El compositor y licenciado en Filosofía Roberto Escobar delinea en este libro la evolución histórica de la música en Chile, a partir de lo que distingue como tradiciones musicales «indígena» y «criolla» previas al origen de una «canción chilena» que en los siglos XIX y XX entra en contacto con la influencia europea. Revisa además las diversas funciones de la música como acto familiar, ceremonia, espectáculo e industria comercial, y reflexiona sobre el estilo chileno en la música. El capítulo final del libro es una introducción a los compositores chilenos, ordenados en generaciones: la de los iniciadores (Allende, Cotapos, Isamitt, Leng, Soro, Pimentel), fundadores (Domingo Santa Cruz), formalistas (René Amengual, Alfonso Letelier, Juan Orrego Salas), universalistas (Gustavo Becerra, Carlos Botto, Tomás Lefever, Luis Advis, Fernando García) y nuevos músicos (Pablo Délano, Guillermo Rifo, Santiago Vera), además de clásicos populares como Osmán Pérez Freire, Vicente Bianchi, Francisco Flores del Campo y Violeta Parra, entre otros.