Chinoy

Dueño de una voz particular y andrógina, de una cantautoría prolífica, de una discografía alternada entre ediciones oficiales e informales, y de inquietudes artísticas extendidas a la poesía y la pintura, el cantautor Mauricio Castillo –«Chinoy», por su abuelo carpintero– pasó de tocar en bares de Valparaíso a ser, entre los años 2008 y 2009, un fenómeno de visitas en la entonces masiva e influyente plataforma MySpace, y luego uno de los nombres más reseñados por la prensa local. Desde entonces, y entre vaivenes biográficos atípicos para los de un músico de éxito, su trabajo se mantiene como uno de los de más firme identidad en el panorama de solistas nacionales nacidos después de 1980. El músico ha tenido una disposición proclive al trabajo en vivo e itinerante, con visitas a Colombia, México, Alemania y Argentina (se radicó por un tiempo en Córdoba y en Buenos Aires). A su modo, y según sus impulsos, su trayectoria es fascinante, en parte, por su impredictibilidad.

Fechas

San Antonio - 11 de enero de 1981

Región de origen

Valparaíso

Décadas

2000 |2010 |2020 |

Géneros

Luis Felipe Saavedra

Pasado punk
Nacido en Placilla, localidad cercana al puerto de San Antonio, comenzó en la música en la banda punk local Don Nadie. En 2005, el grupo teloneó a los argentinos Loquero, e invitado por ellos Chinoy pasó una temporada en La Plata, Argentina. A su regreso, comenzó a cantar solo con su guitarra. De Placilla, en 2007 se mudó a Valparaíso a estudiar Arte, y aunque no duró mucho en la universidad, se radicó en esa ciudad para dedicarse a tocar las canciones que componía casi compulsivamente.

Cuando estaba en Valparaíso, el año 2007, Chinoy, con su guitarra de palo siempre al hombro, comenzó un infatigable pulular por bares porteños como el Pajarito, La Cantera o el Chinasky, donde su trova surrealista, llena de imágenes de desamparo, y su tempestuosa manera de tocar la guitarra llamaron la atención de algunos periodistas, que le dedicaron generosas columnas en medios como The Clinic o Rolling Stone-Chile. En poco tiempo, Chinoy se transformó en el secreto mejor guardado de Valparaíso, número fijo en encuentros universitarios, sindicales y de la oficialidad cultural, y su estilo —bautizado como "punk con trola desenchufada"— cautivó al trovador Manuel García, quien lo invitó a abrir una presentación en el Consejo de Cultura de Valparaíso y otra en el Centro Cultural de España, en Santiago. Durante 2007, Chinoy visitó escenarios de Concepción, Puerto Montt, Punta Arenas, Valparaíso y Santiago y apareció con la canción “Carne de gallina” en el compilado Escuelas de Rock. 1er disco bicentenario (2007).

Sin disco editado, pero con grabaciones informales y versiones en vivo circulando en internet, alcanzó  más de 130 mil escuchas en un año en su sitio en MySpace, lo que entonces representaba todo un récord. Cientos de miles veían sus videos en YouTube y una cantidad indeterminada los descargaba de plataformas como Taringa, que el propio cantautor recomendaba. Canciones como "Valpolohizo", "Corazón" o “No empañemos el agua" se hicieron cada vez más conocidas, que llegaron al cineasta Andrés Wood, quien le pidió la canción del final de su filme La buena vida (2008). Chinoy compuso especialmente el tema "Para el final".

Durante ese año 2008, el cantautor abrió el Festival de Solistas en Solitario del capitalino Cine Arte Normandie, que reunió a los trasandinos Coiffeur y Félix y los chilenos Gepe y Nano Stern; participó en la conmemoración del centenario del natalicio de Salvador Allende en el Estadio Víctor Jara junto a Los Tres y Denisse Malebrán y actuó en la segunda Cumbre del Rock Chileno en el Club Hípico de Santiago, en enero de 2009. A pesar de su intenso ritmo de conciertos, a mediados de 2008 registró, sólo con guitarra y voz, las canciones de Que salgan los dragones, disco debut que apareció sobre el final de 2009.

Al año siguiente editó un segundo disco "oficial" , a partir de un registro en vivo en febrero en el Festival Centro de Bogotá, con temas que ya eran parte de su disco de estudio, y algunos cortes que sólo toca en vivo, pero  que circulan profusamente en grabaciones informales por internet. Entre esos registros, sus abundantes presentaciones en vivo dentro y fuera de Chile y una creciente difusión radial (de canciones como "Klara" o "Vamos los dos"), Chinoy ya es una de los nombres más visibles del extendido movimiento de cantautores del nuevo milenio.

El 2015 editó un segundo disco de estudio: De loco medieval reunió catorce canciones que grabó en una sesión de tres días en Estudios del Sur, pero con un formato de banda de rock, y con canciones mas cortas y, como dijo él, con la metáfora "domada". Su banda se llamó Los Preferidos del Ruido, y con ellos estuvo incluso el Lollapalooza-Chile 2015, pero en lo sucesivo alternó ambos formatos para mostrar sus canciones, en una agenda en vivo irregular pero siempre encendida.

Cambio y extravío
Por varios años, Chinoy pareció haber desaparecido de la escena musical chilena. Un viaje a Argentina, el matrimonio con la cantautora Lucero Van y la intensificación de sus inquietudes en la pintura y la poesía le hicieron, en sus propias palabras, perderse en un desvío personal y profesional «como en zigzag». Volvió a dar entrevistas y mostrar nuevas grabaciones recién a fines de 2020, el año de la pandemia: «Me extravié y ahora puedo decir las cosas, así que estoy de vuelta y no me voy a ir tan fácil», le dijo entonces a La Tercera. Musicalmente, de ese regreso dio prueba el disco Saliendo del otro.

 

Actualizado el 03 de noviembre de 2023