Ricardo Villalobos

En capitales de la música electrónica como Londres, Berlín o Ibiza, la fecha que Ricardo Villalobos eligió para lanzar su primer disco es como cualquier otra: un 18 de septiembre. Pero para él fue un guiño. Aunque establecido en Alemania desde 1973, Villalobos es chileno e integra la comunidad de músicos que, nacidos o iniciados en este país, han ganado el reconocimiento de la audiencia internacional. Como es habitual en su gremio, debe buscársele en discos con su nombre pero también bajo seudónimos como Bajo Tierra, y en dúos de desarrollo intermitente, como Ric y Martin (también con el chileno Martín Schopf), Sense Club (con Lucian Nicolet), Gucci (con Tobi Neumann) y Hombre Ojo (con Markus Nicolai), entre otros. Con el alemán Tobias Menguser, Villalobos ha publicado discos bajo los nombres Bispeed Black, Quartz Driver y Chirurgie Boutique.

Fechas

1970

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Ricardo Villalobos

David Ponce

Al exilio
Nacido en Santiago, en 1970, Villalobos partió a los 3 años con su familia a Alemania, igual que otros coetáneos como Dandy Jack y Chica Paula: todos hijos de intelectuales chilenos exiliados tras el golpe de Estado de 1973. Su padre, Pedro Villalobos, era profesor en la Universidad Técnica del Estado, y su tío Julio Villalobos fue guitarrista y fundador del pionero grupo de rock Blops. La nacionalidad alemana de su madre facilitó la decisión del lugar en el que pasarían los años de dictadura pinochetista.

El joven creció al sur de Fráncfort y se estableció en Berlín a fines de los años 90: fue allí y en Hamburgo donde se inició como discjockey hacia 1987, superada una adolescencia en la que pensó que crecería como percusionista (tocaba conga y bongós) y persiguió a Depeche Mode por todo Europa, como el más fiel de los fans. Esa banda inglesa se mezcla en sus citas de principales influencias, en las que también hay espacio para Baby Ford, Thomas Melchior, Daniel Bell, Andrew Weatherall y Plastikman. El hogar de Villalobos era una sede generosa para la difusión de la música latinoamericana, y el chileno creció escuchando también gran cantidad de música brasilera, tango argentino y folclore andino chileno.

En 1993, inició con unos amigos un proyecto de disquera independiente (Placid Flavor) que no prosperó, pero que le permitió acercarse a la gente del sello Playhouse. Para ellos debutó en 1995 con el 12'' "The contempt", seguido en los siguientes años con una serie de otros singles de regularidad semestral, al menos. A partir de 1996 sus encargos de remezcla se hicieron aun más intensos, si bien Villalobos fija en el año 1998 el inicio de su labor de DJ como un asunto profesional. Sus remezclas se encuentran en infinidad de compilados de Europa y otros continentes (de los cuales se detalla sólo una parte en la discografía aquí incluida).

La música que escuchaba cuando me formé como DJ era súper cálida: era house, antes estuvo el acid-house, uno buscaba una música más orgánica en el contexto electrónico para bailar. Y el house es más groovy, más funky. Y uno empieza a hacer su propia versión, porque para mí toda la música que hacemos es house, a base de esas reglas, del bombo de cuatro cuartos. Uno puede reemplazar esos elementos por otros sonidos y una forma propia.

Fue DJ estable en los clubes alemanes Kafe Kesselhaus (1989), The Box (1995-1998) y otros como Omen (Frankfurt), E-Werk (Berlin), Ultraschall (Munchen) y Aufschwung Ost (Kassel). Participó de los multitudinarios festivales Love Parade en 1996 y 1998; e Ibiza también ha sido un destino frecuente. El chileno ha compartido junto a DJs europeos como Richie Hawtin (Plastikman), Sven Väth, Carl Cox y Steve Bug en los clubes Privilege, El Divino y Km. 5.

Villalobos empezó a volver a Chile con cierta frecuencia a partir de 1987, y en 1994 se integró a la escena local. Ese año tocó en la célebre fiesta del eclipse en Arica, y en 1997 reapareció en la fiesta de la ballenera de Quintay y los Encuentros con la Technocultura. "Yo sabía lo que estaba pasando. El único choque cultural era ver que uno podía tocar esta música acá también", distingue. "Eso nunca lo había pensado. Yo iba a Chile a visitar a mis papás, pero de repente encontré trabajo y pude actuar".

El efecto Alcachofa
Tras los LPs de remezclas Love family trax (2002) y Taka taka (2003), el consabido 18 de septiembre de 2003 editó Alcachofa, su primer álbum de música propia, tras un proceso de tres años entre Chile, Alemania e Ibiza. Editado por Perlon —sello dedicado a un house mínimo, sensual y experimental próximo al de Isolée o Losoul—, Alcachofa es un disco bailable y a la vez elegante y evocador. No sólo fue elogiado por la crítica especializada: revistas más generales como la francesa Les Inrockuptibles o la española Rockdelux consideraron a Alcachofa uno de los mejores discos de 2003. En la crítica respectiva, el sello All Music Guide alabó la capacidad de Villalobos de mantener "en todo momento el control de sus máquinas, y lograr que hagan cosas extrañas, como nadie más puede hacerlo".

Al revés de colegas como Mambotur, Gonzalo Martínez o Señor Coconut, Villalobos se muestra menos cumbiero. "Trato de no simular los tonos clásicos de la cumbia, la salsa, sino reemplazarlos por otras frecuencias, pero de todas maneras dar a la música algo orgánico", distingue. Y muestra un singular interés en la música sudamericana, en un rasgo derivado de la condición del destierro.

Chile sigue siendo además un lugar familiar para él, aunque permanece radicado en Alemania. Suele destinar además dos meses del año a actuar en Ibiza y tres meses a otros lugares, entre los que han figurado festivales en Japón, Australia y Canadá, donde en 2003 tocó con el proyecto Narod Niki, un colectivo con incluye a Daniel Bell, Isolée, Losoul y Richie Hawtin.

Uno goza de no ser nunca de un sitio totalmente. Siempre tengo la ventaja del exótico, y eso vale para todos mis amigos que estuvieron en la misma situación. No es que uno no tenga identidad: uno tiene una identidad mundial. Para mis padres irse de Chile fue una catástrofe, emocional, familiar, de amistad, de Patria, de todo. Pero si por ejemplo me pasa eso a mí, ya estoy acostumbrado a vivir en otro país, a hablar otro idioma. Mi papá me enseñó eso: puede pasar en cualquier momento, que tengas que irte de forma inesperada. Si te piden hacer el servicio militar o ir a una guerra, nunca en mi vida. Tomo mis maletas y me voy. Y creo que eso es una gran ventaja de las generaciones nuevas: conocer otras mentalidades para ser flexible, porque la flexibilidad es la inteligencia más grande.

 

Actualizado el 12 de julio de 2021