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A las ocho con quince minutos de este sábado 11 de marzo murió en el hospital D'Antony en París el cantante, autor, compositor y escritor Ángel Parra, hijo de la creadora y folclorista Violeta Parra.

El artista tenía 73 años, sufría un cáncer al pulmón y su muerte se debió a una falla multisistémica, según informó la familia esta mañana. Su enfermedad no impidió sin embargo que se mantuviera activo hasta apenas meses antes, con las actuaciones en vivo y lanzamientos de libros que hizo a fines de 2016.

Ángel Parra estuvo en Chile por última vez en el verano pasado, y en diciembre cumplió con varias presentaciones musicales en el país junto con lanzar sus últimos libros: “Mi Nueva Canción Chilena - Al pueblo lo que es del pueblo” (2016) y “Al mundo niño le canto” (2016).

Nacido en Valparaíso en 1943, el cantante, de nombre real Luis Ángel Cereceda Parra, fue un protagonista en el movimiento musical que desde los años '60 dotó a la música chilena de conciencia social, compromiso político y apertura a las influencias de América Latina, conocido como Nueva Canción Chilena.

Canciones como “Cuando amanece el día”, discos como Pisagua (1973), la creación de la fundamental Peña de los Parra en 1965 y el dúo Isabel y Ángel Parra que integró junto a su hermana Isabel son sólo algunos de los hitos en la trayectoria del artista, quien partió al destierro durante la dictadura de Pinochet y vivía en París hace más de cuarenta años con su mujer Ruth Valentini.

Ángel Parra muere además justo en el año de la conmemoración de los cien años de Violeta Parra, celebración de la que tomó parte con todo entusiasmo. Su último trabajo fue de hecho la película “Violeta más viva que nunca” (2016), mediometraje documental donde registra conversaciones sobre su madre con Gastón Soublette, Gonzalo Rojas, Alejandro Jodorowsky y el cantante español Paco Ibáñez entre otros.

Creador, prisionero político, exiliado, prolífico autor e intérprete de más de setenta discos y de seis libros, Ángel Parra deja una huella profunda en la música popular chilena. “Músico, narrador eterno, de único, negro y genial humor, compositor, honesto, crítico y consciente escritor”, consignan sus familiares, “se mantuvo activo y creando hasta el último día”.