Santos Rubio

Santos Rubio
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Santos Rubio es el más reconocido de los artistas que encierran todos los oficios del canto a lo poeta: cantor a lo divino y lo humano, poeta popular, payador y guitarronero. No sólo es hasta hoy un referente obligado de esa tradición. Ya a comienzos de los años 50 recibía de sus mayores la escuela del guitarrón y del canto a lo divino, y desde entonces enseñó esa tradición en escuelas y universidades, se presentó en encuentros de payadores y guitarroneros y grabó discos con Víctor Jara o con el elenco que en plena dictadura restituyó la popularidad de la paya junto a Pedro Yáñez, Jorge Yáñez y Benedicto Piojo Salinas. El Premio a la Música Presidente de la República que ganó en 2004 fue un reciente reconocimiento a su valiosa trayectoria.

Ficha

Fechas

La Puntilla, Pirque - 04 de diciembre de 1938
San Juan, Pirque - 24 de mayo de 2011

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1950 |1960 |1970 |1980 |1990 |2000 |

Géneros

Santos Rubio

Santos Rubio es el más reconocido de los artistas que encierran todos los oficios del canto a lo poeta: cantor a lo divino y lo humano, poeta popular, payador y guitarronero. No sólo es hasta hoy un referente obligado de esa tradición. Ya a comienzos de los años 50 recibía de sus mayores la escuela del guitarrón y del canto a lo divino, y desde entonces enseñó esa tradición en escuelas y universidades, se presentó en encuentros de payadores y guitarroneros y grabó discos con Víctor Jara o con el elenco que en plena dictadura restituyó la popularidad de la paya junto a Pedro Yáñez, Jorge Yáñez y Benedicto Piojo Salinas. El Premio a la Música Presidente de la República que ganó en 2004 fue un reciente reconocimiento a su valiosa trayectoria.

David Ponce

Vieja escuela, canto y guitarrón
Santos Daladier Rubio Morales es uno de los hijos mayores de una familia de trece hermanos en la localidad de la Puntilla de Pirque, a 27 kilómetros al sur de la capital. De todos ellos sólo él y su hermano menor, Alfonso Rubio, se dedicaron a la música como oficio, y la ceguera que lo acompaña casi desde sus primeros días no fue un obstáculo para sus talentos.

"A pesar de todo mi infancia fue bien bonita, no fue triste", dice en el disco El guitarrón chileno, herencia musical de Pirque (2000), de donde son también las citas siguientes. "Mi ceguera fue completa casi de nacimiento, o sea, para mí el mundo está como está ahora. Nunca me di cuenta del impedimento que tenía, porque nadie me lo hacía ver. Yo jugaba igual que los chiquillos, iba a la escuela. Lo único que después me fui dando cuenta que todos tenían lápices pa’ escribir y a mí nunca me pasaban un lápiz, y la profesora que yo tenía siempre me tenía al lado. Me estaba enseñando todo lo que más podía. La recuerdo con cariño".

Son varios los instrumentos que domina Santos Rubio, entre el acordeón, el arpa, el guitarrón y la guitarra, que fue el primero de todos ellos. "Tengo que haber tenido como seis años cuando empecé con la guitarra. A los once años me di cuenta de que me gustaba toda la perfección, si una melodía no me gustaba le hacía un cambio, dominaba las tres voces. Después empecé con el acordeón de botón. Después volvlí a la guitarra, al guitarrón, empecé con el arpa, volví a la guitarra…". En el guitarrón se inició a los quince, recuerda, y en ese punto la memoria de Santos Rubio es también un compendio de cantores pircanos de antigua data.

"Toco el guitarrón de la edad de quince años. Tuve de maestro a don Juan de Dios Reyes. Como cantor tuve a mi propio abuelo, Francisco Arturo Morales, a mi tío Daniel, a don Joaquín Cantillana, a don Herminio Toro, y así, muchos cantores amigos que me ayudaron en esto del canto a lo divino, sobre todo", enumera. De todos ellos su maestro principal fue Juan de Dios Reyes, quien también formó a otro veterano cantor pircano, Manuel Saavedra. Y Santos Rubio se pulió como guitarronero en vigilias de canto a lo divino y en velorios de angelitos de esa época. "Éramos pocos los guitarroneros, y recurrían a mí porque tenía más tiempo", explica en una conversación con el musicólogo Claudio Mercado publicada en la revista del tercer Encuentro Nacional de Guitarroneros de Pirque (2004). "Yo tocaba pa’ don Joaquín Cantillana, Hermógenes Escobar, don Arturo Vera, Octavio Miranda, Manuel Miranda, pero nadie sabía tocar. Excepto don Joaquín Cantillana, que tocaba la guitarra".

Para la gente de Pirque
Santos Rubio fue también precursor en llevar el canto a lo poeta a los ámbitos académico y disquero, más allá de su hogar natural en los campos. Durante siete años enseñó el guitarrón en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en los años '60 grabó, en un disco producido por la misma universidad, el contrapunto entre el maulino Mulato Taguada y el terrateniente Javier de la Rosa, famoso encuentro fechado por el historiador Encina a fines del siglo XVIII.

Junto a un joven Pedro Yáñez en el guitarrón tocó más tarde en el festivo Canto por travesura (1973), el último disco publicado en vida por Víctor Jara. Y ya bajo dictadura fue protagonista de otro hito popular al formar el recordado elenco que junto a Benedicto Piojo Salinas, Pedro Yáñez y Jorge Yáñez revitalizó en 1980 el gusto masivo por los encuentros de payas y que quedó registrado en el disco Encuentro de payadores (1981).

La misma tradición tienen grabaciones suyas más recientes. En la cassette Cuatro payadores chilenos (1990) improvisan dos pares de hermanos: Pedro y Fernando Yáñez, Santos y Alfonso Rubio. En Poetas populares de Chile y Perú (2000) canta y toca en guitarrón el verso "El testamento del tío Lucas" y en el citado El guitarrón chileno (2000) presenta dos versos entregados por Arturo Morales, su abuelo. Más reciente es Los 4 de la Rosa (2004), donde vuelve a animar un encuentro de payadores, esta vez con Alfonso Rubio, Jorge Yáñez y Bigote Villalobos, y prueba que Santos Rubio puede encarnar desde la picardía del payador hasta la devoción del canto a lo divino.

En 2004 su talento fue reconocido con el Premio a la Música Presidente de la República de Chile, y Santos Rubio tuvo en el tercer Encuentro Nacional de Guitarroneros, celebrado en Pirque en noviembre del mismo año, el escenario adecuado para hacer un agradecimiento. "Bueno, alguna vez que le tocara a Pirque y tocó la suerte que fui yo", dijo esa tarde. "Y yo siempre voy a ser de aquí, no más, de Pirque. Porque, por ejemplo, cuando no hay neblina, he llegado hasta el puente de Los Morros, y cuando hay neblina llego hasta ahí, poquito más allá, por Los Silos. Así es que es poquito lo que conozco, por eso este premio siempre va a estar aquí para la gente de Pirque".

A fines de 2010 se le detectó un cáncer estomacal. Una de sus últimas apariciones importantes ocurrió en noviembre de ese año en el Encuentro de Payadores de Pirque, mientras que en enero de 2011 participó junto a Manuel Sánchez en otro cónclave de guitarrón realizado en Salamanca. Su deterioro físico y anímico fue rápido. La mañana del 24 de mayo falleció en San Juan de Pirque.

Actualizado el 12 de julio de 2021