Finalizada en 2021 la saga de discos titulados Técnica mixta, Franz Mesko emprende un nuevo camino como compositor e improvisador desde el jazz contemporáneo, que en su caso se permea con aquello denominado "bam": black american music. Como solista deja el saxo tenor de toda su vida y toma el saxo soprano en la búsqueda de un sonido. Pero sobre todo, las innovaciones que incorpora a la música están definidas por el quinteto que convoca, donde ningún músico proviene de las escenas jazzísticas, sino del soul, el hip-hop, el rock y el pop. El pianista Rhodes Diego Alarcón, el bajista eléctrico Raúl Moya y un baterista de rock tan musical como Italo Arauz, del grupo Matorral, forman la sección rítmica, mientras que DJ Pérez completa el ensamble. Mesko escribe pequeños motivos musicales que se transforman en piezas de mediana y larga extensión, como la laberíntica "Loc 2", la rítmica "R.E.D (resiste el dolor)" o una bella "Loc 3 (Alokin)", donde aquel motivo evoca el "Poema 15", de Víctor Jara. Las composiciones se desarrollan en atmósferas de pulsos bien marcados pero también de texturas bastante abstractas. Los cinco dedos de mi mano son esos cinco momentos musicales, que a su vez representan a los cinco miembros de su familia, incluido él —Iñigo Díaz