Cuarto libro de crónica musical del productor, comunicador y músico Cristóbal González (n. 1976, Santiago). Su foco se pone esta vez sobre un subgénero con escaso recuento periodístico en el país, como lo ha sido el ska. De banda en banda chilena (Santiago Rebelde, Sandino Rockers y Santo Barrio —que cofundó el propio autor, y en el que se mantuvo casi quince años como baterista— entre las más significativas), festival a festival, y visita extranjera a visita extranjera (como la primera de unos —aún no famosos— Fabulosos Cadillacs, y por cierto The Specials a Lollapalooza 2015) ordenan este relato estructurado como una sucesión de textos breves, en su mayoría de González pero también de una docena de invitados a sumarse al esfuerzo. Comenta el autor en la introducción:
Este libro recoge las historias del movimiento y las agrupaciones chilenas del género, grupos que tomaron el legado e influencia jamaiquina, inglesa y latina para hacer su propia versión de forma crítica, disruptiva, hermosa y urgente. Bandas que, en medio de un contexto posdictadura, lograron con esfuerzo darse a conocer en el exterior y dar cuenta de que en nuestro país también tenemos un nutrido «ska de acá».