Militante de una música de las raíces más profundas y los folclores sureño y andino, desde fines de 2013 Lizbeth Alejandra Ruiz encontró en tierras argentinas un nombre propio y un rumbo creativo. En el pueblo de San Marcos Sierras de Córdoba, donde se instaló finalmente, se convirtió en Lite Ruiz, se presentó en diversos escenarios con atuendos que representan a las culturas y apareció cantando coplas con una caja de ritual temazcalera, cuyo sonido se asemeja al del kultrún mapuche. Fue su imagen más reconocible en el período de vida en Argentina, aunque también cantó con guitarra criolla e incluso guitarra eléctrica.
Bajista de rock, jazz y fusión, Felipe Catrilef tuvo su primera experiencia musical determinante cuando el célebre bajista eléctrico Christian Gálvez, entonces profesor en la universidad, lo invitó a integrarse su quinteto de jazz rock que grabó el disco Cinético (2010). Catrilef integra una tríada de solistas del bajo activo que recorrieron la fusión al finalizar la década de los 2010 a través de discografías propias, junto a Matías Martinoli y Luciano González.
Trombonista de jazz, música popular y bronces nortinos, con una historia entre La Calera, Hijuelas y Valparaíso, José Moraga ha sido un nombre de la escena musical de la Quinta Región durante la década de 2010. Compositor, solista y músico de fila, integró diversas bandas de bronces, además de orquestas como la big band de la Universidad Católica de Valparaíso, donde estudió trombón, y también conjuntos como La Bandalismo, que fue un referente de la música de carnavales en el puerto. Su ingreso al mundo de la improvisación jazzística se dio a partir de 2014, y desde entonces ha liderado diversos conjuntos, para sus álbumes Tijerales (2016) y Vuelo libre (2021).
La entrada de Beto Cuevas a La Ley en 1989 cambió para siempre la vida de un joven chileno criado en el extranjero que hasta entonces creía que iba a estar laboralmente vinculado al diseño gráfico. Pero su carisma modificó también al grupo, que en él encontró a un frontman que resultaría clave para dotar de identidad a la banda en su exitosa aventura de conquista extranjera. Con la separación de la banda, Cuevas se consolidó como un vocalista pop reconocido a nivel continental, con proyectos creativos personales en varias plataformas, incluyendo la actuación y la cantautoría solista.
Sombrero de huaso colchagüino, botas vaqueras y una guitarra electroacústica llamada Juanita son los accesorios escénicos que utiliza la cantautora pop Cecilia del Real, nacida en Santa Cruz, criada en Chépica y formada en el folclor centrino de la cueca y la tonada, además de la música popular de los campos de esas provincias. Un abundante primer repertorio de canciones autorales con guitarra sola fue elaborado por Cecilia del Real a mediados de la década de 2010 y vinieron a marcar su entrada tardía en la música, reflejada finalmente en el disco La luna me pone loca (2019).