La doble categoría de Álvaro Peña como mito de la música chilena en el destierro y figura incómoda para la oficialidad del rock local, motivó al investigador René Cevasco a seguir su pista biográfica por Viña del Mar, Valparaíso, Londres y Constanza (Alemania), en una vida de vocación creativa de tantas vicisitudes como giros drásticos de timón.
«… se hace entonces urgente e imperioso rescatar y poner su obra al alcance de un público masivo que pueda apreciar por sí mismo la talla de “Álvaro de Valparaíso”, como el artista mayor que es y que por derecho propio pertenece desde hace cuatro décadas al parnaso de la música nacional», explica el autor en la introducción de Señales crujientes, una crónica-ensayo que relata la vida del cantor chileno desde su propio cancionero, disco por disco, tema por tema, y verso por verso. Es ésta, en ese sentido, una biografía atípica, pero apegada a quizás lo más revelador de un músico: su obra; aún más, cuando va levantándose con la independencia que Peña le ha dado a la suya.
El libro (que incluye numerosas fotos) se publicó junto a un CD con veintuna de sus canciones, como parte de un «box-set» que también integró la edición Las canciones de Álvaro Peña, con el total de las letras de sus composiciones hasta entonces. Es una triple publicación de biografía, música y cancionero.