecido en 2009 por una complicacióni cardíaca, luego de largo tiempo de dolencias físicas. Cuatro años más tarde, Clarita Parra publicó El hombre del terno blanco, libro biográfico con recuerdos (nunca solemnes ni condescendientes) de afecto, trabajo musical y un sinfín de peripecias biográficas del querido «tío Lalo».

Clarita Parra se mantiene activa en la música con conciertos esporádicos, así como en trabajos de gestión cultural para la Municipalidad de Macul. Sólo parte de su discografía está disponible, con varios títulos descatalogados y convertidos en material de coleccionistas.

Actualizado el 05 de mayo de 2019